“Detengan cierre de casas comunales", piden dirigentes barriales al Municipio de Guayaquil

Dirigentes de varias organizaciones barriles de Guayaquil denunciaron el desalojo y presunto cierre de varias casas comunales ubicadas en el sur y suburbio de la ciudad, por parte de agentes de control de la municipalidad. 

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En fotos y videos que se compartieron por redes sociales el miércoles 17 de diciembre de 2025 se observa a policías municipales retirando los bienes muebles de una casa comunal que estaría ubicada en el sector conocido como Stella Maris, en el sur de Guayaquil.

“Tienen que avisar con tiempo, vienen de sorpresa cuando todo el mundo está en su casa, yo conozco mis derechos, no es justo, esa casa estaba abandonada y se han hecho muchas mejoras”, se escucha en los audios de los videos en los que aparecen moradores del Guasmo Sur reclamando el accionar de agentes de la Policía Municipal.

En un comunicado público, el Observatorio de Servicios Básicos de Guayaquil señaló su rechazo “firme y enérgico” ante lo que calificó como “intentos de apropiación, desalojo y cierre de casas comunales, espacios que han sido construidos con trabajo voluntario, recursos humanos y aportes económicos de las propias comunidades”.

El coordinador del Observatorio, César Cárdenas, sostuvo que “estas casas comunales representan mucho más que una infraestructura: son el corazón de la organización barrial, levantadas con mingas, solidaridad y sacrificio de familias trabajadoras que, ante el abandono histórico, decidieron organizarse para atender necesidades sociales, culturales y comunitarias”.

Cerrar o desalojar estos espacios -afirmó Cárdenas- constituye un atropello directo contra la gente pobre de Guayaquil, que solo exige respeto y dignidad.

“Advertimos que estas acciones vulneran derechos constitucionales, debilitan la participación ciudadana y profundizan la exclusión social. Ninguna autoridad puede desconocer el origen comunitario y social de bienes construidos con el esfuerzo colectivo de los barrios”.

César Cárdenas, Observatorio de Servicios Básicos

Antonio Ricaurte, presidente de la Casa Comunal Cooperativa José Joaquín de Olmedo, ubicada en las calles 26 entre la Q y la R, del suburbio de Guayaquil, denunció que desde mayo han enfrentado la intimidación de funcionarios del departamento de Vinculación con la Comunidad del Municipio de la ciudad.

“Han comenzado a dividir, a generar el caos en locales comunales que no han sido construidos por el municipio sino con la plata de los moradores, de Plan Internacional. Como no estamos haciendo lo que ellos nos dicen, nos tiran candados en las puertas, a otros los clausuran, a otros ya los han desalojado. Hay una política de represión”, dijo Ricaurte.

La dirigencia social está viviendo una “barbarie”, dijo Ricaurte, lo que han denunciado desde hace meses. “Nos desalojan porque hemos venido teniendo una postura de exigir cosas para la ciudad, aquí hemos venido reclamando que las calles están en pésimo estado, las calles que están buenas las rompen y le ponen más material, es una represión”, recalcó.

En julio de este año, denunció Ricaurte, los agentes de control municipal colocaron candados en las puertas de la casa comunal que dirige, “de manera arbitraria, sin ninguna explicación”. Este local, agregó, funciona desde hace más de 30 años.

Municipio de Guayaquil responde

PRIMICIAS solicitó información sobre el tema a la municipalidad, entidad que señaló en un comunicado que en Guayaquil hay 94 centros comunitarios, “donde vecinos de distintos sectores acceden a talleres y actividades orientadas al aprendizaje, la cultura, el emprendimiento y el bienestar social”.

Entre estas actividades constan capacitaciones de enfermería básica, gastronomía, pastelería, maquillaje, decoración con globos, elaboración de rosas eternas y personalización de plumas, entre otros cursos para el público en general.

La entidad informó que se han realizado trabajos de mantenimiento en casas comunales de sectores como Mapasingue, Sergio Toral y el Suburbio y que, como parte de los procesos de registro y acompañamiento, “se identificaron observaciones en la administración de algunos recintos, entre ellas cobros no autorizados por cursos, consumo de bebidas alcohólicas y la designación de responsables que no pertenecen al sector”.

“Estas situaciones motivaron la adopción de acciones correctivas orientadas a fortalecer la transparencia y el buen uso de los espacios públicos. El municipio continuará reforzando los mecanismos de control y acompañamiento mediante visitas periódicas”.

Municipio de Guayaquil

Mientras tanto, el Observatorio de Servicios Básicos hizo un “llamado urgente” al alcalde Aquiles Alvarez y al concejo cantonal para que “detengan de inmediato cualquier proceso de apropiación, desalojo o cierre de casas comunales”.

Además, pidió que se “respeten y reconozcan la legitimidad del trabajo comunitario que dio origen a estos espacios, que se garantice el diálogo directo con las comunidades afectadas, sin imposiciones ni uso de la fuerza y que se actúe con sensibilidad social y responsabilidad política frente a los sectores más empobrecidos de la ciudad”.