Proteger a Guayaquil es tarea de todos: “Más vida, menos fuego”
El Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil (BCBG) impulsa la campaña “Más vida, menos fuego”, un llamado urgente a la conciencia ciudadana para prevenir incendios forestales que ponen en riesgo la biodiversidad, la seguridad y la vida en la ciudad.

BCBG apagando incendio forestal
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BCBG
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El fuego ha dejado una huella preocupante en las áreas verdes y bosques de Guayaquil. En los últimos años, los incendios forestales no solo han sido más frecuentes, sino también más devastadores. En 2024 la cifra se disparó a 1.293 incendios, lo que representó un incremento del 120 % con respecto al año anterior. En lo que va de 2025 se han atendido 367 emergencias.
"A pesar de haber tenido un número alto de incendios este año, la tasa de afectación de hectáreas es la más baja, gracias a una planificación efectiva", analiza el mayor Carlos Salazar, jefe de la División Técnica Forestal y Ambiental del BCBG.
Las zonas con mayor recurrencia de siniestros son Socio Vivienda, Cerro Azul, Cerro Blanco y las extensiones hacia la vía a Daule. La vulnerabilidad también depende del valor de conservación de bosques como Cerro Blanco.
A continuación da un clic en cada año para conocer el número de incendios registrados desde el 2022.
Este panorama revela un patrón de creciente vulnerabilidad ambiental y social. Frente a ello, el BCBG refuerza su compromiso con la ciudad, no solo desde la respuesta inmediata a emergencias, sino también desde la prevención y la educación ciudadana.
La campaña “Más vida, menos fuego”
Conscientes de que apagar incendios no basta, el BCBG lanzó la campaña “Más vida, menos fuego”, cuyo lema es claro: Por un Guayaquil sin incendios forestales. La iniciativa busca llegar a la ciudadanía con mensajes que alerten sobre las consecuencias de prácticas como las quemas agrícolas, la acumulación de desechos y la negligencia en zonas de riesgo.
“El 95 % de los incendios forestales son provocados por la acción humana. Es indispensable que la ciudadanía entienda que una chispa puede desencadenar una emergencia que ponga en riesgo no solo al ecosistema, sino también a comunidades enteras”, enfatiza el mayor Salazar.
Capacidad operativa y tecnológica

Ante el desafío de enfrentar incendios cada vez más extensos y complejos, la División Técnica Forestal y Ambiental del BCBG ha demostrado capacidad operativa y eficacia.
“Contamos con personal altamente capacitado, tecnología de punta y equipos especializados que nos permiten actuar con rapidez para contener y liquidar el fuego”
Actualmente, esta unidad cuenta con 72 bomberos forestales especializados y 120 de refuerzo, respaldados por camionetas de respuesta rápida equipadas con bombas de agua y herramientas diseñadas para operar en terrenos difíciles.
A ello se suman drones de última generación, que permiten monitorear el avance de un incendio, analizar la cobertura vegetal y proyectar la posible expansión de las llamas. Esta combinación de preparación humana y recursos tecnológicos asegura intervenciones más rápidas y efectivas, consolidando al BCBG como un referente regional en la lucha contra incendios forestales.
Un compromiso respaldado por la normativa
La labor bomberil también se sostiene en la ordenanza municipal para la prevención de incendios forestales, que establece sanciones a quienes provocan siniestros y promueve una cultura de manejo responsable del fuego. Gracias a este marco legal, se coordinan acciones conjuntas con el Municipio de Guayaquil y el Ministerio del Ambiente, incluyendo un proyecto de detección temprana mediante cámaras.
“Esta ordenanza nos da un respaldo fundamental. No se trata solo de apagar incendios, sino de evitar que ocurran. La ley ayuda a que la ciudadanía entienda que la prevención no es opcional, es un deber con la ciudad y con el ambiente”, sostiene Salazar.
Con 190 años de historia, el BCBG reafirma su vocación de servicio y disciplina con una visión clara: proteger la vida y el entorno de Guayaquil. La campaña “Más vida, menos fuego” no solo es un llamado a la acción, sino un recordatorio de que el cuidado del entorno es una responsabilidad compartida.
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