El estadio Maracaná de Río de Janeiro será la sede de la final de la Copa Libertadores 2020 (21 de noviembre); mientras que el Mario Alberto Kempes, de Córdoba, acogerá la final de la Copa Sudamericana (7 de noviembre).
La decisión del Consejo de la Conmebol dejó fuera a otras seis candidatas que aspiraban a ser sede de los dos máximos acontecimientos futbolísticos del continente.
Brasil presentaba para la Libertadores, además de Maracaná, el estadio Mineirão, en Belo Horizonte; Arena do Gremio, en Porto Alegre; estadio Beira-Rio, también en Porto Alegre, y estadio Morumbi y Arena Corinthians, ambos en Sao Paulo.
Argentina competía a la Libertadores con el Estadio Mario Kempes, y Perú con el Estadio Nacional de Lima.
En el caso de la Copa Sudamericana, las ciudades que pasaron a la última fase fueron la premiada Córdoba y La Plata, con el estadio Único, y Brasilia, con el Estadio Mané Garrincha.
Para la elección de las sedes, un equipo de asesores técnicos visitó los estadios y evaluó las características técnicas y campos de entrenamiento y los requisitos de seguridad.
También se tuvo en cuenta la movilidad y el alojamiento que ofrece la ciudad, así como los aspectos sociales, políticos, medioambientales y comerciales del lugar.
El próximo año será el segundo que la Conmebol elige dos ciudades para las finales únicas de cada una de sus Copas.