Negligencia e irresponsabilidad: dueños de discoteca Jet Set no suspendieron evento pese a señales de colapso
Horas antes de la tragedia en la discoteca Jet Set, se reportó la caída de escombros desde el techo. Pese a la alerta, la propietaria decidió no suspender el evento. El colapso dejó 236 muertos.

Un integrante del equipo de bomberos trabaja en la búsqueda de víctimas al interior de la discoteca Jet Set en Santo Domingo, República Dominicana, este 9 de febrero de 2025.
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EFE
Autor:
Redacción EFE / primicias
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Un tribunal de la República Dominicana aplazó hasta la audiencia para decidir la medida cautelar contra el empresario Antonio Espaillat, propietario de la discoteca Jet Set, en Santo Domingo, cuyo techo colapsó el pasado 8 de abril de 2025, provocando la muerte de 236 personas y dejando más de 180 heridos.
El Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional decidió postergar la audiencia, casi una hora después de su inicio, para que la defensa de Espaillat y de su hermana, Maribel Espaillat —también imputada— pudiera revisar los documentos presentados por el Ministerio Público, según informó el abogado defensor, Miguel Valerio.
El empresario, para quien la Fiscalía solicita prisión preventiva, fue trasladado esposado, con casco y chaleco antibalas, desde la prisión del cuarto piso del Palacio de Justicia hasta la sala de audiencia, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.
Minutos antes, también bajo estricta custodia, ingresó Maribel Espaillat, quien, al igual que su hermano, fue detenida el jueves pasado. Sin embargo, desde el viernes permanece ingresada en una clínica, a donde fue nuevamente enviada tras la audiencia del domingo, que se celebró a puertas cerradas y sin presencia de medios.
Negligencia e irresponsabilidad
Varios heridos y abogados de las víctimas estuvieron presentes, junto con familiares de los fallecidos, quienes exigieron justicia y responsabilizaron a los hermanos Espaillat por ignorar las condiciones de deterioro que presentaba el establecimiento, muy frecuentado por la clase media dominicana.
“Los hechos ocurridos la madrugada del 8 de abril han generado un duelo colectivo como consecuencia del comportamiento de Antonio y Maribel Espaillat, que fue negligente e irresponsable, una muestra absoluta del desprecio a la vida humana”, afirmó el procurador adjunto Wilson Camacho, titular de la Dirección General de Persecución del Ministerio Público.
Según la Fiscalía, que contrató a tres peritos para sustentar la acusación, el Jet Set Club operó durante años con “una sistemática y grave negligencia en el mantenimiento y adecuación estructural”, lo que puso en riesgo a clientes y empleados.
Los imputados habrían autorizado remodelaciones y ampliaciones sin permisos ni evaluaciones técnicas del Ministerio de Obras Públicas ni de la Alcaldía del Distrito Nacional. “Optaron por soluciones paliativas inadecuadas para ahorrar dinero, a pesar de conocer los problemas del techo”, señala el expediente.
Incluso Maribel Espaillat, sabiendo que horas antes del colapso habían caído escombros del techo, se negó a suspender el evento programado, argumentando la ausencia de su hermano, que se encontraba en el extranjero.
Los peritajes confirman graves deficiencias como la ausencia de una columna clave, anclajes deficientes en las vigas y falta de muros de soporte, fallas que —según la Fiscalía— son atribuibles directamente a la gestión de la discoteca.
Además, el Ministerio Público denunció que los hermanos Espaillat habrían intentado presionar o intimidar a empleados de la empresa Inversiones E y L, S.R.L., operadora del local, quienes podrían declarar como testigos.
Uno de ellos, Gregory Adames, habría advertido a Antonio Espaillat sobre el deterioro estructural y la falta de condiciones para realizar el concierto del 8 de abril, al que asistieron cientos de personas, entre ellas el reconocido merenguero Rubby Pérez, quien también falleció en el siniestro.
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