El 'camisetazo' de 1979, el título que Emelec le arrebató a Universidad Católica en el escritorio

El 9 de enero de 1980, el estadio Jocay de Manta no solo fue testigo de la coronación de Emelec como campeón nacional de 1979. Fue también el escenario del capítulo final de una historia que los hinchas de Universidad Católica recuerdan con amargura. 

Aquella tarde, el 'bombillo' venció 2-0 al Manta Sporting Club (no el actual Manta Fútbol Club), con un doblete de Lupo Quiñónez. Con eso, Emelec sumó 17 puntos, superó los 16 que tenía la 'chatoleí' y le arrebató el título que ya casi tenía en sus manos. 

Sin embargo, ese título de Emelec no se cocinó solo en la cancha, sino también en el escritorio. Todo comenzó en la quinta fecha de la liguilla final de 1979. Manta Sporting Club recibía a Emelec en el Jocay. 

Por reglamento, el equipo local debía usar su uniforme titular, pero el Manta salió con su camiseta alterna, la cual era muy similar a la de Emelec (azul y celeste). 

El partido empezó a jugarse, pero duró aproximadamente 30 minutos. Árbitros y jugadores se confundían, porque los uniformes eran muy similares y el encuentro se suspendió. 

Para evitar problemas con la hinchada que asistió al estadio, en ese momento se decidió jugar un partido amistoso, en el que Manta ganó 2 a 1. 

Emelec, amparado en el reglamento, reclamó los puntos argumentando la negligencia del manta por no presentar su uniforme principal. La Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), en una decisión salomónica pero controversial, ordenó que se repitiera el partido, pero al final de la liguilla final. 

Universidad Católica fue el mejor equipo de esa liguilla. Terminó los 10 partidos como líder con 16 puntos. Mientras que Emelec sumó 15 unidades, pero con el partido pendiente contra el Manta. 

Ese famoso partido se jugó el 9 de enero e 1980. Si Manta ganaba, Universidad Católica era campeón. Si había empate, obligaba a un partido adicional entre la 'Cato' y Emelec para definir al campeón. Y si Emelec ganaba, se llevaba el título. 

Emelec se impuso por 2 a 0, con doblete de Lupo Quiñónez, pero no faltó la polémica. Por decisión de Ernesto Guerra, quien era el director técnico, el Manta alineó con varios jugadores suplentes. 

Al final, nada pudo hacer la Universidad Católica que vio cómo le arrebataban un título que lo había ganado en la cancha; mientras que Emelec alcanzó su quinta estrella del campeonato nacional.

Los que brillaron

En 1979, el plantel de Universidad Católica estaba repleto de grandes jugadores. Polo Carrera, Juan Ramón Silva, Mario Enrique Raffart, Cristóbal Mantilla, Carlos Veglio, fueron los que más destacaron en esa temporada. Algunos hicieron historia con el club 'cammarata'. 

El entrenador era el argentino Antonio Ubaldo Rattín, quien construyó en Universidad Católica lo que muchos llamaron el 'equipo de ensueño'. 

Rattín armó un plantel competitivo, pidió el fichaje del 'Toti' Veglio y confío en zurda mágica Polo Carrera, en la inteligencia de Cristóbal Mantilla, en la fortaleza de Antonio Arias y en el poder defensivo de Washington Méndez, Fausto Carrera, Jhon Landeta y Frisco Cajape. 

Gracias a la campaña liderada por Rattín, la Universidad Católica se clasificó a la Copa Libertadores de 1980, un hito importante para el equipo en ese entonces.

¿Hubo revancha?

Nada podía darle a la Universidad Católica la alegría de conseguir un título. Sin embargo, el fútbol le dio al 'trencito azul' una pequeña revancha deportiva, poco tiempo después. 

El 23 de marzo de 1980, en la fase de grupos de la Copa Libertadores, la 'chatoleí' humilló a Emelec con un histórico 5-0 en el estadio Olímpico Atahualpa. 

Muchos consideraron que ese resultado fue la prueba de que la Universidad Católica era el verdadero campeón del Ecuador, a pesar de que el trofeo se lo llevó Emelec.

Hasta que llegó el título

Los años pasaron y la Universidad Católica sufrió altos y bajos, hasta que llegó el primer título. El jueves 18 de diciembre de 2025, el 'trencito azul' se coronó campeón de la Copa Ecuador, alcanzando el primer trofeo de primera categoría para sus vitrinas. 

Es el premio a una gran campaña, de la mano del entrenador Diego Martínez y varias figuras, pero sobre todo, el reconocimiento al esfuerzo y la paciencia de tantos años. 

No queda duda que este será el primero de muchos trofeos que llegarán al club 'cammarata', porque el esfuerzo siempre será bien recompensado.