El flipante entrenador campeón de los pases cortos, los desmarques... y los fracasos

Un equipo ecuatoriano ampliamente popular contrató hace semanas a un entrenador muy bueno para las estadísticas que no importan. ¿Y cómo funciona este señor? ¿Cómo convence a los dirigentes? Más o menos así: 

—Señor entrenador, usted que es tan ibérico y audaz, ¿cómo evalúa su desempeño desde que llegó el equipo? Los dirigentes estamos un poco preocu...

—¡Fantástico, tío, fantástico! ¡Estoy pletórico! Mira: Hemos reducido el abuso de pases largos. Antes, hacíamos 20 pases largos, o pelotazos, pero ahora solamente hacemos 5. ¡Qué progreso, eh!

—Eso está bien, supongo, pero quiero saber si...

—También hemos mejorado en los saques de banda. Antes sacábamos un 70% de veces hacia atrás. Ahora, lo hacemos solo un 50%. ¡Flipante!

—No entiendo de qué puede servir eso para...

—Y eso no es todo. ¡Tenemos más mejoras en las estadísticas! Ya pateamos más veces con la pierna derecha. Hemos pateado un 3% más veces con la derecha que antes, para equilibrar el uso de las extremidades inferiores, como dicta la norma que me inventé. Es que soy mejor entrenador que la vez en que trabajé en el otro equipo de esta ciudad donde todos me aman. 

—No lo aman, pero sucede que...

—Y hay otro dato guay: tocamos un 70% más el palito del córner del equipo rival, una prueba de que agrandamos la cancha lo más posible.

—Sí, cómo sea, pero quiero que me diga...

—Incluso, ya no pisamos el manchón del penal. Antes, los muchachos se distraían y el juego giraba alrededor del manchón, eso ya no ocurre en 100% de las veces. ¡Qué majo! Ni Magallanes tiene estas cifras tan rotundas.

—¡Basta! Sólo quiero saber el resultado del partido de hoy.

—Perdimos de nuevo.