Así fue la invasión de Estados Unidos a Panamá para arrestar al dictador Manuel Noriega, ¿lo mismo pasará en Venezuela?
La invasión de Estados Unidos a Panamá es considerada la última acción bélica antes del fin de la llamada Guerra Fría. También es la última gran intervención armada de Estados Unidos en América Latina.

Unidad militar de Estados Unidos en una calle de Panamá luego de la invasión del 20 de diciembre de 1989.
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AFP
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Redacción Primicias
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Los tambores de guerra resuenan por el Caribe y los habitantes de América Latina contienen el aliento ante lo que podría ser una nueva invasión de Estados Unidos a la región. Y todo lo que actualmente sucede en este duelo entre Venezuela y Estados Unidos recuerda a lo que ocurrió en 1989 con Panamá. Es prácticamente un déjà vu.
Contexo actual: El gobierno de Donald Trump acusa a Nicolás Maduro, considerado dictador de Venezuela y aliado de enemigos del Tío Sam como Irán, de convertir al gobierno chavista en un cartel y desea capturarlo para enjuiciarlo por narcotráfico. Estados Unidos ya envió buques de guerra para rodear a Venezuela y ya se han producido incidentes que tiene en vilo a América Latina.
Como dice la canción de Franco de Vita, "esto ya lo había vivido". En 1989, el presidente de Estados Unidos, George H. W. Bush, afrontó la misma situación con Manuel Noriega, líder militar de Panamá desde 1983 (no se lo consideraba como presidente sino como dictador de facto) y antiguo colaborador de la CIA, pero luego implicado en narcotráfico, asesinato y extorsión.
Antes de la invasión a Panamá, ocurrieron estos acontecimientos:
El asesinato del opositor Hugo Spadafora
- Se trató de un férreo opositor a Noriega que fue secuestrado y encontrado decapitado en 1985. Su cabeza nunca fue hallada. Spadafora denunció las relaciones de Noriega con el narcotráfico internacional, por lo que su atroz crimen desató una ola de protestas en contra del dictador.
El 'falso' gobierno de Nicolás Ardito Barletta
- Para darle un barniz de apariencia democrática a Panamá, Noriega permitió elecciones en 1984 y el ganador fue el candidato apoyado por él, Nicolás Ardito Barletta, que se convirtió en el 41°. Presidente de Panamá desde el 11 de octubre de 1984. No obstante, las sospechas de fraude hicieron que la gente lo apodara como Nicolás 'Fraudito' Barletta. Pese a todo esto, el presidente intentó crear una comisión que investigue la muerte de Spadafora, lo cual desató la furia de Noriega. Nicolás Ardito Barletta prefirió renunciar e irse del país.
Acciones contra Estados Unidos
- Aunque Noriega trabajó para la CIA, comenzó a afectar los intereses de Estados Unidos. En 1984, ordenó el cierre de la Escuela de las Américas, academia donde se formaban militares latinoamericanos con un marcado contenido político anticomunista. El sentimiento antiestadounidense que proclamaba Noriega provocó incidentes con soldados de Estados Unidos que custodiaban el Canal de Panamá.
- Además, Noriega creó los Batallones de la Dignidad, milicias paramilitares creadas para atacar a los opositores.
Revelaciones de narcotráfico
- En 1986, el célebre periodista Seymour Hersh publicó en el periódico The New York Times los detalles de las actividades criminales de Noriega, lo que causó un fuerte impacto en la opinión pública. El presidente Ronald Reagan logró que tribunales federales acusaran a Noriega por narcotráfico y comenzó a gestarse la idea de una invasión a Panamá para arrestarlo.
Elecciones desconocidas
- Lo curioso es que, aunque Noriega retenía el verdadero poder en su calidad de Jefe de las Fuerzas de Defensa, de todos modos había elecciones. El 7 de mayo de 1989, el candidato de la oposición al régimen militar, Guillermo Endara, se impuso abrumadoramente al candidato respaldado por Noriega, Carlos Duque Jaén. Noriega, furioso, ordenó al tribunal electoral declarar suspendidos los comicios. Esto desató más inestabilidad, intentos de golpe de estado y una ola creciente de impopularidad, además de presiones de Estados Unidos para que Noriega se marche de Panamá.
Panamá declara la guerra a Estados Unidos
- Quizás por mal cálculo, quizás porque no esparaba que realmente Estados Unidos enviara tropas a Panamá, Noriega radicalizó más su postura beligerante y declaró al país en estado de guerra con Estados Unidos el 15 de diciembre de 1989. El 17 de diciembre, un soldado estadounidense fue abatido durante un control de carretera frente al Cuartel Central de las Fuerzas de Defensa. Este fue el detonante de la invasión.

