Israel avanza sin freno en su ofensiva terrestre en Gaza, que este 20 de septiembre ha dejado más de 60 muertos
El Ejercito israelí asegura estar "desmantelando infraestructuras terroristas", con ataques que incluyen el uso de robots cargados con explosivos en barrios residenciales.

Palestinos desplazados, con sus pertenencias, se trasladan a otra zona tras un ataque aéreo israelí en la Ciudad de Gaza, el 19 de septiembre de 2025.
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Mohammed Saber / EFE
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eFE / redacción Primicias
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A primera hora de este sábado 20 de septiembre, la Defensa Civil de Gaza hizo un llamado al mundo, alertando de que la capital de la Franja estaba siendo sometida a "violentos bombardeos", que a lo largo de la jornada se han cobrado la vida de más de 60 personas, en una de las más violentas desde que Israel dio comienzo a su operación terrestre el martes 16 de septiembre.
El último recuento de los periodistas gazatíes desde las morgues, que unifican y difunden los datos recabados en una plataforma conjunta, elevaba a 61 los muertos en la ciudad de Gaza.
La mayoría llegaron al Hospital Shifa, el más importante de la Franja, y al Bautista Al Ahli, el último operativo en el este de la capital, el área más vulnerable a la expansión de la ofensiva terrestre israelí.
Entre los cadáveres recogidos en la morgue del Shifa se encontraban los del hermano y los tres sobrinos del director del centro, Mohammed Abu Salmiya. El Ejército bombardeó la vivienda de la familia en el campamento de refugiados de Shati, junto a la playa, cuando el médico se encontraba en el hospital.
"La ocupación 'israelí' destruyó mi casa y mató a varios de los miembros de mi familia, sin aviso previo, con la intención de cometer una masacre", lamentó el propio Abu Salmiya en un comunicado.
"El mundo ha decidido ver el genocidio de millones de personas sin preocuparse"
Mohammed Abu Salmiya, médico palestino.
Consultado por EFE sobre el ataque, el Ejército israelí pidió las coordenadas y hora del ataque contra la vivienda de Abu Salmiya para identificarlo. Desde entonces, el portavoz castrense no ha ofrecido ninguna respuesta.
Desde el otro centro que recibió un aluvión de cadáveres, el Hospital Bautista Al Ahli, el médico Issam Abu Ajwa difundió otro comunicado asegurando que atraviesan "uno de sus momentos más difíciles desde el inicio de la guerra".
Explosivos en barrios residenciales
El fuego sobre la capital combinó este 20 de septiembre ataques de artillería; uso de robots cargados con explosivos en barrios residenciales; bombardeos de alfombra, es decir, ataques aéreos extensivos, para destruir áreas amplias, y disparos desde helicópteros Apache y drones.
Estos últimos, según la Defensa Civil gazatí, se dieron de manera "indiscriminada" contra viviendas civiles.
"Mi zona es peligrosa, no es fácil salir de casa, un dron te dispara inmediatamente", aseguró a EFE en un intercambio de mensajes un funcionario del Ministerio de Sanidad gazatí que dice estar encerrado en su casa por temor a recibir un disparo: "Quieren que nos vayamos".
El Ejército israelí, por su parte, asegura estar "desmantelando infraestructuras terroristas" como trampillas de acceso a túneles o estructuras trampeadas con explosivos, aunque también "estructuras desde las que operaban los milicianos de Hamás".
En conversaciones previas con EFE, una portavoz castrense aseguró que las fuerzas armadas pueden considerar "infraestructuras terroristas" viviendas civiles en las que sospechosos de pertenecer a Hamás se han reunido.
"Adicionalmente, las tropas encontraron armas y eliminaron a varios terroristas de varios rangos del brazo armado de Hamás que tomaban parte activa en el combate contra las tropas del Ejército en la zona", recoge el comunicado castrense de este sábado, sin dar detalles de cuántos milicianos abatieron.
El martes, cuando Israel anunció que había comenzado las "fases iniciales" de su operación terrestre en la capital, un oficial del Ejército aseguró que estimaban que allí quedaban entre y 2.000 y 3.000 milicianos de Hamás.
Desplazados
Los residentes en la ciudad de Gaza ven los bombardeos como un intento de las fuerzas armadas de expulsarles hacia la zona de Mawasi, en el sur, que el Ejército calificó como "humanitaria" para fomentar la evacuación.
Este sábado, el Gobierno de Hamás en la Franja estimó que en la capital quedan unas 900.000 personas y que otras 270.000 han salido de la ciudad, en un dato que choca directamente con la estimación del Ejército: 480.000 desplazados forzosamente.
Además, el Ejecutivo de la Franja aseguró que en las playas de Mawasi y Jan Yunis, hacia las que el Ejército empuja a la población, se hacinan en torno a un millón de personas.
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