"El trancón se movió 500 metros": Obras viales de la avenida de las Américas necesitan otras acciones para aliviar tráfico
Aunque la inversión de USD 18,5 millones mejoró la fluidez vehicular en un punto crítico del norte de Guayaquil, la congestión se trasladó a otras intersecciones. Expertos y usuarios coinciden en que hacen falta medidas adicionales como un plan vial integral y la modernización de la semaforización.

Vista área de los pasos elevados sobre la avenida las Américas e Isidro Ayora, en el norte de la ciudad, cuya segunda fase se inauguró 26 de mayo de 2025.
- Foto
Municipio de Guayaquil
Autor:
Redacción Primicias
Actualizada:
Compartir:
La congestión vehicular no ha desaparecido del corredor de la avenida de las Américas, uno de los más transitados del norte de Guayaquil, con hasta 140.000 autos diarios. Solo cambió de lugar. Así lo perciben usuarios de esta arteria vial, tras la reciente inauguración del doble paso elevado que se construyó a un costo de USD 18,5 millones y cuya segunda parte la inauguró el Municipio a finales de mayo.
“El paso a desnivel ha mejorado en general la fluidez del tránsito en el sector, pero en hora pico la congestión se trasladó a unas cinco cuadras, hasta el siguiente semáforo”, relata Carlos Julio Barrios, quien trabaja en la zona y transita por la vía a diario.
El problema es mayor entre las 06:30 y 07:30, en el horario de ingreso de las unidades educativas, en el sentido norte-centro -dice-, cuando la reducción de circulación provoca un atasco con filas vehiculares de hasta 500 metros, desde el nuevo puente a desnivel hasta el semáforo sobre la avenida Guillermo Pareja Rolando. “Luego de esa hora se tapona por momentos”, dijo Barrios.
Otro de los cuellos de botella críticos en la avenida se encuentra a dos kilómetros de distancia, en la intersección con la avenida Juan Tanca Marengo, donde ocho carriles de las dos avenidas se reducen abruptamente a cuatro, provocando un estrangulamiento.
Resultados desiguales
El segundo paso elevado de la avenida de las Américas e Isidro Ayora, frente al aeropuerto de la ciudad, entró en funcionamiento el lunes 26 de mayo de 2025, con el objetivo de mejorar la circulación vehicular hacia al centro.
Mientras que un primer puente a desnivel—en sentido centro-norte— se abrió en octubre de 2024 tras nueve meses de trabajos, para conectar con zonas del norte de la ciudad y con áreas densamente pobladas de cantones vecinos como Samborondón, Daule y Durán.
Miguel Sánchez, otro ciudadano que circula y trabaja en la zona, valora la intervención municipal. “Por las noches, en sentido centro-norte, se siente una mejoría. Antes se formaban grandes congestionamientos”, comenta. En ese sentido, según el Municipio, el primero de los dos pasos elevados abierto a circulación redujo los tiempos de traslados hasta en 20 minutos.
Aun así, Sánchez reconoce que en el sentido contrario por momentos persisten embotellamientos, a pesar de la prohibición de un giro a la izquierda que implementó la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) para mitigar el tiempo de la retención en el lugar.
La circulación debajo de los pasos elevados aún no se habilita, lo que puede también mejorar el flujo al permitir giros en "U" y la incorporación a la avenida de las Américas desde la Isidro Ayora, dijo el usuario.
PRIMICIAS solicitó a ATM datos de medición post-obra del segundo paso, pero hasta el cierre de esta nota aún no los proporcionaba. El plan de intervención contempla la construcción de una intersección tipo divergente en la Isidro Ayora, cuya entrega está prevista para finales de mes, según el Municipio.

La semaforización es clave
El ingeniero en tránsito y transporte Alejandro Chanabá, catedrático de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol), dice que este tipo de obras alivian puntos específicos, pero no resuelven de raíz los problemas de movilidad si no se acompaña de planes integrales y de un rediseño de todo el corredor vial.
“Cuando se destapa un cuello de botella con un paso elevado, los trancones aparecen más adelante. Lo ideal es que la vía mantenga una velocidad promedio constante, sin interrupciones, que creo que es lo que está buscando el Municipio incluso con presencia física de agentes de tránsito”, sostiene.
No obstante, asegura que se requieren medidas complementarias como la eliminación de cruces conflictivos, distribuidores de tráfico, y especialmente un sistema de semaforización inteligente.
Entre los puntos críticos en las Américas menciona los cruces con la Juan Tanca Marengo y con Plaza Dañín, donde se han suprimido cruces, una medida cuya efectividad debe evaluarse, según el ingeniero.
Uno de los mayores obstáculos para mejorar la circulación en Guayaquil, advierte Chanabá, es el rezago tecnológico en los semáforos, que impide regular el flujo según la demanda en tiempo real. “No están unificados. Son de diferentes marcas, años y tecnologías, y no se han podido coordinar desde un centro de control. Entonces se dificulta poner en línea o adaptar dinámicamente al flujo vehicular”.
En octubre pasado, la ATM adjudicó un contrato por USD 4,9 millones para la instalación de un sistema centralizado de semaforización y control de tránsito de Guayaquil, en una tercera fase del proyecto.
Compartir: