El aprendizaje personalizado es un enfoque educativo cuya finalidad es que la enseñanza esté ajustada a las fortalezas, necesidades, habilidades e intereses de cada estudiante.
Es así que, cada alumno recibe un plan de aprendizaje basado en sus conocimientos previos y su estilo de aprendizaje.
Según la Unesco, la educación personalizada es “prestar especial atención a los conocimientos previos, las necesidades, las capacidades y las percepciones de los estudiantes durante los procesos de enseñanza y aprendizaje”.
Asimismo, la institución mostró en un informe sobre educación personalizada, que este tipo de metodología aplicada a cada alumno es una vía para conseguir aprendizaje de calidad.
Los profesores que apliquen esa metodología deben tomar en cuenta que el sistema personalizado remueve la idea de que el enfoque educativo es “el mismo para todos”, sino que es un proceso individual. El qué, cuándo, dónde y cómo del aprendizaje está diseñado para satisfacer las fortalezas, habilidades, necesidades e intereses de cada alumno.
¿Qué ventajas ofrece el aprendizaje personalizado?
Existen varios beneficios de la metodología personalizada, entre los que destacan:
- Detección temprana de las necesidades específicas de cada alumno.
- El estudiante se sentirá mucho más valorado e involucrado en su educación.
- Mayor inclusividad e igualdad en el aula.
- Mejora en el rendimiento de los alumnos.
- El profesor puede obtener feedback sobre posibles aspectos de mejora o cambios a realizar.
- Enfoque en las inteligencias múltiples con aprendizaje integral.
Estrategias que fomentan la educación personalizada
- Usar preguntas y cuestionamientos en el salón de clase:
Una interrogante bien formulada puede estimular el pensamiento crítico del alumno.
Cuestionamientos como ‘por qué’ o un ‘cómo’ generan que el estudiante piense en las razones de los hechos que estudia, más allá de una respuesta afirmativa o negativa de las preguntas cerradas.
- Estimular actividades metacognitivas:
La metacognición es la capacidad de cada persona para conocer su proceso personal de aprendizaje. Actividades que ayudan a lograr este resultado son:
Tener un diario de aprendizaje: Cada día de trabajo debe tener un titular expresivo y representativo, y los estudiantes deben responder a incógnitas como ¿Qué voy a hacer? ¿Para qué voy a hacer este trabajo? ¿Realmente comprendo en qué consiste la tarea? ¿Necesito aclaraciones?
Asimismo, es importante tomar en cuenta que los alumnos deben escribir un plan de cómo van a realizar la tarea y al final de la actividad reflexionar si siguieron la metodología personal o existieron cambios.
Otras acciones que refuerzan la metacognición son: Hacer una carpeta de trabajo que refleje el proceso personal en materias específicas, realizar debates en clase y lecturas participativas
- Aprender haciendo:
El proceso de aprendizaje es más eficaz cuando se realizan actividades que comprueben el conocimiento como plantear escenarios de la vida diaria donde los estudiantes pueden mostrar sus conocimientos.
