El caso de Lady3latas agitó las redes esta semana. Todo comenzó cuando un conductor de taxi subió un video de una joven que lo insulta, además de negarse a pagarle los USD 3 que le debía por una carrera.
La nueva polémica en redes sociales arranca así: una muchacha en Guayaquil no quiso pagar una carrera de taxi, aduciendo que solo tenía billetes de alta denominación.
El conductor del taxi le reclamó el pago, pero ella arremetió contra él y lo llamó "cholo" y lo insultó con palabras de grueso calibre, mientras el conductor grababa la escena con su teléfono.
Apenas se conoció el video, las redes bautizaron a la joven como Lady3latas y fue tendencia durante dos días.
Hubo indignación, como en el caso de LadyZara, otra joven que increpó a un vendedor en una tienda de ropa por el hecho de ser venezolano.
Estas dos jóvenes, bautizadas como Lady en redes, hicieron hervir los ánimos de los cibernautas, que cada vez son menos tolerantes frente a las expresiones de racismo y xenofobia y que participan muy activamente, con sus comentarios, en los conflictos humanos cotidianos.
Llovieron las publicaciones y se abrió el debate sobre la necesidad de respetar a las personas, incluyendo a las que cometen un error, en lugar de exponerlas al escarnio público.
Pero la misma Lady3latas avivó el fuego que ya se iba apagando, al bloquear a decenas de personas que criticaron su actitud y, de pronto, ser bloqueado por ella se convirtió casi que en una medalla de oro para algunos tuiteros, que pasaron a llamarla LadyBloqueo.
Y en un mar picado de palabras altisonantes y de expresiones, hay quienes pidieron mesura y sensatez y hallamos en El Chat pensamientos así:
La protesta en redes, más allá del malhadado caso de Lady3latas, pone a reflexionar a los internautas sobre temas como el racismo, la intolerancia y el interés colectivo.
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