Jueves, 18 de abril de 2024

Cuenca aún no recibe oficialmente las obras del Tranvía, ni cobra multas por retrasos

Autor:

Jackeline Beltrán

Actualizada:

6 Jun 2022 - 0:04

El tranvía de Cuenca lleva un año y medio en operación sin que todos los conflictos legales estén resueltos. El Municipio de Cuenca no ha podido recibir legalmente las obras ni cobrar dos multas que suman USD 9,2 millones.

Un tranvía sale de la estación Parque Industrial, en el norte de Cuenca, en mayo de 2022.

Autor: Jackeline Beltrán

Actualizada:

6 Jun 2022 - 0:04

Un tranvía sale de la estación Parque Industrial, en el norte de Cuenca, en mayo de 2022. - Foto: Xavier Caivinagua

El tranvía de Cuenca lleva un año y medio en operación sin que todos los conflictos legales estén resueltos. El Municipio de Cuenca no ha podido recibir legalmente las obras ni cobrar dos multas que suman USD 9,2 millones.

En el informe aprobado en mayo de 2022, Contraloría hace observaciones a cinco contratos del tranvía de Cuenca, durante el periodo del 1 de enero de 2017 al 31 de mayo de 2021, que corresponden a las administraciones de Marcelo Cabrera y Pedro Palacios.

Uno de los contratos analizados es el que la administración del entonces alcalde Cabrera firmó el 6 de diciembre de 2017 con el consorcio francés ACTN (integrado por las empresas Alstom, CIM Groupe y NGE Contracting) para la culminación del patio taller, la preparación de la plataforma tranviaria y la implementación de los sistemas tecnológicos.

Fue un contrato por USD 48 millones. El consorcio debía terminar el trabajo iniciado por la anterior contratista, que abandonó las obras un año antes.

ACTN hizo las obras en el último tramo de la ruta, principalmente en el sector de Milchichig (norte). Este consorcio estuvo a cargo de la implementación de las paradas, señalización y semaforización.

Aunque el plazo del contrato venció en noviembre de 2018, la Municipalidad de Cuenca no ha podido recibir las obras porque la contratista no ha solventado las observaciones que constan en el acta de recepción provisional firmada el 10 de septiembre de 2019.

Se refiere, por ejemplo, a los trabajos ejecutados en el sector de la avenida España, en el sector de Milchichig, que, según la Contraloría, se encuentran “expuestos a un proceso de deterioro de la carpeta asfáltica y la estructura vial”.

El informe detalla que el Municipio de Cuenca “debió exigir al contratista los arreglos y tomar acciones oportunas frente a su demora e incumplimiento, o efectuar los arreglos oportunamente con cargo a la garantía de fiel cumplimiento”.

Por la demora en la solución de esos problemas y en la entrega de las obras, el Municipio de Cuenca aplicó una multa de USD 4,6 millones al consorcio ACTN, que equivale al 10% del monto del contrato. Pero la empresa planteó una controversia ante la Procuraduría del Estado, que ha impedido que el cobro se efectivice.

El actual director del Tranvía, Jorge Moscoso, asegura que la Municipalidad no recibirá las obras si no cumplen con los parámetros establecidos.

El funcionario asegura que la mayoría de problemas ya se han resuelto, pero no anticipa cuándo se podrá concretar la recepción definitiva.

Está pendiente el arreglo de las fisuras en el asfalto de la avenida España y los daños en el sistema de venta de boletos. Este último requiere, además, una actualización tecnológica, porque el sistema se adquirió con términos de referencia elaborados hace una década.

Faltó notificar las multas oportunamente

Obreros realizan trabajos junto a la plataforma tranviaria, en la calzada del sector de Milchichig, en diciembre de 2021.

Obreros realizan trabajos junto a la plataforma tranviaria, en la calzada del sector de Milchichig, en diciembre de 2021. Xavier Caivinagua

El Municipio de Cuenca también tuvo problemas para recibir el contrato firmado en 2013 con el consorcio francés GME CITA, que se encargó de la provisión, instalación y asistencia a la puesta en servicio del sistema tranviario.

