Deportivo Quito atraviesa una crisis que lleva al menos 15 años y que parece no tener fin
La situación que vive el Deportivo Quito no es nueva. El equipo de la Plaza del Teatro lleva, al menos, 15 años de malas decisiones, lo que han llevado al club a estancarse en la Segunda categoría y a acumular fracaso tras fracaso. Esta es la crónica de un colapso.

Jugadores del Deportivo Quito, durante un partido amistoso, el 22 de enero de 2025.
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Hace casi 15 años, Deportivo Quito consiguió su último campeonato nacional. De la mano de Carlos Ischia, el equipo 'azulgrana' alcanzó su quinto título. Fue una época dorada para la 'AKD' que ganó tres campeonatos en cuatro años. Sin embargo, esa misma gloria fue, simultáneamente, el inicio de su colapso financiero y deportivo.
Los gastos excesivos en la conformación de los planteles hicieron del Deportivo Quito el equipo más caro del campeonato ecuatoriano. La dirigencia de 2011, presidida por Fernando Mantilla (años más tarde caería preso), invirtió alrededor de USD 9,3 millones en la plantilla campeona, generando un déficit que solo ese año superó los USD 5,3 millones.
La crisis no se debió a la mala racha o malos resultados, sino al exceso de gasto en sueldos y primas para ganar los títulos de 2008, 2009 y 2011.
- Fernando Mantilla, expresidente del club entre 2009 y 2012, fue sentenciado a seis años de prisión en 2015. Su condena no estuvo relacionada directamente con la deuda del Deportivo Quito, sino por el delito de lavado de activos. La investigación de la Fiscalía apuntó a un presunto desvío de fondos que ascendía a unos USD 8,8 millones de la compañía de seguros QBE (donde también se desempeñaba como representante legal) hacia cuentas en el exterior.
En 2012, la crisis ya se empezó a sentir en Deportivo Quito. Los jugadores se paralizaron varias veces por atrasos en el cobro de sus salarios. La deuda acumulada se volvió inmanejable y detonó una profunda inestabilidad dirigencial: el club tuvo seis presidentes entre octubre de 2012 y octubre de 2014: Iván Vasco, Fernando Mantilla, Santiago Ribadeneira (también cayó preso) y Joselito Cobo, en un intento desesperado por tapar los agujeros financieros.
La deuda explotó a mediados de 2014, cuando informes internos calcularon que el Deportivo Quito debía alrededor de USD 20 millones, incluyendo deudas a jugadores, exjugadores, entrenadores, SRI, IESS y un sinnúmero de acreedores.
El Deportivo Quito se convirtió en uno de los equipos más sancionados por la FIFA y la Federación Ecuatoriana de Fútbol, lo que provocó la disminución permanente de puntos por demandas de exjugadores. Eso aceleró su descenso a la Serie B, en 2015.
El desplome del cuadro chulla continuó. La crisis se agudizó en la Serie B (2016), donde el Deportivo Quito fue víctima constante de la Comisión Disciplinaria de la FEF. Las deudas pendientes con la Agremiación de Futbolistas (AFE), que para ese momento superaban los USD 800.000, resultaron en suspensiones continuas que impedían al club presentarse a sus partidos.
La sentencia final ocurrió en septiembre de 2016, cuando la FEF aplicó el reglamento que estipula el descenso automático de categoría si un club no se presenta a dos encuentros oficiales por estar inhabilitado. El Deportivo Quito, al acumular esta doble suspensión debido a su incapacidad para pagar, perdió la categoría y cayó al infierno de la Segunda Categoría.
- Otro de los dirigentes envueltos en problemas judiciales fue Santiago Ribadeneira, quien presidió el club brevemente. Su condena no se relacionó directamente con la gestión deportiva, sino con su rol como presidente del Consejo Consultivo de la empresa Proinco. En 2017, Ribadeneira fue sentenciado a 13 años de prisión por el delito de estafa masiva.
