El agua es esencial dentro de la producción de automóviles al ser usada en pruebas de estanqueidad o en el taller de pintura.
En el marco de su estrategia de sostenibilidad ambiental para sus sistemas de producción, la marca alemana ha incluido la utilización responsable del agua como parte de su proyecto medioambiental Mission: Zero
A través de esta iniciativa, la compañía está implementando ciclos cerrados para aumentar el uso de agua procedente de lluvia.
De hecho, la compañía cuenta con sistemas de retención de agua lluvia con capacidad de 240 mil metros cúbicos, para cumplir con la demanda de los procesos de la empresa, durante aproximadamente 6 meses.
Adicionalmente, en los próximos años también se incrementará el uso de agua de lluvia en el resto de instalaciones.
¿Cómo funcionan estos sistemas?
A través de los ciclos cerrados, las aguas residuales se someten a tres etapas antes de su reutilización en la producción. La primera es Instalación fisicoquímica que neutraliza elementos alcalinos. La segunda es Biorreactor de membrana, donde se eliminan componentes orgánicos.
Finalmente, en proceso de osmosis inversa donde se eliminan sales restantes antes de que el agua sea reintroducida al ciclo. A través de este sistema, Audi genera un ahorro de 300 mil metros cúbicos de agua dulce al año.
“Nuestro objetivo es reducir a la mitad el consumo de agua por vehículo producido, de cara a 2035. En la medida de lo posible usamos agua reciclada que ha sido utilizada y tratada varias veces”, comentó Peter Kössler, Director de Producción y Logística de Audi.
Las dos fábricas donde se aplica este modelo son: México y Neckarsulm. En esta última lugar, el agua regresa a la planta de tratamiento para pasar por un proceso de filtración y su posterior reutilización. En paralelo se realizan controles de calidad y análisis de laboratorio.
Tomada de: Prensa.audi.es