Alfaro regaló un tiempo a Senegal y Cifuentes mejoró a Ecuador

Estuvo atento y dirigiendo a los gritos a una defensa en desconcierto. En el penalti no hizo el intento de lanzarse. No pudo hacer nada para detener el balón del segundo gol africano.

Fue valiente para chocar con Ismaila Sarr, la estrella del partido, pero fue superado varias veces. En el primer tiempo, no pudo aportar con el juego ofensivo de los partidos anteriores. Fue más incisivo en la segunda parte.

Le ganaron la espalda varias veces, incluida la jugada de la falta penalti. En el primer tiempo, dejó muchos espacios para el despliegue del ataque de Senegal. Fue coautor del gol del empate de Ecuador.

Llamó más la atención por su nuevo look que por su juego. Atropelló con fuerza desmedida a Sarr para el penalti, pero fue por la desesperación. En general, también le ganaron varias veces las espaldas.

No encontró cómo desbordar por su banda y las acciones de los senegaleses le obligaban a exponerse y equivocarse. Aun así, luchó en cada pelota dividida.

Metió más atrás al equipo de lo esperado y terminó extraviado, fuera de contexto.

Exhibió demasiados problemas para posicionarse de forma correcta y fue superado en lo físico, por su lesión. Como no pudo ser ese 'tercer central' de Ecuador (el puesto de Jhegson Méndez, hoy ausente), no pudo ni ayudar a los centrales ni colaborar en la salida.

Debido a los constantes naufragios de Gruezo y Franco, debió ayudar en la marca. Se extrañó su claridad en los pases de salida en el primer tiempo. En el complemento, fue un motor y logró anotar el empate. Para la historia: es el jugador más joven (21 años y 27 días) de Ecuador en marcar un gol en un Mundial.

Intentó aplicar velocidad y picardía, pero casi todos sus centros fueron inofensivos. En el segundo tiempo se metió más por el centro y mejoró su asociación con Preciado y con Enner. Tuvo el 2-2, pero su remate fue débil.

Ante la sequía de generación de juego, bajó varios metros para colaborar con la defensa. Activo y peleón, lo dejó todo. Falló en el despeje de esa pelota que acabó en el segundo gol de Senegal.

No fue abastecido correctamente por los volantes en el primer tiempo. Lo poco que intentó hacer fue frenado en seco. Fue reemplazado pues los senegaleses lo tenían bloqueado.

Ingresó para el segundo tiempo y le dio más libertad a Plata. Ayudó a que el equipo presione desde arriba.

Entró para el segundo tiempo y le dio más solidez a la mitad de campo, pues se ganó en el manejo de pelota.

Entró en el tramo final, pero careció del peso para abrir espacios entre esos robles africanos de la retaguardia.

Planteó un equipo para cuidar el boleto a octavos, pero se equivocó al optar por Gruezo, que venía lesionado y sin ritmo para el exigente puesto de 5. Tardó en reaccionar ante la desprotección de la defensa por el naufragio del medio campo. Por eso, al final regaló un tiempo a los africanos. Los cambios transformaron a Ecuador, que tuvo un equipo más ofensivo en el segundo tiempo. Faltó más calma para conservar el 1-1. Al final, se pagó tributo a un primer tiempo con errores, pero el equipo mostró dignidad.