El pleito entre Trump y Petro pone a Estados Unidos y Colombia cerca de la ruptura total
La escalada de tensiones entre Colombia y Estados Unidos genera asombro y preocupación en la región. ¿Cómo fue posible llegar a esto?

Composición con retratos de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y Gustavo Petro, mandatario de Colombia.
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AFP
Autor:
Redacción Primicias
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Gustavo Petro jamás quiso a Donald Trump y viceversa. El izquierdista colombiano está situado ideológicamente en el lado contrario del conservador magnate estadounidense y nunca se iban a llevar bien. Pero su mutua animadversión se ha profundizado y está causando estragos en la diplomacia entre Colombia y Estados Unidos, al punto de que están al borde de la ruptura y ¿de la guerra?
La región ha presenciado este año una escalada sin precedentes en la tensión entre Colombia y Estados Unidos. Quizás todo empezó allá en 2020, cuando Trump, que buscaba la reelección, lanzó críticas contra el entonces senador colombiano Gustavo Petro, al que calificó como un "socialista colombiano" y "guerrillero del M-19". Aunque parecía que lo hacía para atacar a su rival demócrata, Joe Biden, más que al presidenciable exinsurgente.
Petro mencionó más tarde que Trump lo había "insultado" y llamado "terrorista" en ese momento, un punto que él usó para marcar el inicio de la hostilidad personal.
El destino quiso que Trump regrese en 2025 a la Casa Blanca, con Petro ya como presidente de Colombia. Y este Trump que recuperó el poder es más radical hacia todo lo que huela a izquierda. Aunque era más que obvio que dirigiría su fuerza hacia Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela considerado como dictador, no fue tan evidente que tendría a Petro en la mira.
Después de todo, Colombia es una democracia y existe una centenaria tradición de amistad con Estados Unidos. Venezuela, o mejor dicho, el chavismo hace 25 años que se pasó al eje del mal.
El colombiano se ha manejado de manera poco acertada, en todo caso, pues los problemas empezaron muy pronto, en enero de 2025, cuando Petro rechazó la entrada de los aviones militares con migrantes deportados y criticó el trato a los expulsados. Trump amenazó con imponer aranceles del 255 a Colombia, por lo que Petro tuvo que acceder a recibir a los migrantes. Strike uno.
Más adelante, Petro acusó a Trump de iniciar una "guerra étnica" con sus políticas migratorias y llegó a compararlas con las de Hitler, instando al pueblo latinoamericano a protestar.
Otro momento de tensión se vivió en el funeral del senador colombiano de derecha Miguel Uribe Turbay, en agosto. El subsecretario de Estado estadounidense, Christopher Landau, asistió a las ceremonias fúnebres, evento prohibido para Petro por disposición de la familia de Uribe.
Petro, ante eso, dijo que había considerado impedir la entrada de Landau. "Dice el subsecretario de Estado que va a venir esta noche. Yo podría impedirlo y lo he pensado porque me insultó, pero no soy igual que ellos".
Con la entrada de Estados Unidos en un "conflicto armado" con las bandas de narcotraficantes, Petro optó por respaldar la soberanía de Venezuela. En la Asamblea General de la ONU de septiembre, Petro arremetió contra la Administración estadounidense tildándola de "tiranía" por el lanzamiento de misiles en aguas soberanas y criticó la política de drogas de Trump. Strike dos.
Para colmo, Petro participó en un evento en favor de la causa palestina realizdo en Nueva York y pidió a los soldados estadounidenses que desobedecieran las órdenes de Trump. ¡Ese fue el strike tres!
Desde entonces, Estados Unidos ha presionado con dureza a Colombia. De entrada, se revocó la visa a Petro y también se retiró a Colombia la certificación de país que coopera en el combate al narcotráfico.
Ahora se ha entrado a una etapa peligrosa, con armas incluidas. Estados Unidos, que antes solamente atacaba barcos del llamado Cartel de los Soles, ahora apunta a naves colombianas. Ante eso, Petro pidió el 18 de octubre a la Fiscalía "actuar de inmediato" ante la posibilidad de que una supuesta narcolancha atacada en septiembre por Estados Unidos en el mar Caribe fuera colombiana, y acusó a ese país de "asesinato" por la muerte de un pescador.
Petro, incluso, afirmó que Estados Unidos atacó en aguas de Colombia.
La respuesta de Trump no se hizo esperar. El 19 de octubre, Trump acusó a Petro de ser "un líder del narcotráfico que incentiva la producción masiva de drogas, tanto en campos grandes como pequeños, por toda Colombia".
Trump añadió: "(la droga) Se ha convertido, con diferencia, en el mayor negocio de Colombia, y Petro no hace nada para detenerlo, a pesar de los pagos y subsidios a gran escala de EE.UU., que no son más que una estafa a largo plazo. A partir de hoy, estos pagos, o cualquier otra forma de pago o subsidio, dejarán de realizarse a Colombia".
Ante eso, ahora todo es angustia e incertidumbre en Colombia. Se teme la ruptura de relaciones, lo cual sería devastador para los colombianos. De hecho, el país ya perderá alrededor de USD 500 millones que Estados Unidos destina a la cooperación con Colombia. Se estima que seis millones de empleos en Colombia dependen de su relación con Estados Unidos.
El posible camino militar es más temido aún. Petro, al ser calificado como "líder del narcotráfico", es prácticamente un blanco de Estados Unidos, como hace tiempo lo es Maduro. Solo falta que Trump también ofrezca por su cabeza una recompensa.
Por lo pronto, Petro se ha defendido a su estilo, con su verborrea en la red social. "Yo no hago bussines , como usted", le dijo a Trump, "yo soy socialista, creo en la ayuda y el bien común y en los bienes comunes de la humanidad, el mayor de todos: la vida, puesta en peligro por su petróleo". Alguien debiera decirle que esto no se arreglará con poesía en X.
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