De pelear en la calle al octágono de UFC: esta es la historia del ecuatoriano Adrián Luna Martinetti
Adrián Luna Martinetti hizo historia este martes 7 de octubre, al vencer al ruso Mark Vologdin en la Dana White's Contender Series y asegurar su contrato en la UFC. Además, recibió un bono de USD 25.000 por su actuación.

Adrián y Andrés Luna Martinetti, durante un entrenamiento en el programa de desarrollo de UFC, en México.
Omar becerril
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El trayecto fue largo, pero la meta siempre estuvo cerca. Y con exceso de garantías. Adrián Luna, de 28 años, formó parte del programa de desarrollo de UFC desde mayo de 2024 y ahora alcanzó su máximo objetivo: entrar a la industria más importante de artes marciales mixtas.
El guayaquileño descubrió, de la mano de su hermano gemelo, Andrés, la pasión por pelear desde adolescente. Pero siempre de la mano.
"Empecé a entrenar porque quería pelear más en la calle. Era muy flaco y eso me creaba inseguridad. Aún así peleaba sin saber hacerlo. Pero de a poco mis rivales eran más altos, mejores físicamente, y me propuse ser el rey del 'puñete' en la calle", le confesó Andrés a PRIMICIAS el año pasado.
Entonces lo que empezó como un acto de rebeldía se convirtió en talento potencial. Y conscientes del poco o nulo mercado que tienen las artes marciales mixtas en el país, se mudaron a Tijuana hace casi cuatro años junto con un grupo importante de peleadores, entre los que también destacan Michael Morales (actualmente en UFC) y Aaron Cañarte.
En el país azteca tampoco fue sencillo, aunque las oportunidades fueron mayores. "Dividí mis entrenamientos. Iba al gimnasio por la mañana y en la tarde trabajaba. Me encargaba de distribuir plásticos en una empresa en Tijuana", comentó Luna, campeón de la Ultimate Warrior Challenge (UWC).

Los hermanos Luna Martinetti pudieron consolidar su carrera e historial profesional en México, pero era momento del siguiente paso. Andrés, a diferencia de su hermano, ya tuvo su chance sagrada para ganarse un contrato con UFC, al ser llamado a participar del Dana White Contender Series.
"No sé cómo llegó la oportunidad, mi 'coach' solo me dio la noticia mientras entrenaba. Le metí con todo. Yo creo que fue el mejor campamento que hice, pero fue la peor pelea que hice", reconoce de aquella derrota frente al brasileño Alessandro Costa, en julio de 2022.
Desde que se mudaron de país y fueron sumando combates a su récord profesional, los Luna Martinetti son un "libro en blanco" que les permitió receptar técnica y conocimiento.
Durante ese proceso, la llegada del programa de desarrollo era una realidad sin fecha específica, factor que les limitó en cuanto a tomar nuevas oportunidades. "Yo iba a ir a Tailandia a finales del año pasado y mi 'coach' me pidió que me espere por el programa. Pero este se fue postergando", asegura Adrián.
Sin embargo, mientras UFC completaba el staff y analizaba posibles prospectos, el cuerpo de entrenamiento de ambos peleadores ya había enviado sus nombres a la industria. Y la convocatoria llegó, como suele pasar, cuando menos lo esperaban.
Tanto Adrián (molestia en la rodilla) como Andrés (lesión en la muñeca) atravesaban complicaciones físicas al momento del llamado, pero acordaron no comunicarlo ante la posibilidad del rechazo.
"Decidimos ambos lanzarnos a las pruebas y quedamos. UFC paga el tratamiento, me he ahorrado mucho dinero, tienen gran tecnología", reconoce Andrés.
¿Qué tan complejo fue quedarse en el programa?
El nivel de los aspirantes era muy alto, sobre todo porque los peleadores que llegaron para hacer las pruebas se conocían entre sí.
"Los entrenadores veían cada detalle de ti para ser parte del programa. Hasta tu forma de comer. No podría decirte algo en específico. Había alguien por ejemplo que era una máquina en el jiu-jitsu y no quedó. Eso me sorprendió", recuerda Adrián. "Lunes y martes fueron días para entrar en calor. Miércoles, jueves y viernes fueron los días para las pruebas de fondo".
Las pruebas, según cuentan, se basaban en fuerza física y otras, por ejemplo, ponían a prueba su habilidad en el jiu-jitsu para escapar de posiciones desfavorables. Y en golpeo, se centraban en la creatividad del peleador.

Una vez dentro del programa, la preparación es absoluta para crear y terminar de pulir a unas "máquinas" de combate.
Se levantaban a las 06:00, a las 07:10 se dirigían al gimnasio porque a las 08:00 estaba listo el desayuno. Tenían descanso hasta las 09:00, cuando empieza un horario de lucha.
Luego se bañaban y descansaban hasta las 12:00, hora de almuerzo. A las 14:00 había entrenamiento personalizado, dependiendo de cada peleador. Finalmente, a las 15:00 se enfocaban en la preparación física, para cerrar con sauna y estiramientos a las 16:00.
Adrián Luna siempre estuvo convencido de su nivel para ser llamado al Contender Series. "Estoy seguro que al que me pongan en frente le arrancaré la cabeza, o me muero ahí mismo. Haré todo lo que esté a mi alcance, al menos, para saber que lo di todo", dijo en 2024. Un año y medio después lo cumplió.
Un combate apasionante
Luna Martinetti venció de manera categórica al ruso Mark Vologdin en el Dana White's Contender Series y aseguró su contrato en la UFC.
Tanto el ecuatoriano como el ruso exhibieron sus mejores golpes y emocionaron a miles de fanáticos. Fue uno de los mejores combates de la temporada 9 del Dana White's Contender Series, con lo cual ambos ingresaron a la empresa.
De todas formas, Luna se impuso por decisión unánime y se convirtió en el cuarto ecuatoriano en llegar a la mayor empresa de artes marciales mixtas del mundo.
Ahora, Ecuador cuenta con 'Chito' Vera, Michael Morales, Carlos Vera y Adrián Luna como sus representantes dentro de la UFC.
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