Obra que se presentó en la Capilla del Museo de la Ciudad desató controversia y llevó al Alcalde de Quito a pedir disculpas
Una obra de teatro drag queen provocó una serie de críticas hacia el Municipio de Quito. Se trata de una producción del colectivo UP Zurdas. El Arzobispo de Quito emitió una carta.

Imagen de una obra teatral presentada en el Museo de la Ciudad de Quito, el 29 de noviembre de 2025.
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Municipio de Quito
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Redacción Primicias
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Aunque la Capilla del Museo de la Ciudad fue desacralizada en 1998, el espacio guarda una "huella indeleble de identidad católica en la mente y el corazón de los quiteños". Ese mensaje del arzobispo de Quito, Alfredo Espinoza, consta en una carta abierta fechada el 1 de diciembre de 2025, en respuesta a la obra 'Aristócratas: crónicas de una marica incómoda', que se presentó en la capilla con autorización del Municipio de Quito.
"Inspirada en el universo de Pedro Lemebel, esta propuesta del colectivo UP Zurdas mezcla teatro, performance y postporno, es una apuesta en escena feroz, sin filtros y con el corazón en la boca". Así fue anunciada la obra de teatro drag queen por el Municipio. El evento se realizó en la capilla la noche del sábado 29 de noviembre y generó distintas reacciones.
¿La razón? La capilla del Museo de la Ciudad fue un espacio en el que se celebraron cultos religiosos hasta 1998. Familia Ecuador señaló que " la Alcaldía de Quito ha cometido blasfemia al permitir burlas como esta en lugares sagrados".
Sus representantes exigieron al Municipio de Quito "garantías de que jamás se vuelva a repetir, ni en Quito, ni en ninguna otra capilla del país".
El también colectivo Tradición y Acción Ecuador sostuvo que "lo sucedido no es un error menor ni un acto inocente: es una burla abierta a lo sagrado, permitida dentro de un espacio histórico ligado a la identidad religiosa de Quito y del Ecuador".
Este grupo se quejó de que "la capilla fue usada como escenario de desnudos, semidesnudos y expresiones de carácter pornográfico, incluyendo una imitación grotesca de la Virgen María".
"Reconociendo que todos los ecuatorianos gozamos constitucionalmente de los mismos derechos y deberes, siendo uno de ellos la libertad de expresión en sus diversas formas, considero que toda expresión artística o no, está llamada a respetar los derechos y deberes, la fe y las costumbres de todos aquellos que profesamos la fe católica", dijo el Arzobispo de Quito.
En ese contexto, monseñor Alfredo Espinoza consideró que la "obra ofende gravemente la sensibilidad y la tradición histórica de la comunidad católica". Por ello, recomendó a las autoridades "el uso adecuado de aquellos espacios que en los cuales se profesó y profesa la fe católica".
Alcalde Pabel Muñoz pidió disculpas
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, pidió disculpas. En la sesión del Concejo Metropolitano del martes 2 de diciembre de 2025, aseguró que no conocía detalles de los eventos que se programan en los museos de Quito ni las obras que se presentan en esos espacios.
"No soy responsable de lo que ocurrió el fin de semana; sin embargo, no tengo ningún empacho en pedir disculpas públicas por las molestias causadas en el ambiente católico”, dijo el alcalde Muñoz.
Y añadió que la disculpa no responde a una censura, sino a un principio de respeto. “Coincido en que no estamos para censurar, en lo absoluto, pero esto no se compadece con la marca de mi administración, que es el respeto absoluto e irrestricto a todas las diversidades, incluida la diversidad religiosa”, dijo.
Fundación Museos de la Ciudad reaccionó
"Lamentamos haber afectado las creencias de una parte de la ciudadanía", dijo la Fundación Museos de la Ciudad, en un comunicado. "Respetamos profundamente la diversidad cultural, social y también religiosa presente en nuestra ciudad", agregó.
"Sabemos que existen colectivos con posiciones diversas y reconocemos esas preocupaciones; nuestro rol institucional es garantizar que todas las voces puedan existir sin que ninguna vulnere los derechos de otra", señaló la Fundación, que recordó que la Capilla del Museo de la Ciudad "es un espacio desacralizado; no es una iglesia desde 1998, cuando cambió su uso para convertirse en el Museo de la Ciudad y se utiliza exclusivamente para fines culturales".
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