Ante la falta de medicinas en los hospitales públicos, pacientes con cáncer crean su propio banco de fármacos
Pacientes con cáncer reciben donaciones de medicinas e insumos, debido a la crisis que padece el sistema público de salud. Aseguran que llevan varios meses sin acceder a sus tratamientos.
%pie%
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Jueves 7 de agosto de 2025. En la sala principal de la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer, en el norte de Quito, se reúne una decena de pacientes desesperados por la falta de medicamentos en los hospitales del sistema público de salud.
Están ahí porque desde el 31 de julio de 2025, un grupo de personas que venció la enfermedad y otros que aún luchan por superarla, crearon un banco de medicamentos para intercambiarlos y minimizar el impacto de la crisis hospitalaria.
Sentados en sillas de metal, dos sofás cafés y uno marrón, se presentan uno a uno. Un hombre con voz suave, que casi no se escucha dice: "Soy Edwin Llumiquinga, tengo 50 años. Hace un año empecé a convulsionar constantemente. Un día perdí el conocimiento y desperté en el Hospital Eugenio Espejo".

A los pocos días fue diagnosticado con un tumor en la cabeza. "Desde hace cuatro meses no me entregan la medicina. Necesito cuatro pastillas diarias de levetiracetam para controlar las convulsiones. En este tiempo he gastado USD 180 mensuales, pero desde hace 15 días ya no he tomado porque no tengo dinero", dice con la mirada clavada en el piso. Todos se quedan en silencio.
Quien toma la palabra es de Hilda Guanipa. Llegó en representación de su hermana, quien se encuentra internada en el Hospital Carlos Andradade Marín por un cáncer de intestino. "Es la segunda vez que presenta un tipo de cáncer. Ya le amputaron una pierna y ahora apareció este nuevo problema", se lamenta.
Cuenta que cada semana gasta más de USD 200 en medicamentos e insumos. "Ahora vengo por bolsas de colonoscopía porque no hay nada en el hospital", dice visibiemente molesta.
Este reclamo se repite en cada uno de los pacientes. Algunos llevan uno, dos, tres y hasta siete años luchando contra el cáncer. Otros, en cambio, escuchan y mueven la cabeza haciendo un "no", recordando lo que es sufrir por esa enfermedad.
Uno de ellos es Hilda Naspud. Hace siete años venció el cáncer de colon. Llegó a la Fundación para donar medicamentos que ya no utiliza. "Solo alguien que sufrió esta enfermedad sabe lo que significa no tener medicamentos y la desesperación que se siente en esos momentos", dice.

Esta mujer cuenta que, pese a estar en proceso de remisión —desaparición del cáncer—, las secuelas de las quimioterapias son "terribles". Detalla que este agresivo tratamiento le provocó la pérdida de la memora, artitris, caída del cabello y fragilidad en las uñas. "Hay días que camino por la calle y no recuerdo a dónde voy o qué tenía que hacer. Me siento y respiro hasta recuperar la memoria", relata.
En un pequeña oficina en la que los pacientes firman la recepción de los medicamentos está Cynthia Sánchez. 32 años, risueña, sobreviviente de leucemia linfoblástica aguda, un tipo de cáncer que ataca a la médula y a la sangre.
La falta de un tratamiento para vencer esta enfermedad la obligó a buscar la forma de salir del país en busca de una esperanza de vida. En 2024 viajó a Estados Unidos, específicamente a Houston, para recibir tratamiento en el Hospital Anderson Cancer Center. "Gracias a Dios fui sujeto de prueba en el hospital y por eso pude recibir quimioterapias gratuitas", dice.
Sin embargo, ese tratamiento provocó daños en su organismo, por lo que los médicos le recomendaron cambiar a la inmunoterapia con células madre. El problema es que es esta terapia cuesta alrededor de USD 4.000 mensuales. "Por suerte, el Hospital Anderson Cancer Center tiene un convenio con una empresa extranjera y acordaron que el tratamiento costará USD 18.000 por el tiempo que sea necesario", detalla.
Al no necesitar otro tipo de medicamentos, Sánchez llegó a la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer para regalar medicamentos que tiene en casa. "Esta enfermedad te enseña a ser valiente y a tener empatía. Qué mejor que una persona pueda luchar contra el cáncer con tu ayuda", dice.
"Es injusto lo que deben sufrir los pacientes"
Gustavo Dávila, presidente de la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer, dice que el banco de medicamentos nació como respuesta a la falta de fármacos que padecen los hospitales del Ministerio de Salud y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
"Cuando uno ve que los pacientes lloran por la falta de medicamentos o que dicen que tienen miedo de morir, uno busca la forma de ayudar. Es así como nació la idea del banco de medicamentos", dice el activista.

Detalla que el banco se alimenta de los medicamentos que los mismos pacientes donan para entregarlos a otros que los necesitan. Desde el 31 de julio, cuando se creó la inciativa, 58 pacientes han recibido diferentes tipos de insumos y medicnas de manos de 30 donantes.
"Calculamos que las donaciones llegan a USD 10.000. Pese a que se trata de una cifra considerable, hay que decir que hemos entregado hasta morfina, que es lo más básico para morir y eso no es justo" reclama.
Dávila adelanta que el banco dejará de funcionar cuando la entrega de medicinas se normalice. Aunque está consciente de que es un anhelo que está lejos de cumplirse.
Compartir: