El alcalde Pabel Muñoz cambia otra vez a su personal de confianza para enfrentar sus dos últimos años de gestión

Un año después del primer remesón que ese produjo en el gabinete del alcalde de Quito, Pabel Muñoz, arranca una nueva serie de cambios en su equipo de confianza de cara a sus dos últimos años de gestión. Estos movimientos llegan en medio de un escenario político complejo, pues sobre él pesa un proceso de revocatoria del mandato que definirá su continuidad en el cargo.

Los dos primeros llegaron el 17 y el 19 de junio de 2025, cuando la secretaria de Desarrollo Económico y Productivo, Paola Romero; y el gerente de la Empresa de Aseo (Emaeo), Jorge Jaramillo, renunciaron a sus cargos. Este último lo hizo tras ser blanco de críticas en el Concejo Metropolitano por su gestión y por la "falta de planificación ante el fin del contrato con el consorcio Recobaq", asegura el concejal Fidel Chamba.

Para Chamba, la salida del exgerente obedece a que "mintió al decir que los 54 camiones de Emaseo cuentan con repuestos. Pero esto no es así porque solo se firmaron contratos para los repuestos de los chasis, que son de marca Iveco. Las cajas, que es donde se coloca la basura, son AMS y Econovo y no hay contratos para sus repuestos".

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Emaseo, sin embargo, desmintió esas declaraciones. En un comunicado difundido el 22 de junio de 2025 aseguró que la salida de Jaramillo se debe a "motivos de carácter personal, no a una crisis como maliciosamente quiere posicionar un sector político". Además, asegura que los servicios que brinda la entidad operan con normalidad.

A estas dos bajas se suma la salida del gerente de Quito Turismo, Etzon Romo, que dejó la empresa durante la tercera semana de junio de 2025. Sin embargo, él no dejará el Municipio, pues pasará a dirigir la Secretaría de Desarrollo Económico y Productivo, en lugar de Paola Romero.

Desde Quito Turismo informaron a PRIMICIAS que la entidad se encuentra bajo dirección de su coordinadora técnica, Alejandra Ordóñez, hasta que Muñoz nombre a un gerente definitivo.

Los cambios en Quito Turismo y en la Secretaría de Desarrollo Económico y Productivo coinciden con los problemas de gestión que han tenido a lo largo de 2025. Datos del propio Municipio revelan que las dos entidades apenas han ejecutado  el 0,73% y el 10,34% de sus presupuestos destinados a obras.

Se tiene previsto que las nuevas autoridades sean posesionadas oficialmente a partir del 30 de junio cuando Muñoz regrese a Quito tras su viaje a Corea del Sur.

Renuncias por baja ejecución presupuestaria 

La baja ejecución presupuestaria en las 10 administraciones zonales también provocó que el alcalde Pabel Muñoz pida la renuncia a las 10 encargados de estas dependencias.

"He pedido la renuncia a todos los administradores zonales para hacer una evaluación, y ya veremos quiénes son los que se quedan sobre la base del trabajo que pueden haber hecho”, dijo Muñoz. 

Según cifras del Municipio, las 10 administraciones zonales tienen un promedio de 3,1% de ejecución presupuestaria de inversión, es decir, en realización de obras. Las tres más bajas no llegan ni al 2%: Calderón, con el 1,2%; Quitumbe, con el 1,3%; y Manuela Sáenz, con el 1,6%.

La concejala Analía Ledesma califica a esta situación como "grave porque la falta de ejecución en las administraciones zonales, afecta a los vecinos de la ciudad".

La funcionaria agrega que "los administradores zonales tienen que conocer la necesidad de las personas y no ser parte de un reparto". Mientras que el también concejal Andrés Campaña dice que los administradores deben ser "cesados de inmediato porque Quito no puede seguir esperando a funcionarios que no cumplen con el nivel que demanda la ciudadanía".

Aumentan las críticas

El ambiente en el Concejo Metropolitano es cada vez más tenso. Los concejales de oposición arrecian en sus críticas a diario.

El concejal Andrés Campaña, por ejemplo, considera que uno de los principales errores que ha cometido el Municipio ha sido la falta de gestión y transparencia los diferentes contratos que han estado en sus manos.

Pone como ejemplo, el contrato de mantenimiento de los trenes del Metro de Quito y la compra de los 60 trolebuses eléctricos por los que el Municipio pago USD 35,3 millones y cuyo contrato ahora se encuentra en la mira de la Contraloría.

En esta línea, el concejal Bernardo Abad considera que el alcalde está "desesperado y nervioso, lo que provoca más tensiones en el Concejo y menos soluciones para la ciudad".