¿La Selección de Ecuador está en crisis?, ¿o estamos exagerando y Beccacece lo tiene todo bajo control?
El macilento empate sin goles de Ecuador con Canadá genera críticas contra el DT Sebastián Beccacece, pero quizás el verdadero problema está en otro lado.

El entrenador de la de Ecuador, Sebastián Beccacece, en una rueda de prensa en Quito el 3 de noviembre de 2025.
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EFE
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El empate sin goles con Canadá no le gustó a nadie, ni siquiera a los que defienden los resultados del proceso eliminatorio de Sebastián Beccacece, quien de todos modos alcanza los 14 partidos consecutivos sin perder. ¡Nunca nos vimos tan invencibles, y nunca nos vimos tan inofensivos!
Por supuesto, es indefendible que un equipo con los jugadores que presentó Ecuador en Toronto, prácticamente su mejor conjunto, haya lucido tan macilento frente al cuadro de Canadá, picapedreros desprovistos de técnica y, para colmo, con un jugador menos durante 80 minutos.
Tras varios partidos con presentaciones desconcertantemente improductivas de la Tricolor, quizás el problema no está en cómo el DT Beccacece acomoda a sus jugadores. Aunque parezca exótico que Moisés Caicedo sea enviado como un tercer central en lugar de actuar como 8, como suele pasar en el Chelsea, entre otras decisiones del entrenador, la realidad es que Ecuador tiene un límite: no da para mucho más.
Reconozcamos primero que la actual selección de Ecuador está descompensada, repleta de eficientes destructores de juego, quizás la mejor camada de la historia de nuestro fútbol, pero carente de creadores, quizás los más flojos comparados con equipos de 2006 y 2014. No se trata de 'buenos' o 'malos' jugadores, sino de características.
El problema es que esto no se arregla con táctica. Encantadores de serpientes como Mourinho o Guardiola han hecho creer a los que compran sus sofisticados versos que el DT es un sabio alquimista que puede lograr que un equipo de barrio pueda ser campeón de la Champions solo con la táctica y la estrategia.Nunca mencionan el chorro de dinero que hay detrás de sus 'gloriosos' proyectos.
Beccacece ha intentado corregir la descompensación de la plantilla de Ecuador con algunos sistemas que no han sido del todo efectivos, como la de plantar un equipo muy largo para apostar por los pases largos, pero los receptores en el campo rival no le han funcionado, como pasó con Canadá. Hay pocos pases ofensivos y casi todos se desperdician.
También está resultando estéril la búsqueda de laterales y tampoco ha sido exitoso lograr que Kendry, el único 10 de verdad, sea la luz en mitad de campo, básicamente porque demora en dar el pase decisivo.
Y volvemos al principio: esta generación dorada es fértil en defensores, mas no en creadores. Por eso, y aceptando que existe todo el derecho de enfadarnos por el nivel de juego de la Tri, sigue siendo un despropósito solicitar que Beccacece debe ser despedido, como si mágicamente britarán los conductors de juego que tanto se anhelan. Como lo dijo Okubo Toshimichi en 'Rurouni Kenshin', cuesta muchísimo más crear que destruir, y eso se aplica en la política, la economía y el fútbol.
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