Un robo en el área de carga del aeropuerto de Quito puso en la mira a los responsables de la seguridad ¿cómo trabajan?
Un guardia de seguridad, ahora procesado, aprovechaba un “punto ciego” en la zona de transferencia de carga en Tababela. Empresas se deslindan de responsabilidad en su contratación.
%pie%
Autor:
Andrés Salazar / Nelson Dávalos
Actualizada:
Compartir:
En el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de Quito, ubicado en Tababela, la madrugada del 20 de julio de 2025 terminó con la captura de un guardia de seguridad privada que robaba mercancías de la carga internacional.
El caso reveló un posible punto vulnerable en la cadena de custodia de los envíos: la zona de transferencia, un espacio intermedio en el que ninguna de las empresas involucradas en el control asume del todo la responsabilidad directa sobre el personal que lo custodia.
La investigación de la Policía Nacional se activó a inicios de julio, cuando Tababela Cargo Center (TCC), la empresa que procesa el 100% de la carga aérea internacional de importación en Quito, recibió reclamos de importadores. Los paquetes llegaban incompletos, con cajas perforadas y artículos faltantes.
Al revisar las cámaras, los agentes identificaron comportamientos inusuales en un guardia: se escondía entre la carga, manipulaba los bultos y se dirigía al baño. El involucrado estaba ocultando objetos de valor en una mochila.

En flagrancia, fue detenido con un celular, documentos, prendas de vestir y varios dispositivos electrónicos. La posterior inspección de su domicilio, en Puembo, permitió recuperar seis laptops, una tablet, 38 celulares y accesorios.
Según el propio detenido, actuaba con un cómplice, aunque hasta el momento no hay más capturas.
¿Un “punto ciego” en la seguridad?
El robo se cometía en la zona de transferencia, ubicada a la altura de uno de los redondeles, donde las empresas que descargan la carga del avión (Talma o Swissport-EMSA) la dejan a la espera de ser recogida por TCC para su procesamiento y revisión aduanera.
Es un área de paso, fuera del control directo de la aduana y donde el guardia implicado debía, en teoría, solo vigilar.
TCC explicó que el ilícito ocurrió antes de que la carga estuviera bajo su custodia y que, una vez recibida, pasa por un sistema de monitoreo con más de 300 cámaras, trazabilidad GPS y controles de rayos X.

¿Quién contrató al guardia?
Todas las empresas vinculadas con la seguridad, consultadas por PRIMICIAS, deslindaron responsabilidades por las acciones de este trabajador. TCC asegura que no lo contrató. Swissport-EMSA admitió que el guardia pertenecía a una empresa privada subcontratada, pero insistió en que se trató de un hecho aislado, ajeno a sus procesos.
Quiport, administradora del aeropuerto, informó que cada operador contrata su propia seguridad y debe garantizar la idoneidad del personal.
La Empresa Pública Metropolitana de Servicios Aeroportuarios (EPMSA) negó cualquier relación con el caso y precisó que no contrata guardias para el área de carga aérea.
Mientras el guardia enfrenta un proceso judicial, la investigación continúa para determinar si hubo más personas implicadas.
Compartir: