Japón apuesta por la tecnología para sostener el bienestar y la salud del futuro
La Expo Osaka, que cerró sus puertas el 13 de octubre de 2025, se convirtió en el espacio en el que Japón puso en escena robots cuidadores, sensores de salud, IA para accesibilidad, ciudades inteligentes, y muchos otros avances.

Una vista panorámica de Feria de Osaka.
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PRIMICIAS
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Japón, el país más longevo del mundo, está reinventando la tecnología no para deslumbrar, sino para sobrevivir. Eso quedó en evidencia en la Expo Osaka, a exposición universal que se llevó a cabo entre el abril y octubre de 2025, en la que el país anfitrión expuso una visión del futuro, en la que la tecnología juega un papel importante para la salud y el bienestar.
El tema de la Expo Osaka fue “Diseño Futura sociedad para nuestras vidas”, y eso quedó en evidencia a lo largo de los distintos pabellones que estuvieron en la exposición.
Desde el uso de algas para la generación de energía eléctrica, hasta androides que podrían, en un futuro, recibir las memorias de los fallecidos, la exposición puso en escena un futuro hacia el que Japón busca caminar.
PRIMICIAS visitó la Expo Osaka en septiembre de 2025, y recoge aquí algunos de los avances tecnológicos que estuvieron en exposición, ante miles de visitantes de todas partes del mundo.
Una lámina que hace latir el corazón
En uno de los pabellones más concurridos de la Expo Osaka, una lámina del tamaño de de un pulgar llamaba la atención de todos por una razón insólita: latía.
No se trataba de un dispositivo electrónico ni de un truco visual, sino de una capa de células del músculo cardíaco. La imagen era tan hipnótica como desconcertante: un tejido vivo, cultivado en laboratorio, reproduciendo con precisión el ritmo de un corazón humano.
La demostración buscaba mostrar uno de los avances más prometedores de la biomedicina japonesa: la posibilidad de generar tejidos biológicos personalizados para reparar corazones dañados. La lámina, desarrollada por el profesor Yoshiki Sawa de la Universidad de Osaka, es desarrollada a partir de células madre pluripotentes inducidas (iPS).

Las células iPS son células artificiales transformadas por los científicos para que vuelvan a un estado similar al de una célula madre. Desde ahí, pueden convertirse en casi cualquier tipo de célula: corazón, neuronas, retina, etc. Este avance fue descubierto por el profesor Shinya Yamanaka, quien recibió el Premio Nobel en 2012 por ello.
Es decir, las células de la lámina son células reprogramadas para ser cardiomiocitos, que laten como un corazón: se contraen y son capaces de simular la actividad eléctrica y mecánica del corazón.
La lámina ya ha sido aplicada con éxito en pacientes de entre 50 y 80 años, que han logrado recuperar su estilo de vida. El profesor Sawa, en una entrevista, aseguró que ya tienen cinco años aplicando esta lámina en pacientes con miocardiopatía isquémica.
“No es algo artificial, son células. Es medicina regenerativa. Lo único que falta es poder hacer esta tecnología más masiva”, aseguró el profesor Sawa.

La tecnología del futuro
En el pabellón “Osaka Healthcare Pavilion - Nest for Reborn” de la Expo Osaka, los visitantes entraban a un podio de medición equipado con sensores y cámaras para escanear su cuerpo y capturar siete dimensiones de salud —cardíaca, músculo-esquelética, piel, cabello, dientes, ojos y cerebro—, según reportes oficiales.
Con esos datos, el sistema genera un avatar personal que representa cómo te verías hacia el año 2050, usando IA predictiva a partir de tus indicadores actuales.
La Expo también explora los límites entre la biología y la tecnología mediante androides de gran realismo diseñados por el profesor Hiroshi Ishiguro, un referente en robótica y el concepto de “avatar cibernético”. Su pabellón “Future of Life” (Futuro de la Vida) presenta más de 30 robots y avatares distribuidos en tres zonas: la historia de los objetos vividos, la sociedad a 50 años vista y una proyección milenaria de la humanidad.

Dentro de la discusión sobre estos androides, está el tema de la “continuidad del yo”, es decir la posibilidad de mantener la personalidad y la memoria de una persona a través de avatares digitales o robots
Aunque esto suena futurista, forma parte de una reflexión activa dentro del pabellón más conceptual.
Además, hay robots con IA que realizan mediciones biométricas sin contacto: por ejemplo, unos que toman tu ritmo cardíaco, presión y otros signos vitales mientras conversas con él. O que pueden estar conectados con un doctor real que no está presencialmente.

La energía de otras fuentes
En la Expo Osaka 2025, el “Electric Power Pavilion – Eggs of Possibilities” es una de las muestras clave dedicadas al futuro energético. Su forma exterior es un huevo gigante con diseño de diagrama de Voronoi, y su superficie plateada cambia según el clima y la luz del día, simbolizando las múltiples posibilidades que ofrece la energía para un futuro sostenible.
Al entrar, los visitantes reciben un dispositivo con forma de huevo que llevan colgado del cuello. Este “huevo de posibilidad” tiene sensores que vibran y se iluminan cuando se interactúa con diferentes estaciones del pabellón. A través de estas interacciones, los visitantes “coleccionan” posibilidades energéticas, lo que convierte la experiencia en algo muy interactivo, casi como un juego.
Hay cerca de 30 exhibiciones que muestran diversas tecnologías energéticas: desde fusión nuclear, energía mareomotriz, células microbianas (bio-energía), hasta transmisión inalámbrica de energía y bombas de calor.

Los juegos ingeniosos permiten a los visitantes experimentar conceptos como la generación a partir de vibraciones o movimientos, lo que hace que aprender sobre energía sea dinámico y lúdico.
En el Japan Pavilion de la Expo Osaka, uno de los grandes ejes es la tecnología con microalgas, especialmente en su “Farm Area”. Allí se cultivan especies como Botryococcus y Spirulina usando CO₂ y energía, demostrando cómo estos microorganismos pueden transformarse en materias primas valiosas.

Botryococcus, por ejemplo, es una alga con alto contenido de lípidos —ideal para producir biocombustibles—, mientras que la Spirulina circula por tubos transparentes en una especie de “cortina de algas vivas”, evocando un bosque verde en el interior del pabellón.
Más allá del cultivo, Japón exhibe una visión ambiciosa: usar microalgas para crear una industria circular basada en biología. En el “Factory Area” del pabellón se presentan productos hechos a partir de algas, como ropa con bioplásticos, cosméticos, resinas para PET y hasta combustibles para aviación.

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