Cámara pone fin al cierre de Gobierno más largo en la historia de Estados Unidos
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que pondrá fin al cierre del Gobierno con una votación de 222-209. El presidente Donald Trump firmará de inmediato el documento.

El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (republicano por Luisiana), habla con los medios de comunicación frente a su oficina en el Capitolio de Estados Unidos el 12 de noviembre de 2025 en Washington, D.C.
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AFP/Redacción Primicias
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El cierre gubernamental más largo de la historia de Estados Unidos llega a su fin este miércoles, 12 de noviembre de 2025, tras una votación en la Cámara de Representantes, donde la mayoría republicana ha logrado esquivar las demandas más exigentes de los demócratas.
La Cámara aprobó un proyecto de ley que pondrá fin al cierre del Gobierno con una votación de 222 a favor y 209 en contra. Al final, seis demócratas cambiaron de bando para respaldar la medida impulsada por los republicanos, reportó la BBC.
A continuación, el proyecto de ley pasará al escritorio del presidente Donald Trump, quien afirmó que planea firmarlo esta noche.
Trump "tiene ganas de poner fin a este cierre devastador causado por los demócratas y esperamos que la firma tenga lugar esta noche", declaró en rueda de prensa más temprano la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Casi todos los republicanos, junto con un puñado de demócratas, votaron a favor del proyecto de ley, que establece un nuevo plazo límite de financiación en el Congreso para el 30 de enero.
La cadena CNN dice que algunos programas críticos implicados en el reciente cierre estarán exentos de futuras disputas políticas, ya que el proyecto de ley proporciona financiación para algunas agencias clave hasta el resto del año fiscal 2026.
Tras 43 días de cierre parcial, la aritmética parlamentaria favoreció otra vez a los republicanos, que tienen una mayoría muy ajustada en el Congreso, pero que han mostrado mejor disciplina de voto en ambas cámaras.
Los demócratas, en cambio, se dividieron entre un liderazgo que quiere mantener el pulso con el gobierno, y ciertos legisladores moderados que ya han roto filas y han pactado bajo ciertas condiciones.
El debate sanitario
El Senado votó el lunes a favor de acabar con el cierre, gracias a la participación de ocho demócratas y la oposición de un solo republicano.
Los esfuerzos titánicos de los demócratas para intentar reabrir toda la gran discusión sobre los subsidios para la cobertura sanitaria acabaron frustrados.
El Senado votó por reenviar a la Cámara de Representantes un texto que no compromete a nada en ese frente.
Los republicanos se limitaron a prometer un debate separado, a corto plazo, sobre las ayudas a millones de estadounidenses para pagar su cobertura sanitaria.
El comité de Reglas de la Cámara de Representantes anunció el miércoles que ya aprobó por ocho votos a favor y cuatro en contra la ley para financiar al gobierno, lo que permitirá reabrir agencias federales. Eso indica que su aprobación definitiva es probable en el pleno.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y el líder de la mayoría republicana en el Senado, John Thune, demostraron temple a lo largo de semanas de enorme presión, que incluyeron cancelaciones de vuelos en todo el país por la falta de controladores aéreos, que no cobraron sueldo durante casi dos meses.
"Es muy triste. Cerraron el gobierno durante más de 40 días, y ¿para qué?", añadió el jefe de la bancada republicana en la Cámara, Tom Emmer.

El nerviosismo de los demócratas
El líder de la minoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer, votó en contra de la reapertura, y la misma actitud mantenía este miércoles el jefe de la bancada de los representantes, Hakeem Jeffries.
"La atención médica de la gente en este país está a punto de volverse impagable", clamó Jeffries.
La polémica yace en el denominado Obamacare, la reforma sanitaria aprobada durante la presidencia del demócrata Barack Obama, que suponía un primer intento de introducir una cobertura sanitaria pública universal en todo el país.
Esa cobertura, que la Corte Suprema dictaminó que no podía ser obligatoria, ha subsistido gracias a los créditos fiscales aprobados por los demócratas.
Ante la crisis de la pandemia del coronavirus, el demócrata Joe Biden extendió y amplió en 2022 los subsidios para ayudar a millones de estadounidenses a pagar esa cobertura de salud.
Esas ayudas vencen a finales de año, con lo cual las pólizas pueden subir de forma considerable.
Los republicanos aducen que esos subsidios solo deberían ayudar a los sectores más desprotegidos, y no extenderse de forma indiscriminada.
Durante los agrios debates en torno al cierre gubernamental, los republicanos acusaron también a los demócratas de querer beneficiar a millones de inmigrantes indocumentados con esos subsidios.
Los sondeos demostraron que la mayoría de la población achacaba a Trump y a los republicanos la responsabilidad del cierre, puesto que dominan la Casa Blanca y el Congreso.
Pero su unidad se mantuvo casi sin fisuras, mientras que el enojo crecía en la opinión pública.
El nerviosismo acabó pesando más en las filas demócratas, que hace tan solo una semana celebraban una serie de victorias en sus feudos electorales, incluida la elección de un alcalde que se autodeclara socialista en Nueva York.
El relevo generacional se acelera en ese partido. La veterana líder en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunció su retirada la semana pasada, y Schumer aparece cada vez más cuestionado en el Senado.
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