¿Quién es Joël Le Scouarnec, el exitoso cirujano condenado por violaciones a 299 pacientes en Francia?
Joël Le Scouarnec fue condenado a 20 años de cárcel por las violaciones y agresiones sexuales en Francia. Tenía una carrera profesional exitosa y una familia, pero llevaba una doble vida marcada por la pedofilia.

Boceto judicial creado el 23 de mayo de 2025 muestra al acusado, el cirujano francés retirado Joel Le Scouarnec.
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AFP
Autor:
Agencias/Redacción Primicias
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El nombre de Joël Le Scouarnec da la vuelta al mundo al poner en videncia el horror de la depravación humana. Este 28 de mayo de 2025 recibió la condena máxima de 20 años de cárcel por los casos de violación y agresiones sexuales contra 299 víctimas, delitos que los cometía bajo el aura de un reputado cirujano del aparato digestivo.
Con una carrera profesional exitosa. Le Scouarnec llevaba una doble vida en la que sus pulsiones oscuras, con una pedofilia severa y otras parafilias, estaban escondidas y a la vez detalladas en cuadernos y archivos informáticos.
Le Scouarnec nació en París de padre ebanista y madre conserje. El mayor de tres hermanos era un muy buen alumno, más bien solitario, que soñaba desde los 10 años en convertirse en cirujano, lo que logró en los años 1980.
Se casó y tuvo tres hijos entre 1980 y 1987.
En 2004, su tarjeta bancaria, que utilizaba para acceder a sitios de pornografía infantil, lo traicionó y un tribunal de Vannes lo condenó en 2005 a cuatro meses de prisión, con suspensión de pena.
Denuncia que destapó el caso
Fue arrestado en mayo de 2017 cuando vivía en la pequeña ciudad de Jonzac (Aquitania, oeste), después de que la hija de unos vecinos, de seis años, contó a sus padres que la había penetrado con sus dedos.
A partir de ahí, todo se desencadenó para un médico que acaba de jubilarse tras 36 años de carrera y que en su vida laboral pasó por un total de 15 hospitales del oeste y noroeste del país.
En 2020 fue condenado a 15 años de cárcel en un primer proceso por violaciones y abusos a cuatro menores (dos sobrinas, la vecina y una paciente).

El segundo juicio con 299 víctimas
La investigación de ese caso desveló una enorme cantidad de material que le fue requisado y que necesitó mucho tiempo para ser estudiado, lo que desembocó en este segundo juicio, con 299 víctimas (256 de ellas menores), aunque se considera que podría haber hasta 57 más. Eso le convierte en el mayor pederasta de Francia.
El juicio ha mostrado que Le Scouranec sufre, aparte de las pulsiones pederastas que admitió tener desde hace cuatro décadas, numerosas parafilias, algunas de ellas muy depravadas.
Un punto clave en el proceso han sido los 'cuadernos negros', unos diarios en los que anotaba sus delitos y sus reflexiones sobre la pederastia. En esos diarios escribía lo que llamaba "cartas pederastas" con narraciones a las que buscaba dar un aire literario.
Pero, sobre todo, realizaba fichas con detalles de sus delitos: fecha, nombre de la víctima, hechos cometidos, las circunstancias (normalmente cuando estaban bajo los efectos de la anestesia) y la sensación que le produjo su realización.
También se le confiscaron varios discos duros informáticos, con más de 300.000 documentos, en los que había imágenes de prácticas sexuales extremas y en ocasiones ultraviolentas.

¿Podían evitarse los delitos?
Buena parte de los delitos juzgados en este proceso, cometidos entre 1989 y 2014, hubieran podido evitarse si las autoridades hubieran realizado una mayor labor de prevención tras una condena en 2004 por consultar archivos de pornografía infantil en línea, dentro de una red internacional desmantelada por el FBI estadounidense.
Esa condena, a cuatro meses de cárcel exentos de cumplimiento y a seguir terapia, en contra de lo que pudiera parecer no le impidió seguir trabajando con menores.
El juicio que terminó este 28 de mayo, también ha mostrado una progresiva toma de conciencia de sus delitos, que solo muy parcialmente reconoció durante la larga instrucción del caso.
Pocos días después del inicio del proceso, reconoció a uno de sus hijos que había abusado de su propia nieta. Una sobrina testificó haber sufrido abusos cuando tenía 4 o 5 años, mucho antes de cuando el pederasta reconocía haber comenzado a tener impulsos pederastas.
En su última declaración del lunes pasado, antes de que el jurado comenzara su deliberación, Le Scouarnec admitió "el inmenso dolor causado" a sus víctimas y reconoció que no merece "ninguna indulgencia" .
Sí pidió a los jueces "el derecho a ser mejor" y a poder recuperar "esa parte de humanidad que -reconoció- tanto me ha faltado".
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