Rock e intensidad, la banda argentina Airbag está lista para su concierto en Quito

Considerada uno de los fenómenos más aclamados del rock latinoamericano, la banda argentina Airbag llega a Quito este jueves 21 de agosto para un concierto que promete rock e intensidad. 

Fundada en 1999 por los hermanos los hermanos Gastón Sardelli, Patricio Sardelli y Guido Sardelli, Airbag suma más de 200 reproducciones en plataformas digitales y aterriza en Ecuador con su octavo álbum bajo el brazo, 'Pelea I', y su gira 'El Club de la Pelea'.

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Después de llenar dos estadios River Plate, reuniendo a más de 150.000 personas, y de llevar su música a importantes escenarios de Latinoamérica y Europa, regresan a Ecuador muchos años después y a lo grande.

Dispuestos a entonar sus himnos como 'Cae el Sol', 'Por Mil Noches' y nuevos éxitos como 'Anarquía en Buenos Aires' y 'Nunca lo Olvides', en una fusión de caos, rebeldía y emoción, Patricio conversó con PRIMICIAS, dejando claro que cada concierto es único y aunque no saben exactamente qué pasará, prometen mucho rock, intensidad e intimidad con su público. 

Su música ha evolucionado hacia el hard rock, ¿cómo mantienen el equilibro para mantener la sorpresa y el equilibrio?

No sé cuál es el nuestra fórmula, digamos, pero lo que siempre tratamos o intentamos, es ser felices. Hacemos lo que nos surge en el momento, somos honestos con nosotros mismos. 

Creo que ese es el proceso de una banda, que con los años va cambiando porque te van sucediendo cosas y experiencias de todo tipo. Lo que vos escribís obviamente está influenciado por todo eso. Entonces, es inevitable la evolución, el cambio y la transformación.

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Durante esta gira, 'El Club de la Pelea', ¿recuerdan algún momento o ciudad que les inspirara la puesta en escena, que sabemos tiene gran impacto visual?, ¿qué podemos esperar ver en Ecuador?

Nuestros conciertos son muy enérgicos, muy físicos, pero no solo nosotros, sino también nuestro público, que se involucra muchísimo. Nunca se sabe qué va a pasar. 

Suceden varias cosas que hacen que cada noche sea distinta y mantienen una adrenalina espectacular.

Por eso, siempre hay como una depresión post show. Termina el concierto y a los diez minutos se siente una depresión colectiva, pero es parte del proceso. Así que estoy muy expectante porque hace muchos años que no íbamos a Ecuador. Será una sorpresa lo que suceda. 

Sus primeros conciertos fueron en pequeños escenarios y ahora llenan estadios. ¿Ha cambiado la relación con el público?

No. El vínculo con el público creo que sigue siendo el mismo y nos gusta que así sea. Tratamos de mantener eso todo el tiempo porque, yo creo que es lo más importante. 

Nosotros lo que nosotros disfrutamos es tocar, ya sea en un estadio, en un bar, en una Arena, en un garaje, donde sea. Y eso tratamos de no perderlo nunca. El público lo entiende y nos acompaña. Nuestro vínculo con el público es sagrado y también muy honesto.