Parque Samanes, más que un parque, un Área Nacional de Recreación que ahora tendrá gestión compartida en Guayaquil
Para el ojo cotidiano, Samanes es apenas un parque de canchas y senderos; pero detrás de esa fachada recreativa se extiende un Área Nacional de Recreación del tamaño casi 800 canchas de fútbol profesional, que resguarda flora, fauna y servicios ambientales vitales. Esto pasa en Guayaquil.
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El Parque Samanes es mucho más que canchas deportivas y senderos al norte de Guayaquil. En realidad, forma parte del Área Nacional de Recreación (ANR) Los Samanes, una de las seis áreas de este tipo que existen en el país y que integran el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), encargado de conservar el 19,48 % del territorio ecuatoriano.
Un ANR es una categoría de manejo que busca el equilibrio entre conservación y recreación: son espacios naturales protegidos que también permiten el uso público, desde actividades deportivas hasta culturales.
En el caso de Los Samanes, hablamos de un territorio de 851 hectáreas, solo 87 hectáreas corresponden a la parte conocida popularmente como Parque Samanes, inaugurado en enero de 2013 como zona urbanizada con canchas, ciclovías y espacios recreativos. El resto del espacio —más del 85 %— sigue siendo área natural bajo conservación o en procesos de restauración.

Para dimensionarlo, toda el área protegida equivale a 789 canchas de fútbol —cálculo realizado a partir de las medidas máximas oficiales de la FIFA (129x90m)—, lo que la convierte en un pulmón verde estratégico dentro de la segunda ciudad más poblada de Ecuador.
Allí conviven especies de flora como samanes, guayacanes, ceibos y guasmos, además de fauna variada: iguanas, ardillas, zarigüeyas, garzas, loros y más de 40 tipos de aves registradas.
Para Tarsicio Granizo, director del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) Ecuador, lo esencial es que el área cuente con un plan de manejo actualizado que delimite con claridad qué se puede hacer y qué no. Esa zonificación, dice, es clave para evitar un desarrollo caótico y lograr un verdadero balance entre conservación y recreación.
“Toda área protegida necesita un plan de manejo actualizado que diga qué se puede hacer y qué no. Esa zonificación es clave para equilibrar la conservación de ecosistemas con espacios de uso público, y evitar un desarrollo caótico del área”.
Tarsicio Granizo, director de WWF Ecuador
Inversiones, retos y 'reinauguración' del Parque Samanes
Según la firma del convenio de cooperación, el Ministerio de Ambiente y Energía se encargará de la conservación y restauración de 632 hectáreas, mientras que el Municipio de Guayaquil mantendrá la gestión del Parque Samanes como tal —87 hectáreas de uso recreativo—, donde actualmente se destinan entre USD 250.000 y 300.000 mensuales al mantenimiento.
Por su extensión, el Parque Samanes es considerado el tercer parque urbano más grande de Latinoamérica, solo detrás de Chapultepec (México) y Simón Bolívar (Colombia).
La administración de Parques EP, empresa municipal encargada de la administración de parques y áreas verdes, detectó una deficiencia lumínica del 25 % al 35 % y prepara una inversión de USD 2 millones en 2.300 luminarias LED telegestionadas, además de obras de mantenimiento integral: cambio de césped sintético en canchas, arreglo de baños, piletas, lagunas, ciclovías y enrejados.
Además, explica José Zambrano, gerente de Parques EP, se planifica una inversión de alrededor de USD 500.000 en obras de mantenimiento integral —desde el cambio de césped sintético en canchas hasta la rehabilitación de baños, piletas, lagunas, ciclovías y enrejados—, con el objetivo de que estas mejoras tengan una proyección de 10 a 12 años sin necesidad de intervenciones mayores, más allá de las tareas preventivas y de rutina.
“Queremos reinaugurar el parque con una reparación integral. Hablamos de luminarias modernas, césped renovado y mantenimiento de todas las canchas”.
José Zambrano, gerente de Parques EP
El funcionario estima que el proceso de rehabilitación integral estará listo entre enero y marzo de 2026.
Más allá del parque: el valor ecológico de Los Samanes
El valor de Los Samanes no se limita a su función recreativa. En el estudio técnico que permitió su declaratoria como ANR en 2010, se identificaron 30 especies de plantas —17 árboles, nueve arbustos y cuatro trepadoras—, junto con 49 especies de aves, dos reptiles, un anfibio y dos mamíferos.
La ministra Inés Manzano ha anunciado un Proyecto de Restauración Ecológica por fases, que abarcará 370 hectáreas y aplicará Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) e infraestructura azul para recuperar ecosistemas urbanos, un enfoque pionero en el país.
En palabras de Granizo, los servicios ecosistémicos de Los Samanes son incalculables, y señala que debe prevalecer, sobre todo, aquello que motivó su creación:
“Estamos hablando de medicinas, polinizadores, suelos fértiles, control natural de inundaciones, además del bienestar espiritual que brinda un espacio verde en una ciudad como Guayaquil. Lo importante es que se cumpla con el objetivo por el que fue creada: conservar y recrear en equilibrio”.
Tarsicio Granizo, director de WWF Ecuador
Un pulmón verde en transformación
Cada fin de semana, más de 40.000 personas visitan el Parque Samanes, según datos municipales.. Con la feria proyectada del 9 al 12 de octubre de 2025 —que espera reunir a 400.000 personas en 18 hectáreas—, el desafío será garantizar que el uso masivo no erosione su valor ambiental.
La disputa política que rodea a Los Samanes ha dejado en evidencia lo esencial: no es solo un parque urbano, sino un área protegida dentro del SNAP. Su gestión compartida marcará el futuro de uno de los espacios verdes más grandes de la región, donde Guayaquil respira, juega y se reconcilia con la naturaleza.
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