1980: Barcelona SC vuelve a ser campeón nueve años después gracias a la chilena de Víctor Ephanor

Después del bicampeonato de 1970 y 1971, a Barcelona SC le costó volver a ganar. El Nacional se convirtió en el equipo más poderoso y se quedó con cuatro títulos en la década del 70, tres de ellos consecutivos: 1976, 1977 y 1978. 

Pero Barcelona SC solo era un gigante dormido. Ese año regresó Otto Vieira al banco de suplentes y armó un equipo que fue mejorando con el paso de los partidos, hasta quedarse con el título y provocar el delirio de sus hinchas.

Ese año, el campeonato ecuatoriano lo disputaron 10 equipos. Se jugaron dos etapas de todos contra todos y un pentagonal final. Hubo descensos a mitad de año y en esa temporada pierde la categoría, por primera vez, el Emelec.

Al pentagonal clasificaron: Barcelona SC, Técnico Universitario, Universidad Católica, América de Quito y El Nacional. El 'ídolo' del Astillero y el 'rodillo rojo en puntos y en gol diferencia.

Barcelona SC y Técnico Universitario jugaron un desempate. El primer partido lo ganó el equipo ambateño por 4-1, el segundo fue para el equipo 'torero' por 3-0 y el tercer y definitivo encuentro fue para Barcelona, 3 a 0.

Ese último partido se jugó el 14 de enero de 1981. A los 12 minutos, Víctor Ephanor recibió una pelota en el área, la piso con el pie derecho, se elevó y marcó uno de los goles más recordados en la historia del campeonato ecuatoriano. Su chilena hizo explotar a la hinchada amarilla que llegó a Machala.

En ese equipo de 1980 brillaron algunos nombres como el del recordado arquero Ayrton Correia da Arruda 'Manga', 'Pepe' Paes, Flavio Perlaza, Juan Madruñero, Galo Vásquez, Mario y José Tenorio, Félix Lasso, Wilson Nieves, entre otros.

El regreso de Barcelona SC de Machala a Guayaquil fue una verdadera locura. Los hinchas se volcaron a las calles a acompañar al campeón y ese día el 'ídolo' del Astillero paralizó Guayaquil, con bailes y orquestas en las esquinas.

Barcelona Sporting Club se convertía en el primer equipo en ganar seis títulos consecutivos en el fútbol ecuatoriano y su idolatría iba creciendo de manera considerable.