León XIV recibe emocionado el palio y el Anillo del Pescador, símbolos del poder papal

Cerca de 200.000 de fieles llenaron este domingo 18 de mayo la plaza de San Pedro para asistir a la misa de inicio de pontificado del papa León XIV, a la que también asistieron unas 150 delegaciones internacionales. León XIV recibió el palio y el Anillo del Pescador, símbolos del poder pontificio.

El pontificado del estadounidense Francis Prevost, elegido el pasado 8 de mayo en el cónclave tras la muerte del papa Francisco, se considera oficialmente inaugurado con la entrega de estos dos símbolos.

La imposición del palio y del anillo fue llevada a cabo por arzobispos y cardenales de Europa, África y Asia: el monseñor italiano Diego Ravelli, el purpurado congolés Fridolin Ambongo Besungu y el filipino Luis Antonio Tagle

Luego se realizó la ceremonia de la obediencia, otro de los rituales del inicio de pontificado. El papa León XIV recibió la promesa de obediencia de 12 personas, en representación de toda la Iglesia católica.

León XIV no obvió en su homilía el peso que conlleva la alta responsabilidad que asumió hoy como jefe de una iglesia con 1.400 millones de fieles en todo el mundo. "Fui elegido sin tener ningún mérito y, con temor y trepidación, vengo a ustedes como un hermano que quiere hacerse siervo de su fe y de su alegría", confesó el nuevo pontífice.

En la ceremonia estuvo presente el legado de Jorge Bergoglio, fallecido el pasado 21 de abril. León XIV lo recordó en su homilía: "La muerte del papa Francisco ha llenado de tristeza nuestros corazones y, en esas horas difíciles, nos hemos sentido como esas multitudes que el Evangelio describe 'como ovejas que no tienen pastor'". Entonces, los fieles presentes en la plaza, rompieron en un aplauso.

200.000 testigos de un día histórico

A las 6:00 hora local se abrieron los accesos a la plaza entre fuertes medidas de seguridad y se esperaba que asistan cerca de 200.000 personas.

Del país natal del pontífice, Estados Unidos, llegaron el vicepresidente, JD Vance, y el secretario de Estado, Marco Rubio, mientras que de Perú, donde pasó gran parte de su vida como misionero y obispo, estuvo la presidenta, Dina Boluarte.

De América llegaron el presidente de Ecuador, Daniel Noboa; el colombiano, Gustavo Petro, y el paraguayo, Santiago Peña, entre otros dignatarios de varios países. Noboa (con su esposa Lavinia Valbonesi) y Petro se sentaron juntos en el lateral del altar central de la Plaza de San Pedro, donde León XIV ofició la misa.

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También estuvo presente el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski con su esposa Olena, y se espera una posible audiencia de León XIV tanto con el mandatario ucraniano como con Vance en un primer intento de ofrecer la Santa Sede como lugar de mediación para frenar la guerra que inició Rusia.

España estaba representada por una delegación encabezada por los reyes, Felipe VI y Letizia, y conformada por la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Feliz Bolaños, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.

León XIV llegó a las 9:00 hora local para recorrer por primera vez la plaza San Pedro en papamóvil y saludar a los fieles y luego regresó al interior de la basílica para comenzar el ritual de la ceremonia de inicio de pontificado.

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Empezó con el nuevo papa rezando ante el sepulcro de San Pedro, en las profundidades del templo, junto a los patriarcas de las Iglesias orientales.

Tras este momento de oración e introspección, León XIV y los cardenales salieron de la basílica en procesión hasta la plaza, mientras entonaban el cántico gregoriano de las 'Laudes Rigiae'.

La misa 'para el inicio del ministerio petrino del obispo de Roma' tuvo lugar a los pies de la basílica y el momento más importante fue cuando se impuso al nuevo papa el palio y el anillo del pescador, los símbolos de su poder que marcan el inicio de su magisterio.