La revisión y el cambio de llantas es un proceso básico para la seguridad vial, especialmente en el transporte escolar encargado de la movilización de los estudiantes.
De acuerdo al Código Orgánico Integral Penal (COIP), la sanción por conducir con neumáticos en mal estado es de 15 a 30 días de privación de libertad. En el caso de buses escolares, la pena puede ser duplicada por ser un servicio público.
"En el marco de regreso a clases en el régimen escolar Sierra, es importante poner a punto a las unidades y un paso fundamental es revisar las llantas."
Carlos Cruz, Gerente Comercial de Hankook Tire.
De acuerdo al experto, existen cuatro señales principales que indican que un neumático está en mal estado y que necesita un cambio urgente:
Labrado liso
El labrado cumple la función de mantener un agarre adecuado en el terreno; a pesar de que su desgaste no se puede evitar, se debe mantener revisiones periódicas de la profundidad de este.
Recuerde que el nivel de labrado mínimo debe ser de al menos 1,6 mm.
Desgaste desigual
Cuando un lado de la llanta tiene más desgaste que otro y, de igual manera, existen diferencias en cada una de las llantas, se produce un desbalance. Esto puede provocar vibraciones, desgaste excesivo, daños a la suspensión y otros problemas.
El vehículo tira hacia un lado aún conduciendo en línea recta
Esto significa que hace falta alineación, proceso que consiste en ajustar el sistema de suspensión del vehículo, el cual se encarga de conectar con las ruedas.Es recomendable realizar la alineación cada 10 mil kilómetros.
Kilometraje cumplido
La vida útil de la llanta está determinada por el uso adecuado de la misma y el desgaste natural de la banda de rodamiento que ocurre al rodar por las vías urbanas.
En el caso del transporte escolar, no existe un kilometraje definido. Sin embargo, es importante revisar las llantas antes de comenzar la jornada.