Felipe Caicedo se quedará en Barcelona SC: "Sacrifiqué todo por estar acá, estoy bien y quiero continuar"
El delantero guayaquileño Felipe Caicedo está viviendo el sueño que tuvo desde niño: jugar en Barcelona Sporting Club. En una entrevista exclusiva con PRIMICIAS, cuenta que le hubiese gustado venir, al menos, tres años antes. Pero 'Felipao' disfruta su momento y dice que quiere seguir.

Felipe Caicedo sonríe después de una entrevista con PRIMICIAS, en Guayaquil, el 6 de junio de 2025.
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Felipe Larrea / PRIMICIAS
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Felipe Caicedo es sinónimo de perseverancia, humildad y pasión por el fútbol. No cualquier jugador tiene el privilegio de vestir las camisetas de equipos como el Manchester City de Inglaterra, el Sporting de Lisboa, el Inter de Milán y la Lazio de Italia o el Lokomotiv de Rusia.
El guayaquileño de 36 años construyó una carrera por casi 20 temporadas. Empezó en el FC Basilea en 2006 y aún sigue jugando. Ganó tres títulos en Suiza, cuatro en Italia (tres con Lazio y uno con el Inter). Dejó un legado en cada club por el que pasó. Su huella está escrita con goles.
En el final de su carrera como futbolista, Felipe Caicedo aceptó uno de los retos más importantes: ponerse en forma y jugar en el equipo del que es hincha confeso: Barcelona Sporting Club.

'Feliphanter' sueña con salir campeón con el 'ídolo' del Astillero y retirarse al final de esta temporada. Quiere que todo el sacrificio que hizo por volver al país valga la pena.
En una entrevista con PRIMICIAS, Caicedo repasa los momentos más importantes de su carrera: sus mayores sacrificios, la oferta del Atlético de Madrid que pudo haber cambiado su futuro, la razón por la que estuvo fuera de las canchas durante un año y medio y el tatuaje que se hizo en Guayaquil con el escudo de Barcelona SC.
También analiza el actual momento de la selección ecuatoriana de fútbol, su museo con más de 300 camisetas y cómo se ve después de dejar el fútbol. Felipe Caicedo, más sincero que nunca.
¿Está disfrutando de lo que tanto soñaba, jugar en Barcelona SC?
Sí, a ratos más que menos, pero lo estoy disfrutando. Estoy cumpliendo una meta, un sueño de siempre. Mi intención siempre fue venir acá y jugar. Disfruto todo lo que hago, incluso de los pequeños detalles. Desde que me levanto hasta que me acuesto a dormir. Intento disfrutar cada momento.

