Parque Samanes | Municipio de Guayaquil cancela expropiaciones para el Malecón 3000, mientras Ambiente anuncia guardaparques
La Alcaldía de Guayaquil retiró la resolución de expropiaciones de cinco predios para un proyecto de USD 100 millones, por falta de licencia ambiental. El Ministerio del Ambiente, que asumió parte de la gestión del Parque Samanes, tiene otros planes para el área protegida.

Terreno quemado en predios sin aprovechamiento del Parque Samanes, a un lado de la avenida Paseo del Parque, en el norte de Guayaquil, el 27 de noviembre de 2025.
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PRIMICIAS
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Redacción primicias
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El proyecto Malecón 3000, una apuesta del Municipio de Guayaquil para transformar parte de los predios sin intervenir del Parque Samanes en un nuevo frente de esparcimiento urbano para la ciudad, enfrenta un punto de quiebre.
El Municipio de Guayaquil canceló la resolución de expropiaciones previstas para ejecutar la obra, luego de que el Ministerio del Ambiente negó el plan de manejo ambiental requerido para intervenir el área protegida y pasó a administrar la mayor parte de los terrenos ubicados en el norte de Guayaquil.
La decisión de dejar sin efecto las expropiaciones implica la suspensión del anuncio de los “Proyectos Turísticos-Ecológicos Sostenibles dentro del Área Nacional de Recreación Los Samanes”, así como de las notificaciones a los tres propietarios de los predios complementarios en donde se planificaba ejecutar parte de la obra. El Malecón se pretendía construir a un costo de unos USD 100 millones.
Pese al revés administrativo, el Municipio sostiene que el diseño del Malecón 3000, un proyecto emblemático de la actual administración, está “totalmente concluido” y que la obra no ha sido totalmente descartada.
“Nosotros terminamos el proyecto, iniciamos los estudios y está totalmente diseñado”, afirmó el alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez en reciente enlace radial. Fue la expropiación, por la negativa del ministerio a otorgar un plan ambiental, la que quedó sin efecto, explicó.
El nuevo malecón preveía extenderse por tres kilómetros a orillas del río Daule, y en paralelo a la autopista Narcisa de Jesús, en el norte de la ciudad. El 90% de los predios era de propiedad municipal, mientras que se requería expropiar el porcentaje restante de su extensión, según el alcalde.
Ambiente anuncia despliegue de guardaparques
Pero desde el 11 de septiembre se dividieron responsabilidades gracias a un convenio con el que se resolvieron las tensiones por la propiedad de Samanes -el Gobierno quería de vuelta la competencia absoluta del parque valorado en unos USD 1.000 millones en medio de una pugna con el Municipio-.
Ambiente asumió desde septiembre la conservación de 632 hectáreas del Área Nacional de Recreación -que totaliza 851 hectáreas-, mientras el municipio mantendrá la gestión de las 87 hectáreas abiertas actualmente al público para actividades recreativas urbanas.
Según explicó en su momento la ministra Inés Manzano, Ambiente preveía iniciar de “inmediato” un Proyecto de Restauración Ecológica en fases, que busca sumar 370 hectáreas a un plan de restauración ecológica y soluciones basadas en naturaleza -algo opuesto a la infraestructura pesada de un Malecón-.

Tres meses después nada parece haber cambiado en los remanentes de bosque seco tropical de Samanes que siguen sin abrir al público luego de más de 20 años. Un equipo de este medio constató en un recorrido problemas persistentes por décadas en el área protegida: mala disposición de basura, descarga de escombros y polígonos quemados.
PRIMICIAS consultó con el Ministerio de Ambiente y Energía sobre los planes de intervención en Samanes y el presupuesto del proyecto, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
La cartera de Estado anunció que por primera vez el área nacional de recreación contará con un administrador y 12 guardaparques asignados exclusivamente a Los Samanes. Tampoco se respondió a detalles sobre los sitios de despliegue de los funcionarios y sus funciones.
Fotogalería de estado de predios sin uso del parque Samanes:
Presión urbana, incendios y ocupaciones ilegales
Eliana Molineros, activista y fundadora del Proyecto Sacha, organización dedicada al rescate de fauna silvestre, que ha intervenido en Samanes y en zonas aledañas como Cerro Colorado, considera que el proyecto de Malecón 3000 era incompatible con los principios del Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Pero también llama la atención sobre la necesidad de habilitar estos espacios al público.
“Los Samanes tiene un nivel de conservación importante y una zonificación definida. Poner un malecón encima de un espacio clave para humedales y vida silvestre no era coherente”, explicó.
La activista subrayó que el principal desafío es la presión de ocupaciones irregulares, en 2023 los predios sin uso del parque Samanes ya sufrieron intentos masivos de apropiación por parte de invasores de tierra. Molineros recordó que en un incendio reciente en Cerro Colorado -zona aledaña a Samanes- se originó por quema de maleza vinculada también a intentos de asentamiento ilegal.
En los recorridos posteriores al incendio, señala, se detectaron estructuras precarias, zonas de uso indebido y hasta puntos georreferenciados para actividades esotéricas en parte del área protegida.
Ella defiende la necesidad de habilitar los predios para uso público mediante senderos ecológicos, infraestructura mínima o espacios recreativos, lo que requiere de inversión, planificación y coordinación en un plan interinstitucional, que es lo que tradicionalmente ha hecho falta, apunta.
“Los guardaparques son insuficientes: se necesita articulación con Policía Nacional, Fuerzas Armadas y control municipal. Mientras más ciudadanos ingresen de forma regulada, más ojos habrá para proteger el área de las amenazas”, afirmó.
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