- El fallo judicial determinó que la empresa realizó captación ilegal de dinero del público, a través de empresas relacionadas que ofrecían alta rentabilidad, causando un perjuicio a más de 1.300 personas que se estimó cercano a los USD 100 millones. La participación de exdirigentes en escándalos de corrupción y delitos financieros, como Mantilla y Ribadeneira, evidenció que la crisis del Deportivo Quito era un síntoma de problemas estructurales mucho más profundos.
Jugar en Segunda no fue lo peor para Deportivo Quito. Después de una temporada en esta categoría, para la temporada 2018, el club bajó al Fútbol Amateur, también por deudas que la dirigencia no pudo pagar a tiempo.
Para ese entonces, el club estaba presidido por Juan Manuel Aguirre, que se fijó como uno de sus objetivos, calcular la deuda total del Deportivo Quito. Después de varios meses de buscar acreedores, la dirigencia del equipo de la Plaza del Teatro reconoció lo que llamó "la deuda en firme", en alrededor de USD 8 millones.
¿Cuál era la deuda en firme? Todos aquellos pagos pendientes a jugadores, exjugadores, exentrenadores y sus cuerpos técnicos, empresarios, prestamistas y un sinnúmero de personas que tenían cheques, pagarés, letras de cambio o algún documento que certifique que tenían dinero por cobrar.
Pero reconocer la deuda no alcanzó. En diciembre de 2018, la FIFA conminó a la FEF a relegar a Deportivo Quito al Fútbol Amateur, no por los USD 8 millones, sino por una deuda pendiente de USD 45.000 con el exfutbolista argentino Martín Andrizzi.
El club compitió en 2019 en el Fútbol Amateur y ese año ganó la Copa Pichincha, lo que le otorgó el cupo para ascender de vuelta a la Segunda Categoría de Pichincha para la temporada 2020.
La Segunda categoría ha sido un viacrucis para el Deportivo Quito. Lleva seis años seguidos intentando llegar a la final del torneo nacional para conseguir el ascenso a la Serie B. Pero nada, han sido seis temporadas de fracasos.
En 2020, la 'AKD' cayó en dieciseisavos de final de la Fase nacional de ascenso; en 2021 perdió en octavos de final; en 2023 se despidió en cuartos de final; en 2024 no superó ni el torneo provincial y en 2025 se despidió en octavos de final, tras perder la serie ante Mineros SC, de manera dramática.
Los últimos meses en Deportivo Quito han estado marcados por el regreso de la familia Chiriboga y la llegada de los hermanos Carrera. En 2024, Erick Chiriboga, hijo de Luis Chiriboga, asumió como gerente de marketing.
- Luis Chiriboga Acosta fue sentenciado, en 2016, a seis años de prisión por la justicia ecuatoriana por el delito de lavado de activos, tras ser hallado culpable de recibir sobornos por la venta de derechos de televisión de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
- Por este mismo caso, la FIFA lo sancionó de por vida para ejercer cualquier cargo en el fútbol. A pesar de eso, Luis Chiriboga ha asistido con frecuencia a partidos del Deportivo Quito dentro y fuera de Quito. No se conoce si es que el expresidente de la FEF tiene algún otro vínculo con el equipo azulgrana.

Aunque cada año los hinchas se ilusionan con el ascenso y el regreso, al menos, a la Serie B, lo que en realidad ha ocurrido en la última década ha sido decepción tras decepción.
Los fieles aficionados del equipo azulgrana han respondido a todos los llamados de las dirigencias, han asistido a los estadios, se han hecho socios, han participado de todas las actividades, pero el club sigue en Segunda categoría y continúa endeudado.
Si bien la deuda no se ha ampliado, tampoco ha logrado disminuir considerablemente. Los mismos dirigentes han reconocido que el déficit supera los USD 4 millones, una cifra demasiado grande para un club que no volverá a jugar hasta marzo de 2026, cuando debería empezar la Segunda categoría.
Dentro del Deportivo Quito hay voces disidentes que cuestionan la actual gestión del equipo. De hecho, ahora mismo se vive cierta incertidumbre, porque no se sabe qué va a pasar con el equipo de fútbol y tampoco con el club.
Todo esto, mientras en 2026, el equipo cinco veces campeón del fútbol de Ecuador, cumplirá 15 años sin jugar en la Serie A.
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