¿Beccacece toca fondo? Estas son las calificaciones de Ecuador luego del gris empate ante México

Tapó todo el partido con un rostro apesadumbrado, como si fuese conciente de que, si él fallaba, todo se hundía. Sí, paró un par de balones que maquillaron un primer tiempo estremecedor. También se lució en el tramo final. Otra vez, fue el mejor del partido en Ecuador. 

Ni el Chapulín Colorado en sus aventuras más desopilantes se equivocó tantas veces y con tantos suelazos. Lo malo es que, por su culpa, sí cundió el pánico. Se fue al minuto 27 y fue inevitable escuchar un crak: el DT le rompió el corazón. ¿Se romperá el camerino?

Perdió las marcas en algunas ocasiones e incluso le cabecearon en sus barbas. Sufrió más de la cuenta.

¿Iván Hurtado, eres tú? En lugar de reventar la pelota quiso salir jugando y ensayar una pared con Vite, lo cual salió fatal y derivó en el gol de camerino de México. Pero lo peor es que se negó permanentemente a ceder la pelota a Alcívar para salir jugando desde el fondo. 

Le tocó ser lateral por izquierda y no ganó ninguna pelota.

Cobró el penal con oficio. Pero en general bailó más que Shakira, sin recuperar ningún balón. Por ahí se quiso mandar un lujo, un taco que solo contribuyó a exasperar más el ambiente.

El gol que le regaló a México a los dos minutos del pitazo inicial fue lo más vistoso que hizo. Pasó escondido en lugar de posicionarse para la salida. Y, en lo poco que tocó la pelota, causó angustia a sus compañeros. 

Si alguien armase un crucigrama con jugadores de la Tricolor, de Alan Franco pondría esto: Futbolista que juega de todo y de nada al mismo tiempo. 

Cuando pasó a la derecha, pudo mostrar las condiciones que lo llevaron al fútbol de Italia. Intentó por varios frentes, pero era demasiado pedirle que gambetee a cinco rivales. Al final, se quedó sin aire y paso sus últimos momentos muy lejos de las jugadas importantes.

Cuando empezó el partido, no quedó claro de qué estaba jugando. Y, cuando Preciado se fue al minuto 27 y pudo reacomodarse, desapareció como Houdini. No volvió para la segunda parte.

Propició el penal en el primer tiempo, pero dejó escapar un par de opciones para anotar. A su edad mostró más velocidad que sus compañeros más jóvenes.

Ingresó de sopetón por el desplome de Preciado y tardó en entrar en calor. Pero fue de menos a más, acelerando los ataques e involucrando al equipo para juntarse. A ratos, nos hacía olvidar que la Tricolor estaba jugando pésimo.

Le rompieron la camiseta y casi reparte puñete tras una falta sobre Kendry. Pero esto es fútbol, no los quiños del año.

Por segunda ocasión consecutiva, Ecuador no propuso mucho y tampoco se mostró sólido en la defensa, que era de nivel premium. Los experimentos no funcionaron y el equipo lució mucho más inofensivo de lo que ya era habitualmente en el ataque. Línea por línea, México fue superior. Otro demérito está en que quedó la sensación de que Ecuador, sin las figuras que en esta ocasión no fueron convocadas, se convierte en un equipo gelatinoso y poco preciso. Pero lo más grave es que un jugador debió ser cambiado a los 27 minutos por bajo rendimiento. Esto, y el gol de camerino, son alertas de una baja calidad que contradice la gran campaña en las Eliminatorias.