Guayaquil rinde homenaje a Carlos Lindao, el hombre de 123 años que simboliza “la esperanza que no envejece”
El reconocimiento se realizó en la sesión ordinaria del Concejo, donde se destacó la trayectoria de Carlos Lindao, de 123 años, cuya historia de trabajo y resistencia ha despertado atención nacional.

Durante sesión de consejo municipalidad de Guayaquil, el alcalde Aquiles Alvarez entregó un reconocimiento a Carlos Lindao, considerado el hombre más longevo de Ecuador, con 123 años.
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El Concejo Municipal de Guayaquil rindió este 11 de diciembre un homenaje a Carlos Alberto Lindao Vera, nacido en 1902 en Puerto El Morro, y quien a sus 123 años se ha convertido en una figura simbólica para la ciudad por su lucidez, su vida de trabajo y su historia ligada a los esteros del Golfo.
El reconocimiento, denominado Acuerdo de Larga Vida y Dignidad Humana, fue presentado como un acto para honrar a ciudadanos cuya existencia se ha convertido en “testimonio de fuerza, espíritu e historia viva de Guayaquil”.
Durante la lectura del acuerdo, el Concejo destacó que Lindao “ha alcanzado la edad extraordinaria de 123 años, convirtiéndose en uno de los hombres más longevos del Ecuador y del mundo”, y que sobre sus hombros lleva “más de un siglo de memoria colectiva, sabiduría ancestral y resiliencia guayaquileña”.
El Concejo subrayó además que Lindao no solo encarna la longevidad, sino la identidad guayaquileña profunda: la fuerza del trabajo rural, la conexión con la naturaleza, la fe y la dignidad silenciosa de las comunidades costeras.
Por ello, sostuvo que “su nombre se ha convertido en símbolo de resistencia humana e invitación para que las nuevas generaciones miren con respeto y gratitud a quienes construyeron la base de la ciudad que hoy habitamos”.
Al intervenir tras recibir el reconocimiento, Carlos Alberto Lindao expresó su sorpresa y agradecimiento.
“Agradezco al señor alcalde Aquiles por este regalo que me ha hecho y por esta presentación que yo nunca me imaginaba por los años que tengo. Aquí estoy tan agradecido por este regalo”.
Carlos Alberto Lindao Vera
El homenaje se suma a una creciente atención pública hacia su historia. Días atrás, durante una visita de PRIMICIAS, Lindao contó con serenidad el último sueño que conserva: reencontrarse —o conocer por primera vez a los descendientes— con el hijo que tuvo a los 13 años y al que nunca volvió a ver.
Con este reconocimiento, Guayaquil inscribe a Don Carlitos —como lo llaman en El Morro— dentro de sus figuras emblemáticas, celebrando una vida que abarca guerras, crisis, ciclones, pandemias y más de un siglo de memoria.
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