Falleció Eduardo Miño Naranjo, parte del reconocido dúo musical ecuatoriano
Familiares confirman la muerte de Eduardo Miño Naranjo, del icónico dúo de los Hermanos Miño Naranjo.
Eduardo y Danilo Miño Naranjo, del dúo musical Hermanos Miño Naranjo, en la portada de su perfil oficial de la red social Facebook.
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Redacción Primicias
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La música nacional ecuatoriana enfrenta una gran pérdida, la muerte del cantante Eduardo Miño Naranjo, parte del reconocido dúo de los Hermanos Miño Naranjo.
La noticia fue confirmada por sus familiares. Su sobrino, Santiago Miño, escribió en su perfil de la red social Facebook que este 12 de junio despedían al músico.
Eduardo Miño Naranjo falleció a sus 85 años. Él, junto con su hermano Danilo, comenzaron profesionalmente en la música en el año 1958 y a lo largo de las décadas llevaron los sonidos ecuatorianos a los cinco continentes.
El dúo Hermanos Miño Naranjo recibió premios en el Festival de la Canción Iberoamericana, en Barcelona, España, en 1964; en el Festival de la Canción Latina, en México; en el Festival de la Flor de Loto, en Osaka, Japón; entre otros.
Su última presentación fue el pasado 29 de mayo en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura, en Quito, junto a la artista Eva Ayllón, de Perú.
Su muerte enluta a la música ecuatoriana. Al momento, se conoce que el funeral de Eduardo Miño Naranjo se realizará en la ciudad de Cayambe, donde el músico residía.
La Sociedad de Artistas Intérpretes y Músicos Ejecutantes del Ecuador, así como varios artistas, han expresado su pesar por la muerte de este artista emblema de la música nacional.
Mensaje de su sobrino Santiago Miño:
"Hoy despedimos a un hombre extraordinario. A un músico que no solo llenó de belleza los escenarios, sino que supo tocar el alma de quienes lo escuchamos. Pero, sobre todo, a un ser humano lleno de luz, alegría y generosidad.
Eduardo fue un embajador de nuestra música, un artista que hizo del pasillo una forma de honrar al Ecuador. Con su voz, con su humor, con su presencia, hizo más hermosa la vida de todos los que tuvimos la dicha de compartirla con él.
Nos queda su legado, su ejemplo, y el recuerdo imborrable de sus canciones y de su risa. Nos consuela imaginar que ahora, entre ángeles, guitarras y requintos, sigue cantando como solo él sabía hacerlo.
Y a ti, querido tío Danilo, queremos abrazarte con el alma. Sabemos que no solo pierdes a tu hermano, sino a tu compañero de vida y de escenarios. Lo que ustedes construyeron juntos fue único, eterno. Gracias por caminar a su lado y regalarnos esa hermandad hecha música.
Gracias, tío Ñatito, por tanto. Tu voz vivirá siempre en nuestros corazones".
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