CITA (cuyo representante es Alstom) fue la encargada de proveer los tranvías y otros bienes y servicios. Su plazo original fue de tres años, pero por las demoras en la construcción de la plataforma tranviaria, se extendió por dos años más, hasta diciembre de 2018.

Cuando el plazo se cumplió, el consorcio no había entregado todos los bienes establecidos en el contrato. En esa ocasión, el Municipio "no tomó las acciones oportunas y adecuadas para asegurar el cumplimiento cabal de las obligaciones contractuales”, sostiene la Contraloría.

Es decir, la administración municipal de ese entonces no notificó de manera oportuna las multas respectivas. Eso provocó que las observaciones pendientes no fueran solventadas por la contratista, que terminó aplicando la recepción de pleno derecho.

En la legislación ecuatoriana, la recepción de pleno derecho se aplica como consecuencia del silencio de la entidad contratante ante el requerimiento expreso del contratista de efectuar la recepción definitiva del contrato.

Las multas llegaron cuando la contratista ya dio por entregado el contrato. En noviembre de 2019, el Municipio impuso una multa por USD 4,6 millones.

Esa multa, al igual que las garantías de fiel cumplimiento del contrato, no han podido ser cobradas porque existe una medida cautelar del consorcio CITA ante el Tribunal de Comercio de París.

En su respuesta a la Contraloría, la directora del Tranvía en ese periodo, Carolina Ormaza, explicó que el Municipio de Cuenca se opuso a la recepción de pleno derecho y presentó una demanda que aún se encuentra en juicio en el Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo de Cuenca.

“De ser favorable la sentencia para el GAD, el contrato volvería a su estado anterior y puede darse por terminado o recibido”, asegura.

Los repuestos dependen de un proveedor único

Los tranvías reciben mantenimiento en el patio taller antes de salir al recorrido en su taller en la avenida México, en Cuenca, en mayo de 2022.

Los tranvías reciben mantenimiento en el patio taller antes de salir al recorrido en su taller en la avenida México, en Cuenca, en mayo de 2022.  Xavier Caivinagua

A estos líos administrativos, se suma otro asunto que la administración local debe resolver: la compra de los repuestos para la operación del tranvía, que ha empezado a dar problemas.

Desde hace unos seis meses, por ejemplo, hay daños técnicos en el sistema APS, que es el que permite a los trenes tomar energía eléctrica de un tercer riel tendido en el piso, en lugar de una catenaria.

Este sistema se aplica en una extensión de 4,2 kilómetros, cuando el tranvía atraviesa el Centro Histórico de Cuenca. En ese tramo hay cajas de alimentación eléctrica que están bloqueadas y requieren arreglo, pero la reparación no es sencilla.

El coordinador del Tranvía, Jorge Moscoso, explica que, al tener una tecnología determinada, el único proveedor de los repuestos para el sistema es la empresa francesa Alstom, con la que hay controversias por resolver.

Moscoso recalca que en el contrato original que se firmó en 2013 con el consorcio CITA, Alstom se compromete a tener el stock de repuestos, “pero no hay una obligación contractual, no hay un compromiso para suministrar en el menor tiempo posible y de forma prioritaria los repuestos que se requieren”, explica Moscoso.

El lote actual de repuestos está al límite, admite el funcionario y asegura que la Municipalidad ya inició el proceso de compra, pero no ha podido avanzar “por las diferencias en las leyes de contratación pública de Ecuador y Francia”. 

El monto destinado para la adquisición es de USD 2 millones y la dirección del Tranvía aspira concretar la compra este año o hasta inicios de 2023. 

Otro pendiente que debe resolver el Municipio cuencano en los próximos meses es la integración del sistema con los buses urbanos, que está trabada por la negativa de la Cámara de Transporte de Cuenca.

La meta de la administración municipal es llegar a 50.000 pasajeros por día. Actualmente son 16.000. Para cumplir ese objetivo, se requiere la integración de cinco líneas alimentadoras en los próximos años.

El director del tranvía asegura que si se cumple la meta de 50.000 pasajeros hasta el 2027, el sistema podrá sostenerse económicamente.