El cuarto episodio de 'Chespirito' muestra el nacimiento del legendario Chavo... y de la fama de controladora de Florinda Meza
La serie 'Chespirito: sin querer queriendo' llegó a su cuarta parte, enfocada en la creación del Chavo y de los demás personajes de la vecindad. ¿Qué se alteró esta vez?

Escena del cuarto episodio de la serie 'Chespirito sin querer queriendo'.
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HBO Max
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Llegó el cuarto episodio de 'Chespirito: sin querer queriendo', la serie sensación en América Latina. Otra vez estamos ante un relato que muestra, por un lado y en clave romántica, de dónde le brotaba la inspiración al actor, director y guionista mexicano Roberto Gómez Bolaños, y por otro, cómo era percibida la actriz Florinda Meza, hasta ahora la —¿injusta?— villana de esta bioserie.
En este cuarto episodio se cuenta el origen de 'El Chavo del 8', luego llamado simplemente 'El Chavo', el hit más grande de la carrera de Roberto Gómez Bolaños y por el cual se hizo irremediablemente famoso en América Latina, con todo Brasil incluido.
Otra vez, se ensalza al escritor que extrae de la vida cotidiana y de los recuerdos las ideas para sus textos y programas. Todo desfila y se vuelca frenéticamente en la máquina de escribir. Esa vencindad de clase media y ese patio cuyos fregaderos eran el epicentro del chisme. Esa gorrita con orejas para el frío. Ese barril, símbolo del refugio emocional. Ese vendedor de globos tomado por asalto por los niños en un parque.
En fin, un seguidor de 'El Chavo', e incluso un televidente casual, no puede sino conmoverse por el nacimiento de uno de los programas en español más querido de todos los tiempos.
Claro que, como ha sido la tónica de esta ficción, hay saltos en el tiempo que a veces pueden resultar molestos. Y, como también ha sido habitual, las licencias creativas desvirtúan algunos hechos y crean polémica. Por ejemplo, se muestra que la exiliada española Angelines Fernández, quien interpretó a La Bruja del 71, llegó al 'El Chavo' impuesta por el odiosísimo ejecutivo del Canal 8.
Eso no fue cierto. La actriz Angelines Fernández, aunque está fielmente caracterizada —con todo y cigarrillo—, en realidad fue contratada por recomendación de Ramón Valdés, amigo y colega con quien incluso formó parte de una película de Cantinflas. Ramón Valdés se lo pidió a Chespirito y él accedió porque confiaba en 'Monchito' y, de todos modos, Angelines Fernández era perfecta para encarnar a Doña Clotilde.
La manera en que fue reclutado Édgar Vivar, que interpretó al Señor Barriga, también fue distinta en la vida real y no partió de un comercial de televisión, sino de una casualidad en un set por unas risas incontrolables. Lo curioso es que Édgar Vivar es una especie de asesor histórico de 'Chespirito: sin querer queriendo'.
Y se echa de menos al niño lustrabotas de Acapulco que Roberto Gómez Bolaños señaló como otra fuente de inspiración para su personaje.
Lo más polémico, sin embargo, viene por cuenta de cómo fue retratada Florinda Meza en este episodio, con su proverbial impertinencia desbordada al punto que, en plena comida del equipo de actores y sus familias en Acapulco, repartió leña a todos. Atacó a Ramón, a Édgar e incluso sostuvo un cortocircuito con Graciela, la esposa de Roberto Gómez Bolaños. Arruinó el almuerzo.
Esta escena intenta resumir el poder que Florinda Meza había alcanzado en 1978, al punto de creerse con el derecho de reclamar a Édgar por pedir un cuarto postre. Siempre corrió el rumor de que Florinda Meza causó que 'El Chavo' y en general todo el universo de Chespirito se derrumbase porque se convirtió en una codirectora de facto y con escaso tino, sin que Roberto Gómez Bolaños lo impidiera.
Pero esa destrucción no se mostró en este cuarto episodio, seguramente reservada para más adelante, porque aún restan cuatro partes más. La que ahora nos atañe cierra emocionalmente con las grabaciones de las primeras escenas de 'El Chavo', las que cambiarían para siempre las vidas de Chespirito y el elenco, al borde del salto a la fama continental.
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