¿Sintió que llegó con la responsabilidad de ayudar al grupo fuera de la cancha?
Sí, desde luego que sí. Porque los números lo reflejan, son muchos años en Europa. He hecho una carrera, gracias a Dios, muy larga afuera, y quiera o no eso me avala para poder aportar, comandar un grupo de chicos jóvenes; yo soy el mayor y también me tocó este papel. Así que lo afronto bien. Me gusta ser ejemplo y guía para la gente más joven. Espero que les esté ayudando mucho.
¿Los futbolistas se preparan para eso o es la experiencia la que permite dar un consejo?
Creo que son las dos cosas. La experiencia debe venir de la mano de la preparación. Obviamente para dar consejos ligeros no necesitas preparación, pero para temas más profundos uno se debe preparar para hablar, para expresarles a los chicos lo que tú sientes y que les llegue el mensaje claro. Eso es lo importante.
¿Hay algún momento en el que mira hacia atrás y se da cuenta de la carrera que construyó?
Sí, porque no es fácil, y mucho más en estos tiempos, cuando estoy al final de mi carrera. Siempre se me vienen 'flashbacks' de hace 10, 12 o 15 años, cuando estaba en Manchester City, por ejemplo, y veo lo increíble que está el equipo ahora. O el Inter, finalista de la Champions. Son cosas que voy recordando con gratitud y con alegría, porque he podido disfrutar, aprender y vivir esas experiencias.
Hoy en día les cuento a los chicos y nos reímos, porque les digo: 'Yo ya viví todo esto y espero que ustedes lo vivan en algún momento'. Todos son jóvenes y como siempre digo, su techo no debe estar acá, tienen que aspirar a hacerlo muy bien en Barcelona, para después ir a esas ligas y competir al más alto nivel.
¿Qué se necesita para mantenerse en un alto nivel durante tanto tiempo como lo hizo usted?
Ser cabezón en querer estar siempre en un bien nivel, porque si eres ligero de mente no vas a poder estar en lo más alto. De igual manera perseverar, desde luego cuidarse mucho en todo sentido, esforzarse y disfrutar. Al final, cuando uno disfruta del fútbol, de la vida y de lo que hace, uno siempre va a querer estar bien.
¿Qué momentos le han marcado en su carrera?
He tenido una carrera larga, pero también muy sufrida. He tenido muchas lesiones musculares, aunque me he cuidado bastante. Entonces esas dificultades y contratiempos al final del día son reconfortantes si los superas. Más que nada doy ese ejemplo porque las lesiones son parte del fútbol y el jugador tiende a lesionarse. Pero cuando se supera cada obstáculo, más allá de lesiones o pocos minutos en la cancha, te hacen crecer, valorar. He vivido mucho de eso y doy gracias a la vida porque me permitió sufrir, luchar y salir adelante.
¿Alguna lesión le privó de llegar a un equipo en Europa?
No. En ese aspecto nada. Si bien he sufrido lesiones también he tenido bastante continuidad. Luego, todas las decisiones que he tomado siempre fueron para mejorar. Tuve varias ofertas de equipos que a lo mejor, no digo que hubiese cambiado mi vida futbolística, pero creo que estoy contento con los equipos en donde jugué. Lo he dado todo, he disfrutado en todos los clubes y competiciones.
Tuve una oferta del Atlético Madrid antes de ir a Lokomotiv. Al final no se concretó por pequeños detalles. A veces se me vienen pensamientos de que esa oferta pudo cambiar mi carrera. Estuve muy cerca, pero al final se dio otro escenario y de todas formas estoy acá contento.
¿Se arrepiente de algo en su carrera?
No me arrepiento de nada. Sí me hubiese gustado venir antes a Barcelona, estar en mejores condiciones desde lo físico. Quizás podía haber llegado al menos tres años antes. Hubiese estado mucho mejor de lo que estoy ahora. Pero estoy contento y sé que vamos a conseguir objetivos al final de la temporada y disfrutar mucho con nuestra gente.
¿Por qué estuvo inactivo durante un año y medio?
Porque ya creía que mi ciclo en el fútbol llegó a su fin y no me animé a aceptar ninguna oferta que recibía, tampoco las creía interesantes. Luego fue pasando el tiempo, me acomodé a la vida familiar que llevo, estar con mi hija, con mi familia, la verdad es que no vivía esa parte de llevarla todos los días al colegio, estar con ella 24 horas. Me gustó y dejé aparte el fútbol. Pero hasta que uno no se retire, siempre van a haber ofertas. Afortunadamente, tuve muchas opciones, llegó la de Barcelona y me decidí a venir. No me lo pensé dos veces.
¿Sacrificó mucho por llegar a Barcelona SC?
Sí, la verdad es que lo sacrifiqué todo. Lo más preciado que tengo es mi familia y lo sacrifiqué por estar acá. Pero no me arrepiento. Estoy bien. Quiero continuar y poder decir que valió la pena todo el sacrificio. Era una deuda pendiente que tenía conmigo mismo el venir a Barcelona. Pero en el camino se dejan cosas que no me las esperaba. Me hubiese gustado estar con todo mi entorno. Pero uno toma decisiones y por eso estoy acá.
¿Cuál ha sido la mayor satisfacción durante sus años en el fútbol?
El hecho de ir a los equipos en donde jugué y ser reconocido por lo conseguido, aparte de los títulos, que gané muchos. Creo que la mayor satisfacción es poder caminar por las calles y que te reconozcan por lo bien que lo hiciste, así como por el legado, tanto en clubes como en Selección. Hoy es más difícil dejar un legado en el fútbol.
¿Cómo se lleva con la fama?
Bien, la llevo bien y a mi manera. Me estoy acostumbrando nuevamente. Pasé mucho tiempo fuera de Ecuador y en Europa es mucho más tranquilo todo. En Italia me conocen y me piden fotos, pero es relajado. En Medio Oriente no me conocen.
Acá es una locura. Intento estar siempre disponible con todas las personas que se me acercan. Intento siempre poner la mejor sonrisa, aunque en ese momento uno está pensando en otra cosa, no la estás pasando muy bien. Pero siempre trato de estar para la gente, porque al final nosotros jugamos para ellos, nos debemos a la gente. Y más con la gente de Barcelona, que está muy metida con el equipo. Por eso trato de ser lo más educado posible.
¿Qué es lo que más extraña, más allá de la familia?
La tranquilidad del día a día, el estar relajado con mi familia, soy un hombre muy tranquilo, no soy de mucho ambiente, extraño eso, que no te conozca mucha gente, caminar tranquilo, pero no esperaba recibir tanto cariño y amor acá. Quiero poder llegar a final de temporada y devolverle a la gente todo lo que me están dando.
Tiene varios tatuajes, ¿cuál es el más especial?
El de mi hija en el pecho. La verdad es que significa todo para mí, es la parte más dura de no poder estar en el día a día con ella. También tengo el escudo de Barcelona en el brazo, que me lo tatué hace poco, y el de la Lazio. Pero el más significativo es el de mi hija.

