"No se ha trabajado para enfrentar una enfermedad de esta naturaleza", dicen pequeños bananeros sobre el Fusarium
Una finca bananera de El Oro está en cuarenta por una alerta de presencia de Fusarium R4T en sus plantaciones. Según Agrocalidad, aún se esperan los resultados de un análisis que se realiza en un laboratorio de Sudáfrica.

Procesamiento de banano en una finca de Ecuador. Imagen referencial.
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Acorbanec, página web
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La preocupación crece entre los pequeños productores bananeros ante la posibilidad de que el letal hongo Fusarium Raza 4 tropical (R4T) esté presente en el país, tras una alerta de un posible brote en una finca del cantón Santa Rosa, en El Oro, que actualmente se encuentra en cuarentena.
El director de la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario Agrocalidad, Patricio Almeida, aclaró a PRIMICIAS este 23 de septiembre de 2025 que aún se esperan los resultados finales de las muestras enviadas a un laboratorio de Sudáfrica.
No obstante, Segundo Solano, presidente de la Asociación de Bananeros de El Oro, integrada por cientos de pequeños productores de la provincia, considera que las autoridades deben ser "más claras y directas" sobre si efectivamente está el Fusarium R4T en el país.
El Fusarium R4T es un hongo que invade el sistema vascular de la planta e impide que reciba agua y nutrientes. El hongo puede permanecer 40 años en el suelo, por lo que las fincas que son contaminadas no pueden seguir cultivando la fruta.
"Aquí no se ha preparado ni se ha trabajado para enfrentar una enfermedad de esta naturaleza, que prácticamente es una pandemia", dijo Solano.
El representante de pequeños productores de El Oro recordó que, en los años 60, el Fusarium Raza 1 devastó casi todas las plantaciones de la variedad Gros Michel, conocido como banano de seda.
"Hoy con el Fusarium Raza 4 no veo que se hayan tomado las medidas preventivas, ni siquiera para la Ralstonia (bacteria que causa la enfermedad del moko) se han tomado en serio. No se han aplicado los protocolos de bioseguridad de forma adecuada", considera Solano.
Solicitan mayor asistencia
El productor añade que se requiere mayor asistencia de parte de las entidades del gobierno central, provincial y cantonal, para los pequeños y medianos productores.
Una de las medidas en las que Solano cree que el Gobierno debería apoyarles es en la construcción de rodiluvios para la desinfección de vehículos en las vías de acceso a las fincas. Un rodiluvio es una fosa, que contiene solución desinfectante, por la que transitan carros para la desinfección de las llantas.
"Estamos en pañales para enfrentar esto. Hay algunas propiedades que han tomado sus propias iniciativas, pero no son todas", recalca Solano.
El vocero de los pequeños productores también solicita que el Gobierno active líneas de crédito, a través de BanEcuador, con intereses bajos, para aplicar las medidas de bioseguridad que se requieren.
Exportadores difieren
El director de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (Acorbanec), Richard Salazar, dice que el país sí se ha venido preparando para enfrentar el Fusarium R4 y prevenir su propagación. Además, añade, se están probando variedades resistentes al hongo.
"Agrocalidad ha venido preparando personal para aplicar protocolos efectivos", asegura Salazar, quien recalca que cada productor es responsable de la aplicación de las medidas de bioseguridad.
Según Salazar, desde 2019, con la llegada del hongo a Sudamérica, en el país se han reforzado las medidas, con la participación de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) en campañas de difusión.
Entre las medidas que, asegura Salazar, ya han aplicado los productores están la desinfección de botas, cercos en las áreas productivas y fumigación de los carros con amonio cuaternario.
Según el representante gremial, los pequeños productores también debieron aplicar las medidas respectivas porque durante este año los precios del banano han estado al alza.
En promedio, el precio de la caja de banano ha estado en USD 10,25, es decir, USD 3 por encima que el precio mínimo de sustentación.
Salazar explica que el costo de un sistema de bioseguridad varía dependiendo de las medidas que se vayan a aplicar, pero puede estar entre USD 500 y 1.500 por hectárea.
"Es obligación de los productores certificarse en buenas prácticas agrícolas (BPA), quienes lo hacen tienen un incentivo en el pago del impuesto a la renta", dice el representante de los exportadores.
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