La nueva arquitectura: entre la innovación y la responsabilidad ambiental
La arquitectura actual ya no se limita a diseñar edificios, sino a responder a los desafíos de un mundo interconectado y en crisis ambiental. Estudiarla con una mirada global y sostenible se ha convertido en una necesidad para quienes buscan transformar las ciudades en espacios más habitables, inclusivos y resilientes.

Proyecto de diseño arquitectónico
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Alejandro Viteri
Autor:
Redacción Comercial
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Cada primer lunes de octubre se conmemora el Día Mundial de la Arquitectura, una fecha instaurada por la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) para reflexionar sobre el papel que desempeña esta disciplina en la construcción de un futuro sostenible. Lejos de ser solo una expresión estética, la arquitectura incide en la planificación urbana, la movilidad, la vivienda y el derecho a la ciudad.
En un contexto marcado por el crecimiento poblacional y el cambio climático, la figura del arquitecto se vuelve clave para diseñar espacios que equilibren desarrollo y sostenibilidad.
Una apuesta por la formación global
Ese horizonte es el que motiva a jóvenes profesionales a mirar más allá de las fronteras. Es el caso de Alejandro Viteri, un ecuatoriano de 26 años, oriundo de Ambato, que hace poco, viajó a Alemania para iniciar una maestría en arquitectura.
"La arquitectura significa en muchas ocasiones pensar ‘fuera de la caja’ para mejorar la calidad de vida de las personas mediante soluciones espaciales. Alemania es un país que vive en el futuro, por lo que espero enriquecer mi perspectiva con sus innovaciones.”
Alejandro Viteri
Apasionado por el diseño y el dibujo, Viteri sostiene que su interés por la arquitectura nació de la necesidad de responder a las demandas espaciales de las personas de una manera creativa y funcional. “Me apasiona pensar en las necesidades de la gente para poder satisfacerlas de manera ingeniosa e innovadora, además de contribuir a la estética de la ciudad”, añade.
Retos de la arquitectura contemporánea
Más allá de su experiencia personal, Viteri reflexiona sobre los desafíos que enfrenta la disciplina en el mundo actual. A su criterio, la construcción es la industria que más contamina en el mundo, por lo que reto más grande de la arquitectura es planificar la edificación disminuyendo el impacto ambiental.
Para ello, menciona alternativas que pueden marcar la diferencia: el uso de técnicas pasivas de confort térmico que reduzcan la dependencia de sistemas de climatización, la incorporación de paneles fotovoltaicos en las fachadas, la construcción con materiales locales que eviten largos traslados y el diseño de edificaciones duraderas que sean valoradas por las comunidades.
"El arquitecto debe planificar sus proyectos ajustándose a las necesidades de la gente. El usuario es el protagonista del edificio. Por eso se debe hacer un estudio del contexto —uso de suelo, clima, normativas locales— y de los requerimientos antes de proyectar”.
En este sentido, la arquitectura no solo se concibe como una disciplina técnica, sino como un factor determinante en la construcción de sociedades más equitativas y sostenibles. Desde el diseño de viviendas dignas hasta la planificación de ciudades resilientes frente al cambio climático, su papel trasciende los planos y se convierte en un compromiso con el bienestar colectivo. El Día Mundial de la Arquitectura recuerda justamente que el futuro de nuestras comunidades dependerá, en gran medida, de la capacidad de proyectar espacios que armonicen con las personas y con el planeta.
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