El triunfo de un proyecto: El título de Universidad Católica en la Copa Ecuador no es casualidad
El título conseguido por la Universidad Católica es la consecuencia de un proyecto de varios años y que va mucho más allá de la cancha. Con una de las canteras más sólidas del país, un fútbol femenino que se potencia cada temporada y un verdadero compromiso por la educación, el club 'cammarata' cosecha los frutos de una estructura planificada por años.

El plantel de Universidad Católica celebra el título de la Copa Ecuador, el jueves 18 de diciembre de 2025, después de vencer a Liga de Quito.
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En el fútbol, los títulos suelen explicarse a través de las estrategias, los cambios durante los partidos, las tácticas o las pelotas paradas. Sin embargo, para el Club Deportivo de la Universidad Católica, el título de la Copa Ecuador tiene raíces mucho más profundas que se extienden hasta el complejo de La Armenia.
Lo que hoy celebra la hinchada de la 'chatoleí' es la consecuencia de un proyecto que ha priorizado el desarrollo humano sobre el resultado inmediato, que ha tardado varios años y en el que se han involucrado muchas personas.
Por eso, este título tiene un sabor especial. Porque la Universidad Católica ha sabido trabajar con paciencia y con honestidad, sabiendo que los triunfos tarde o temprano iban a llegar.

Formar personas antes que jugadores
No es casualidad que el equipo de primera categoría levante un trofeo nacional. La Universidad Católica se ha consolidado como el club con mayor número de canteranos en su plantilla profesional (10 futbolistas, que representan el 40% de su nómina), superando incluso a referentes regionales como Independiente del Valle.
Nombres como Emiliano Clavijo, Eric Valencia e Ignacio Mosquera son el reflejo de una estructura que no solo busca futbolistas, sino atletas de alto rendimiento formados bajo una metodología coherente.
El club 'cammarata' ha entendido que la carrera del futbolista es corta y complicada. Por eso, a través de la Fundación Crisfe y la Unidad Educativa Comuna, el club garantiza que sus jugadores no abandonen las aulas.
En julio de 2025, un grupo de 15 futbolistas se graduaron como bachilleres, incluyendo al mejor egresado Ken Orobio. Eso demuestra que el éxito académico es tan celebrado como un título.
“El triunfo académico les abrirá muchos arcos para hacer goles”, dijo Pablo Ortiz, presidente del club, destacando la filosofía del club, donde la educación financiera, las herramientas digitales y hasta la agricultura forman parte del currículo de los jóvenes talentos que viven en la renovada casa club.

Crecimiento en el fútbol femenino
La visión global del club no se detiene en el equipo masculino. Universidad Católica ha transformado su división femenina en una de las más serias del país.
Gracias a un trabajo constante de varios años, el club ofrece actualmente a sus jugadoras las mismas facilidades que a los varones: vivienda, alimentación, nutricionistas y, sobre todo, un camino claro desde las formativas (Sub 16, Sub 18 y Reserva) hasta el primer equipo.
En 2025, el equipo femenino de la 'chatoleí' tuvo un promedio de edad que no superó los 20 años. Con ese plantel, las dirigidas por la argentina Daniela Díaz llegaron hasta las semifinales de la Superliga. Un resultado impensado hasta hace unos pocos años.

Una estructura que crece y crece
La infraestructura ha sido el soporte físico de este sueño. La modernización del complejo de La Armenia, con residencias para cada categoría, comedores y aulas, permite que los chicos y chicas vivan en un entorno de bienestar.
La Copa Ecuador que ya está en las vitrinas del club es, en realidad, el trofeo a la paciencia. Es el resultado de entender que para ganar en un título profesional, primero hay que invertir en la base, educar con valores y creer en un proceso integral.
El Club Universidad Católica ya no es solo un equipo que juega bien al fútbol; es un modelo de gestión que hoy, finalmente, celebra su merecida recompensa.
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