Mushuc Runa pasó de la euforia al fracaso en un pestañeo y el culpable tiene nombre y poncho
Luis Antonio Chango, presidente honorario de Mushuc Runa, ha cometido errores a granel, que han hecho olvidar las hazañas en la Copa Sudamericana. ¿Se irá al descenso?

Luis Alfonso Chango, presidente del Mushuc Runa.
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Mushuc Runa
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¡Qué rápido se acabó la euforia que había desatado Mushuc Runa! El equipo indígena era la sensación internacional de la Copa Sudamericana tras avanzar invicto en el grupo E por encima de Cruzeiro. Pero esta aventura se acabó en octavos de final, en medio de un papelón por el volcánico machismo de su entrenador y su director deportivo. Un escándao y un desastre.
Para colmo, Mushuc Runa está en el sótano de la tabla de posiciones de la LigaPro y es casi imposible que se salve de caer en el cuadrangular del no descenso. Y, como colofón, su recorrido en la Copa Ecuador fue tan largo como la presidencia de Rosalía Arteaga. ¿Qué ocurrió? ¿Cómo fue posible pasar en un pestañeo de ser el mejor equipo de la fase de grupos de la Sudamericana a hundirse hasta el cuello?
El culpable tiene nombre y poncho: el doctor (por alguna razón, en los medios se lo llama por su título) Luis Alfonso Chango. Es el presidente honorario, pero actúa como si estuviera en una hacienda de albores del siglo XX, con declaraciones y prácticas tan polémicas que harían sonrojar al mismísimo Jacinto Quintana, el horrendo capataz de la novela 'Huasipingo'.
"Si ganan hay sueldo, de lo contrario nada. Los jugadores se acostumbran solo al dinero y a los premios", fueron unas lamentables declaraciones que, en realidad, no son novedad de este año, porque Chango suele reducir todo lo relacionad con su equipo a ganar=hay paga / perder=no pago nada.
"Pensándolo bien, es mejor no estar al día ya que a los jugadores eso los relaja. Es mejor estar atrasados cuatro o cinco meses. Eso creo que le ha de gustar a muchos jugadores, digo, por lo que pasa en Mushuc Runa y los resultados" dijo Chango, que incluso anunció que solo pagará cuando los jugadores lo denuncien en la Ecuafútbol.
No todo es dinero en esta rocambolesco asunto. Mushuc Runa ha sufrido un desgaste enorme por jugar dos torneos de forma simultánea, pero sin una plantilla lo suficientemente larga para equilibrar el esfuerzo. El entrenador Ever Hugo Almeida apostó más por la Copa y comando los históricos resultados en ese torneo internacional, pero lo despidieron por sus malos resultados en la LigaPro. Chango lo criticaba en público y hasta le pedía la renuncia ante los micrófonos que se le ponían por delante, sin filtro alguno.
Luego vino Fabián Frías, pero apenas se quedó 16 días y fue despedido por la eliminación de la Copa Ecuador ante un equipo que no está en Serie A. Entonces, se trajo a Paúl Vélez, que no pudo evitar la eliminación en la Copa y que remató la triste noche con frases machistas en contra de la jueza del partido con Independiente del Valle.
Quizás es momento de los paños fríos y de reconocer que ha existido un irresponsable manejo público de la crisis. Y de recordar que, aunque no se ganan los partidos con la boca, sí se los pierde por hablar demás.
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