El día en que el gran Alain Delon actuó junto a Zidane y Schumacher
El último papel relevante del actor francés Alain Delon fue el de Julio César, en una comedia para niños basada en Ásterix.
Alain Delon, en una escena de 'Astérix en los Juegos Olímpicos'.
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Pathé
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Alain Delon, fallecido este 18 de agosto y que alcanzó la inmortalidad gracias al cine, siempre interpretó personajes alejados de la perfección. Encarnó a gente trágica y a veces heroica, pero de moral poco recomendable. Pero el destino quiso que su último papel relevante fuera el de Julio César de 'Astérix en los Juegos Olímpicos', en 2008.
Pero no se trató de un biopic o de una tragedia, como hubiera sido lo lógico al tratarse del emperador romano más importante de la Historia. Lo interpretó en una comedia para niños basada en las aventuras de Ásterix y Óbelix y junto a personalidades del deporte, como el futbolista Zinedine Zidane y el piloto de la Fórmula 1 Michael Schumacher. Todo fue muy pop.
Aquí, Alain Delon se muestra imperial con su Julio César, todo vanidad y todo orgulloso, y parece burlarse de su belleza legendaria. ¡Y eso que tenía 70 años! Gracias a esta cuidada sobreactuación, por contraste, el actor Benoît Poolveorde hizo de su Bruto el personaje central de la película, feo, desgarbado y sin honor.
A los puristas de Ásterix y Óbelix no les gustó esta película, porque rompió con la historia del cómic original y también con el espíritu de las dos cintas anteriores de los irreductibles galos. Pero a los niños les encantó por los efectos especiales, los chistes en clave de humor absurdo y las peleas.
Claro, también aparecieron Zidane y Schumacher, algo que contribuyó a su éxito entre públicos más generales, que de esa manera descubrieron que existía un tal Alain Delon que alguna vez estuvo en la cumbre de los actores.
'Astérix en los Juegos Olímpicos' le permitió a Alian Delon una última visita a Cannes como actor que promociona una película. Y, aunque no estuvo a la altura de sus papeles en 'Gatopardo', 'A pleno sol' (¡inolvidable su Ripley!) o 'El otro señor Klein', al menos le permitió una última galantería ante las masas. ¡Ave, Alain!
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