Estados Unidos, ya con George H. W. Bush como presidente, decidió invadir militarmente Panamá y desalojar a Noriega, que amenazaba con controlar el Canal, un tema sumamente sensible para los estadounidenses. A esta operación se la bautizó con el código militar Operación Causa Justa y comenzó el 20 de diciembre de 1989.
Debido a la resistencia que ofrecieron algunos militares panameños, la invasión cobró la vida de cerca de 300 soldados de Panamá y 300 civiles, con cifras no establecidas con exactitud. Pero nada impidió que los 27.000 soldados de Estados Unidos se impusieran a los 12.000 panameños y que tomaran rápidamente el control de los lugares estratégicos de Ciudad de Panamá y Colón.
El 20 de diciembre de 1989, en medio de los bombardeos, Guillermo Endara fue juramentado como Presidente Constitucional de Panamá.
Noriega pasó de la bravuconería a la desesperación. Tras esconderse en la casa de su amante, enterarse de que su avión fue dañado en tierra por los estadounidenses (con lo que no podría huir a Cuba o Nicaragua, su plan B) y percatarse de que nadie del pueblo panameño saldría a defenderlo, Noriega buscó dónde meterse. Pudo llegar a tiempo a la casa de la Nunciatura Apostólica y le pidió a monseñor José Sebastián Laboa refugio.
Los 10 días que Noriega estuvo en la casa del Nuncio fueron sumante tensos, con los Navy SEAL rodeando la casa de Laboa y aplicando una extraña estrategia para agotar al dictador: colocar enormes altoparlantes para taladrar los oídos de sus ocupantes. Por alguna razón, pensaban que Noriega era devoto de la música académica y que el rock de AC/DC, The Clash y Guns N’Roses lo haría rendirse.
Pero quien se rindió primero fue monseñor Laboa. Harto, le dio un polémico ultimátum a Noriega: o se entregaba o todo el personal papal dejaría la casa para instalarse en un colegio, que sería proclamado como Nunciatura Apostólica. Así, Noriega aceptó que no tenía escapatoria y la noche del 3 de enero de 1990, tras escribir una carta a su esposa Felicidad Sieiro y otra al papa Juan Pablo II, se entregó, llevando una Biblia (se la regaló el Nuncio) y su uniforme canela. El sargento Scott Geist y otros solados le colocaron cinta adhesiva en las muñecas para enviarlo en helicóptero a la Base Aérea de Howard.

La invasión de Estados Unidos a Panamá es considerada la última acción bélica antes del fin de la llamada Guerra Fría. También es la última gran intervención armada de Estados Unidos en América Latina, pues en 1995 su injerencia en Haití fue con fines más bien humanitarios y no utilizó la cifra de soldados ni el armamento exhibido en Panamá.
El 16 de septiembre de 1992, Noriega fue condenado a 40 años de prisión, luego reducida a 30 años. En 2010 fue extraditado a Francia, donde fue enjuiciado por narcotráfico. Y en 2011 fue extraditado a Panamá, donde fue enjuiciado por asesinato. Murió el lunes 29 de mayo de 2017 a los 83 años de edad, por las consecuencias de una operación para combatir un tumor cerebral.
¿Lo mismo le espera a Nicolás Maduro? Se verá.
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