¿Cuál es el origen de las caminatas a la Virgen del Quinche?
La Virgen del Quinche mantiene una tradición de más de cuatro siglos que reúne a miles de devotos cada noviembre. Este es el origen de su peregrinación, la segunda más grande de Ecuador.

Imagen de archivo de peregrinos en el Santuario de la Virgen del Quinche.
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Facebook Santuario de El Quinche
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La caminata a la Virgen del Quinche es la segunda peregrinación más grande de Ecuador, después de la romería al Santuario de El Cisne, en Loja.
En Quito, los devotos recorren cerca de 50 kilómetros cada año para agradecer los dones recibidos y pedir favores, pues se considera una de las imágenes católicas más milagrosas del país.
Con más de 400 años de tradición, esta expresión de fe se desarrolla durante la noche y madrugada en noviembre. En 2025, las jornadas se cumplirán el viernes 21 y sábado 22, desde las 18:00.
La historia de “La Pequeñita”
La historia de la Virgen del Quinche se remonta al siglo XVI, cuando un grupo de indígenas vio a la Virgen María en una caverna de Oyacachi, parroquia ubicada dentro de la actual Reserva Ecológica Cayambe-Coca.
Según la leyenda, la Virgen prometió liberarlos de los osos que atacaban a los niños en su territorio.
En esa misma época, en 1586, el artista Diego de Robles recibió el encargo de los indígenas de Lumbisí de realizar una copia de la imagen de Nuestra Señora de Guápulo.

Cuando concluyó la estatua, los habitantes de Lumbisí no tuvieron con qué pagar a Robles, por lo que el artista entregó la imagen a los indios de Oyacachi, a cambio de tablones de cedro fino para sus trabajos.
Los caciques quedaron asombrados al ver la imagen porque reconocieron en ella los rasgos de la señora que se les apareció en la cueva.
¿Cuándo empezaron las caminatas?
En ese lugar, la imagen hecha por Diego de Robles ganó fama por sus dones y, en 1604, se ordenó su traslado al pueblo de El Quinche, del que tomó finalmente su nombre y donde se le erigió un templo.
Tras dos siglos, esa iglesia tuvo que ser reconstruida por el terremoto de 1869, lo que permitió levantar el Santuario actual.

Las caminatas a la parroquia comenzaron cuando la imagen debió trasladarse desde Oyacachi hacia El Quinche, y luego también desde Quito, lo que motivó a que la capital la declarara Patrona y Protectora de la ciudad.
El 2 de mayo de 1958, el Santuario fue declarado Basílica menor por el papa Juan XXIII y, en 2015, recibió la visita del papa Francisco. Además, un mosaico de la Virgen del Quinche está presente en los jardines del Vaticano.
Es conocida como “La Pequeñita” porque mide 62 centímetros de alto. Fue construida en madera, sostiene un cetro en su mano derecha y con la izquierda abraza al Niño Jesús.
También recibe el nombre de “la Virgen de la Peña” por el viaje que realizó hace más de 400 años desde el páramo hasta El Quinche.

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