¿Qué pasa con el dalái lama? Todo lo que debe saber sobre la lucha por el control del Tíbet
El anuncio de un sucesor para el dalái lama, que cumple 90 años, revivió la antigua disputa entre el liderazgo del Tíbet y China, con India y Estados unidos a la expectativa.

El dalái lama llega al templo principal de Tsuglagkhang, en la ciudad india de Dharamshala, el 6 de julio de 2025.
- Foto
EFE
Autor:
Redacción Primicias/EFE
Actualizada:
Compartir:
La celebración del 90 cumpleaños del dalái lama se convirtió en el escenario de una operación política con la que el liderazgo tibetano en el exilio ha retomado la iniciativa en su larga disputa con China, iniciando de facto el proceso de sucesión en vida de su líder y bajo sus propios términos.
La semana se puede analizar a través de cinco grandes movimientos que redefinieron el escenario político en la disputa con China:
1. El detonante controlado
Todo comenzó con el propio dalái lama, líder espiritual del Tíbet y que vive en el exilio desde 1959, tras la brutal represión por parte de las tropas chinas del levantamiento nacional tibetano en Lhasa. Días antes del festejo, anunció que su linaje continuaría y que su círculo privado gestionaría el proceso, poniendo fin a la tesis de que él seria el último dalái lama, una institución de 600 años. El sucesor puede ser de cualquier género y su nacionalidad no estará limitada al Tíbet.
El anuncio, en las vísperas de su cumpleaños, aseguró la máxima atención mediática.
2. La demostración de fuerza
La respuesta inmediata fue la convocatoria de un cónclave, una reunión de los jefes de todas las escuelas del budismo tibetano como un acto de ratificación. Los altos lamas proyectaron una imagen de unidad sin precedentes y enviaron un mensaje a Pekín de que, frente a la amenaza exterior, la diversa cúpula religiosa está unificada tras una sola estrategia.
3. La ofensiva dialéctica
La estrategia acordada marcó un cambio de táctica. En entrevistas y comunicados, el Sikyong (líder político), Penpa Tsering, abandonó el tradicional tono diplomático por una confrontación directa. Su desafío a que China "busque la reencarnación de Mao Zedong" o su cuestionamiento histórico de la "Urna de Oro" fueron parte del mensaje para desmontar los argumentos de Pekín en el escenario público.
4. El telón diplomático
Esta estrategia se desarrolló con un significativo silencio internacional. Aparte de la anfitriona India y de Estados Unidos, que emitió una nota de apoyo a la sucesión, la mayoría de las potencias mundiales evitaron las felicitaciones oficiales.
Esta no reacción tiene de fondo el llamado "efecto dalái lama": el temor a las represalias económicas de China, que ha conseguido aislar diplomáticamente al líder tibetano y poner un alto precio a cualquier gesto de apoyo.
5. El acto final: el testamento en vida
Los discursos del dalái lama durante el fin de semana redondearon el mensaje. Su vaticinio de que espera vivir "otros 30 o 40 años más" es visto como un mensaje China que espera su muerte para nombrar un sustituto.
Un mensaje final este 6 de julio, con una tarta y rodeado del exilio, centrado en la compasión y la gratitud, reiteró su discurso espiritual incontestable.
Con ello, el liderazgo tibetano ha cambiado el paradigma: la pregunta ya no es "¿qué pasará cuando muera?", sino ¿cómo se ejecutará el plan que él mismo ha puesto en marcha?.
Compartir: