En sus Marcas Listos Fuego
Cadena perpetua y… ¡que se jodan!
PhD en Derecho Penal; máster en Creación Literaria; máster en Argumentación Jurídica. Abogado litigante, escritor y catedrático universitario.
Actualizada:
Sí. No enloquecí. Me racionalicé. Sí, les voy a proponer la cadena perpetua. ¿Por qué? Porque me da asco el silencio de mi gremio.
Miren, esto se mide en altas dosis de indignación y, si usted lee esto y no comparte su indignación conmigo, ¡jódase!
Son cientos los casos de jueces, fiscales y abogados condenados por casos de corrupción. Los casos más mediáticos son Metástasis, Purga y Plaga. Pero hay muchísimos casos más.
En esos casos los jueces, fiscales y abogados declarados culpables (casi todos accedieron a procedimiento abreviado) ya están en libertad. Antes de salir de prisión piden disculpas públicas y nuevamente a la calle.
Permítanme hacer un paréntesis: jueces, fiscales y abogados corruptos, pueden meterse sus disculpas por el orificio que en su anatomía sirve para procesar información y heces. ¿Disculparles yo? ¡Jódanse!
Cierro el paréntesis.
Resulta ser que esos jueces, fiscales y abogados corruptos, ya en libertad, abren sus despachos de abogados, ejercen la profesión, son contratados por universidades, dan charlas y capacitaciones de litigación, etc. Es decir, regresan como si nada ha pasado.
¿Qué creen que están haciendo los condenados en Metástasis? Sí, ¡ejerciendo la profesión!
Y seguro algún aboganster va a responder a esta columna y decirme: “oye, claro que pueden salir a ejercer su profesión porque ya cumplieron su pena y se rehabilitaron”. ¿En serio? ¿En serio? ¿Se rehabilitaron? ¿Se merecen una nueva oportunidad? ¡Jódanse! Y que se joda la sociedad que les permite iniciar de nuevo.
Es inaudito, impresentable, vomitivo, que estos miserables, que prostituyeron la profesión, que enterraron la justicia, que son los grandes causantes del crecimiento del crimen organizado en el Ecuador, tengan una segunda oportunidad. ¡Basta de romanticismos inútiles! Los corruptos: ¡que se jodan!
Y lo más grave: nuestra sociedad está tan podrida que está llena de clientes listos para contratar los servicios que ofrecen los “rehabilitados” criminales del Derecho. ¿Usted es cliente de uno de esos jueces, fiscales o abogados recién saliditos de la cárcel? Entonces, usted: ¡jódase también!
¿Qué propongo? Sencillo, lo que se resumen en este corto diálogo:
– En este tropical país existe ya la cadena perpetua.
–¿En qué casos?
–Por ejemplo, en el peculado.
– ¿Cuál es la cadena perpetua?
– No poder ejercer cargos públicos de por vida (Art. 278 COIP).
– ¿En serio?
– De veritas. Abra el COIP.
¿Ven? La cadena perpetua ya existe y tiene su lógica: si como funcionario público cometes delitos contra la administración pública, el mandante nunca más te confiará la cosa pública y quedarás proscrito de por vida para acceder a un cargo igual o similar.
Entonces, usemos la misma lógica con mis “coleguitas”. Si como abogado eres encontrado culpable por haber sobornado a un juez o fiscal o eres ese juez o fiscal sobornado, es imposible que pensemos que es coherente que podemos volver a confiarles su participación en el sistema de administración de justicia.
Juez, abogado o fiscal corrupto debe quedar proscrito de por vida para ejercer la profesión. Que salgan a barrer calles o pasar cafés, pero en esta profesión no pueden volver a participar. Porque sin Justicia no hay Estado y ellos se han encargado de que Ecuador sea un Estado fallido.
Pero soy más radical: propongo que se aplique la inhabilidad perpetua para ejercer la profesión a jueces, fiscales y abogados hallados culpables en: cohecho, concusión, peculado, enriquecimiento ilícito, lavado de activos, delincuencia organizada, tráfico de drogas, fraude procesal, falsificación de documentos, tráfico de influencias, oferta de tráfico de influencias, obstrucción a la justicia, estafa y abuso de confianza.
Sí, porque quienes tenemos el título de abogado somos los garantes de la sociedad de un país justo y seguro. Si un abogado se prostituye, el país se convierte en lo que ya es Ecuador en materia de justicia: un amazónico burdel.
Así que acompáñenme en esta aventura y guarden estas respuestas para cuando algún corrupto se indigne por esta columna:
1. ¿Abogados, jueces y fiscales corruptos? ¡Que se jodan!
2. ¿Abogados, jueces y fiscales con derecho a rehabilitarse? ¡Que se jodan!
3. Clientes de abogados, jueces y fiscales corruptos… ¡que se jodan!
A usted le indigna esta columna: jódase también.