Es periodista y comunicadora. Durante más de 10 años se ha dedicado a ser esposa y mamá a tiempo completo, experiencia de donde toma el material para sus historias. Dirige Ediciones El Nido.
En un país tan diverso y fragmentado, pocas cosas nos unen tanto como una tradición que tenemos. En estas fechas, la colada morada no es solo una bebida: es un símbolo de identidad.
Leer 'El evangelio según Ruth' fue entrar en un territorio donde la palabra se convierte en experiencia. La belleza está en la pausa, no en la exageración. Es una obra que me dejó huella.
Dejemos los complejos sociales, las etiquetas, los insultos reciclados. Ya basta de llamarnos “oligarcas”, “cholos”, “indios”, “florindos”, como si eso dijera algo de nuestra esencia.
En este paro el ambiente de protesta se siente distinto: más desunido, más dividido, y más egoísta. Ya no parece una causa común, sino una guerra de egos.
Lo chévere es que, aunque nadie nos obligue a ver los estados, ahí estamos cada día revisando las historias de la gente como si en verdad nos importaran.
Cuando mi sobrino vino a vivir unos meses a Quito, se maravillaba con todo. No podía creer lo caro que es vivir aquí. Y no podía evitar comparar a Conocoto con La Concordia.
Pienso que mis hijos, algún día, recordarán no el celular ni las noticias, sino la sensación de desayunar juntos, de pelearse por el último pan, de salir con los zapatos desamarrados
En un país tan diverso y fragmentado, pocas cosas nos unen tanto como una tradición que tenemos. En estas fechas, la colada morada no es solo una bebida: es un símbolo de identidad.
Leer más
Leer 'El evangelio según Ruth' fue entrar en un territorio donde la palabra se convierte en experiencia. La belleza está en la pausa, no en la exageración. Es una obra que me dejó huella.
Leer más
Dejemos los complejos sociales, las etiquetas, los insultos reciclados. Ya basta de llamarnos “oligarcas”, “cholos”, “indios”, “florindos”, como si eso dijera algo de nuestra esencia.
Leer más
En este paro el ambiente de protesta se siente distinto: más desunido, más dividido, y más egoísta. Ya no parece una causa común, sino una guerra de egos.
Leer más
Lo chévere es que, aunque nadie nos obligue a ver los estados, ahí estamos cada día revisando las historias de la gente como si en verdad nos importaran.
Leer más
Cuando mi sobrino vino a vivir unos meses a Quito, se maravillaba con todo. No podía creer lo caro que es vivir aquí. Y no podía evitar comparar a Conocoto con La Concordia.
Leer más
La omisión no es solo un gesto privado, sino una metáfora de un país entero, donde la memoria indígena suele ser borrada de los relatos oficiales.
Leer más
Pienso que mis hijos, algún día, recordarán no el celular ni las noticias, sino la sensación de desayunar juntos, de pelearse por el último pan, de salir con los zapatos desamarrados
Leer más
Dentro de todos los conflictos internos que tengo, hay uno externo que me conflictúa más que nada: mi piel.
Leer más
La tecnología vino a facilitarnos la vida, pero nos tiene más atados que nunca. Dependemos de la batería, del cable y del cubo correcto.
Leer más