Producción petrolera de Ecuador cae 64% en julio, por cierre de pozos y suspensión de oleoductos
La suspensión de los oleoductos OCP y SOTE, el 1 y 2 de julio, provocó una paralización progresiva de los pozos petroleros. Este 7 de julio se reanudó la operación del OCP.

Un taladro de perforación en el bloque Auca, ubicado en la provincia de Orellana. Foto del 6 de junio de 2025.
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Petroecuador / X
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Redacción Primicias
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Ecuador arrancó el mes de julio con una caída en la producción diaria de petróleo de 64%, producto del cierre progresivo de pozos petroleros, ante la suspensión del bombeo en los dos oleoductos del país, entre el 1 y 2 de julio. La operación del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) se reanudó este lunes 7 de julio.
Para el 6 de julio de 2025, Ecuador registró una producción de 167.066 barriles de crudo, lo que representa una caída de 297.568 barriles con relación a la producción con la que cerró el 1 de julio, de 464.634 barriles de petróleo, según la Agencia de Regulación y Control de Hidrocarburos (ARCH).
Esa cifra de producción del 6 de julio apenas representa el 36% de la meta estimada de producción promedio diaria de julio: 470.568 barriles.
De los 167.066 barriles de petróleo que produjo el país el 6 de julio, 116.912 (70%) corresponden a la producción de la empresa estatal Petroecuador y 50.154 (30%), a las compañías privadas.
Al 6 de julio, Petroecuador tuvo una caída en su producción de 68% frente al primer día del mes, mientras en las privadas disminuyó en 47%.
Reactivación del OCP
Tras seis días de suspensión, este 7 de julio, a las 8:26, se reanudó el bombeo de crudo en el OCP, tras concluir los trabajos de construcción de una variante y las pruebas de operación, detalló la firma OCP Ecuador, cuyo mayor accionista es el Estado ecuatoriano.
El oleoducto suspendió sus operaciones el 1 de julio, debido a la erosión regresiva del río Loco, en la provincia de Napo, como consecuencia de la erosión del río Coca, que se ha reactivado con fuerza. La compañía OCP trabaja también en una segunda variante para este oleoducto.
La erosión regresiva del río Coca es un extraño fenómeno que empezó en febrero de 2020 y que va carcomiendo el lecho del río y sus márgenes, y también tiene efectos sobre sus afluentes, como el río Loco.
El transporte de crudo por el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) también se suspendió el 2 de julio, de manera preventiva, ante el incremento del caudal del río Loco, en el cantón El Chaco. La empresa estatal Petroecuador declaró la fuerza mayor en este oleoducto, el 3 de julio.
En ese oleoducto, a cargo de Petroecuador, también se trabaja en la construcción de un 'bypass' que permita retomar el transporte de crudo de forma segura. Petroecuador esperaba tener lista esta variante en una plazo aproximado de tres días. Sin embargo, aún no se reanuda su operación.
La suspensión del transporte de crudo provocó que, desde el 2 de julio se iniciara la paralización progresiva de los pozos petroleros, explicó el ministro de Energía subrogante, Guillermo Ferreira, el 3 de julio, en rueda de prensa en Quito. Y, en consecuencia, un diferimiento de las exportaciones de petróleo del país.
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