¿Ha sentido el respeto de jugadores de otros clubes a nivel local?
Sí, me he encontrado con muchos chicos que al final de los partidos me dicen que es un orgullo y un honor poder jugar conmigo, eso siempre es grato. Es lindo sentir que hiciste algo bien en tu carrera. Eso quiere decir que muchas cosas buenas se hicieron en el camino.
¿Qué momentos le han dejado una huella dentro de la cancha?
Hay varios que recuerdo mucho. Por ejemplo un partido entre Lazio y Juventus, que hago un gol al último minuto y empatamos. También recuerdo el partido con la Selección en Buenos Aires, que ganamos con un gol mío. Otro partido ante Portugal, en donde estaba Cristiano Ronaldo y todas las bestias. Y ahora mucho recuerdo también un Lazio - Cagliari, que ganamos con un gol mío. Son muchos.

¿Le gusta intercambiar camisetas después de los partidos?
Sí, me gusta mucho coleccionar camisetas. Tengo un museo, aún no sé en qué casa ponerlas, porque tengo unas cuantas, he estado siempre moviéndome. Tengo muchas camisetas guardadas y listas para sacarlas en un museo. Son más de 300, tengo un montón, desde John Terry, Didier Drogba, Lionel Messi, Gerard Piqué, Sergio Ramos, Sergio Busquets. De Antonio Valencia que tengo muchas, también de Segundo Castillo, de cuando jugó en el Everton. Ahora el museo está en mi casa en Valencia, España.
¿Cómo se ve de acá en uno o dos años, hay algún sueño que queda por cumplir?
Me estoy preparando para el después. Obviamente quiero seguir vinculado al fútbol, ya sea en un ámbito deportivo o educacional. Espero terminar las cosas bien y después ayudar a los chicos. En Ecuador hay mucha materia prima, hay que educarlos desde muy chicos, en todo aspecto. Quiero hacer algo ligado al fútbol. Me gustaría ser director técnico, pero si me das a elegir entre DT o gestor, prefiero la parte más administrativa. Soy más de observar que de dirigir dentro del campo, pero no lo descarto. Estoy abierto a todo.
¿Qué le genera la nueva camada de futbolistas en la Selección?
Me genera buenas sensaciones. Veo un equipo muy maduro a pesar de que es muy joven. El equipo es muy bueno a nivel defensivo y de carácter. Quizás falta un poco más de ambición en ataque. Pero Ecuador puede estar tranquilo, porque tiene una generación muy buena y ajustando dos o tres cosas, creyéndose un poco más y mejorando el tema de ambición yo creo que puede llegar lejos.
Es un poco preocupante la falta de un referente, a parte de Enner (Valencia). Obviamente él está ahí, pero cuando no está se siente. Hay buenos jugadores como para que los vaya introduciendo el entrenador, pero él tiene su política, tiene su manera de ver el fútbol, a mí sí me hubiese gustado ver a un delantero de referencia en el área contra Brasil. Pero hay una buena camada. Todos los chicos están a un buen nivel. Tenemos a defensas que son top mundial y un medio campo que da para soñar.
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