En Chicago, los latinos evitan salir incluso a la iglesia, por el temor a las redadas antimigrantes
Chicago, una de las ciudades que concentra a una numerosa población de ecuatorianos, hay temor por las redadas antimigrantes ordenadas por el Gobierno de Donald Trump.

Una calle del barrio Pilsen, en Chicago, en noviembre de 2022.
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Francisco Arriaga ofrece una cena semanal en el sótano de una iglesia de Chicago, pero últimamente no pone muchas mesas porque los fieles no asisten. La razón: el temor a las redadas antimigrantes ordenadas por el presidente Donald Trump.
Chicago es una de las ciudades con una numerosa comunidad ecuatoriana, al igual que otras nacionalidades de Latinoamérica.
La población de esta ciudad, de 2,7 millones de habitantes, incluye a más de 800.000 que se identificaron como hispanos o latinos en el censo de 2020. Se estima que unas 150.000 personas residen en la ciudad en situación migratoria irregular, lo que representa cerca del 8% de los hogares.
"Todos tienen miedo"
"Todos tienen miedo, no solo los indocumentados", dice Arriaga, director musical de la Iglesia Católica San Pablo en Pilsen, un barrio que concentra buena parte de la población latina de la ciudad.
"Normalmente, tendría el doble de mesas preparadas, pero solo tres personas vinieron a nuestra última reunión", señala a la agencia AFP.
El tránsito peatonal en Cermak Road, la arteria principal de Pilsen y sede de negocios y restaurantes, ha disminuido en las últimas semanas ante los anuncios de redadas y la amenaza de Trump de enviar tropas de la Guardia Nacional.
"Si la gente piensa que esto se detendrá con la comunidad inmigrante, permitirá que el régimen de Trump normalice esto, y cualquiera puede ser el siguiente", advierte el concejal Byron Sigcho-Lopez.
Tras los despliegues de tropas y redadas de deportación en Washington y Los Ángeles, el gobierno del republicano Trump lanzó el lunes una operación de control migratorio en Chicago, gobernada por los demócratas.
Los hermanos Eric y Jessie Ruiz, de 45 y 50 años, viven en Pilsen desde niños y son ciudadanos estadounidenses, al igual que su padre, pero aun así tienen miedo de ser arrestados arbitrariamente.
"Lo tengo presente constantemente. Me preocupa mi padre, que tiene más de 70 años", señala Eric. "Crecimos aquí y esto es algo con lo que nunca hemos tenido que lidiar", añade su hermana. "La ciudad no verá con buenos ojos que el ICE realice redadas aquí y esa será la excusa (de Trump) para enviar a la Guardia Nacional".
"Estoy aquí por quienes tienen demasiado miedo de salir"
Por ahora, los residentes, especialmente los de la comunidad latina, hacen todo lo posible por seguir con sus vidas y defender sus derechos.
Eso es lo que Vanessa Escobar, una estudiante de 18 años de la Universidad Roosevelt, dijo que hacía el lunes por la noche en una protesta contra el ICE en el centro de Chicago, a unos 10 kilómetros de Pilsen.
"Soy mexicana-estadounidense y es importante que mi comunidad se escuche. Estoy aquí por quienes tienen demasiado miedo de salir. Lo que Trump ha estado haciendo es aterrador", dijo Escobar.
Mientras muchos se quedan en casa y limitan sus salidas diarias, la iglesia católica San Pablo celebrará la semana que viene la fiesta por el Día de la Independencia de México, pospuesta por el aumento de los controles del ICE.
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