De Ibarra a tres oros mundiales: La historia de Carlos Granja, el mejor escalador del país
Carlos Granja es el gran referente de la escalada deportiva en el Ecuador. Luego de obtener medallas a nivel panamericano y mundial, el ibarreño sueña con llegar a unos Juegos Olímpicos.

Carlos Granja, en el muro de escalada de Ibarra, el 17 de julio de 2025.
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Israel Mora / PRIMICIAS
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En la ciudad de Ibarra se encuentra la pared de escalada más grande del Ecuador. Es como un mini complejo para la práctica de este singular deporte, que ha tenido un crecimiento exponencial en nuestro país en los últimos años.
Fue en este lugar donde, hace 19 años, un pequeño Carlos Granja tuvo su primer contacto con esta disciplina. "Me inicié a los siete años, vivía aquí cerca, de hecho, y el que me impulsó fue mi tío, Paúl López, quien además ha sido mi entrenador desde entonces".
Carlos también practicaba natación, pero con el paso de los años se enamoró definitivamente de la escalada deportiva. "Fue una decisión difícil, en esa época este deporte no era tan conocido, pero creo que lo elegí por las sensaciones que genera, la comunidad que se forma y el ambiente de competencia. La gente siempre está apoyando y existe una buena vibra".
Observar este deporte en vivo es una experiencia única, ver cómo los escaladores, en apenas segundos, trepan por la pared hasta llegar a la cima. "Muchas veces se siente como si fueras a cámara lenta, creo que cuando uno hace su mejor marca es cuando menos lo está pensando".
Actualmente, Carlos tiene el récord nacional, con una marca de 5,35 segundos, que consiguió en esta temporada. "Recuerdo que esa vez sencillamente me desconecté del mundo y sentí todas las emociones, recién pude darme cuenta de lo que había hecho cuando vi el tiempo que había marcado".

Tres oros mundiales y el sueño olímpico
En 2014, Carlos Granja hizo historia al coronarse campeón mundial juvenil en escalada deportiva, en Francia. Fue uno de los momentos más emocionantes de su vida, aunque él opina que, más importante que esa medalla, fue la reacción que recibió al regresar al país.
"Fue bastante gratificante el hecho de que volvimos con el oro y, a partir de esto, hubo más apoyo para el deporte, mejoró la situación en todas las provincias".
La carrera del ibarreño continuó en ascenso y nuevamente se coronó campeón mundial juvenil en 2015, en Italia, y en 2017, en Austria.

Tras ese último título, a Carlos le llegó una noticia inesperada. Desde los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, la escalada se convertiría en un deporte olímpico.
"Yo lo vi como un cambio radical. Al principio, el sueño de todos era ser campeón en el Mundial de Escalada, pero ahora todos tenían ese objetivo de clasificarse a los Juegos Olímpicos, fue una motivación extra".
Además de sus tres oros mundiales, Carlos considera que el logro más importante de su carrera ha sido la medalla de bronce que obtuvo en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.
"Fue el evento que más me marcó. Fue durísimo, estuvo todo el equipo principal de Estados Unidos. Mi sueño era poder competir ahí, en un evento deportivo importante internacional y, cuando conseguí la medalla, entendí que siempre se puede lograr algo más".

¿Qué es y cómo se practica la escalada?
Carlos Granja se toma su tiempo para prepararse para subir a la pared. Es un ritual. El ibarreño saca sus zapatos especiales. Es un calzado muy apretado, de hasta tres tallas menos, el cual termina en punta. "Son como guantes para tus pies", describe.
De ahí, saca una bolsa y mete sus manos. Ahí se espolvorea el magnesio en sus dedos, es el mismo polvo que utilizan los levantadores de pesas y los gimnastas.
Para la práctica de la escalada, los deportistas prestan especial atención en fortalecer sus dedos. En este mini complejo, en Ibarra, hay aparatos donde los chicos y chicas pueden colgarse y entrenar sus manos y dedos, en distintas posiciones.

"La escalada se divide en tres modalidades", explica Carlos, como si estuviera dando una charla magistral de este deporte que tanto le apasiona. "El primero es 'dificultad', en el que el escalador debe subir, en una ruta desconocida, lo más alto posible".
"El segundo es el 'boulder', que tiene una pared inclinada, y el objetivo es resolver las rutas y los problemas en el camino. Y el tercero, que es la modalidad que practico, es 'velocidad', donde todos sabemos cuál es la ruta y hay que llegar lo más rápido posible a la cima".
"Es un deporte diferente", analiza Carlos. "Juega la adrenalina, la habilidad, es una batalla consigo mismo, que ayuda mucho para la vida".

Su legado para los más jóvenes
Con solo 26 años, Carlos Granja es un referente para los jóvenes escaladores ecuatorianos, especialmente para aquellos que asisten a la pared en Ibarra y lo observan durante sus entrenamientos.
"Nuestro deporte está creciendo. Estamos tratando de empujar para que más haya más generaciones de escaladores. Es importante que Andrea Rojas (quien también fue medallista panamericana en Santiago) y yo, que somos los más experimentados, estemos impulsando para que este deporte crezca".
Por esta razón, Carlos se ha convertido en entrenador y lideró a los jóvenes escaladores de la Federación de Imbabura en los Juegos Nacionales Juveniles.
"Me da mucha emoción compartir lo que he aprendido, es algo que me llena mucho. Uno ve esa chispa de motivación en ellos, esa misma chispa que tuve de pequeño, y creo que me ayuda para seguir entrenando este deporte".
Su mensaje para aquellos chicos y chicas que lo siguen es que "no se rindan nunca, no es fácil entrenar todos los días, pero la clave de un deportista exitoso es que no se rinde, a pesar de las malas y buenas situaciones".

Ahora, Carlos se enfoca en sus siguientes objetivos. Este año, el ibarreño disputará el Campeonato Mundial, en septiembre en Corea; la Copa Panamericana, en octubre en Colombia; y los Juegos Bolivarianos, en noviembre en Lima.
Para conseguir estas metas, el escalador ha recibido el apoyo de Banco Pichincha y la Fundación Crisfe, por medio de su Programa de Fomento Deportivo, que financia a los mejores atletas del país y los ayuda en sus metas profesionales.
"Es una felicidad increíble. El saber que están creyendo en mí para seguir con mi proceso. Me ha motivado más, me siento feliz de poder vivir de lo que me gusta, del deporte", dice emocionado.
Es así que, subiendo piedra por piedra, Carlos Granja escala hacia sus sueños, con el gran objetivo de clasificarse a Los Ángeles 2028 y representar a su ciudad y a su país en unos Juegos Olímpicos.
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