Quito: La avenida Amazonas agoniza en silencio, con sus locales vacíos y la ausencia de visitantes
El movimiento comercial en la avenida Amazonas se apaga apenas empieza la noche. Esta, en otros tiempos icónica avenida de Quito, atraviesa uno de sus peores momentos.

Imagen panorámica de la avenida Amazonas, en el centro norte de Quito, el 2 de julio de 2025 a las 19:30.
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Jonathan Machado, PRIMICIAS
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Atrás quedaron los años en los que la avenida Amazonas era una de las principales vías de Quito, punto de encuentro diurno y de ocio nocturno para amigos y familias. Entre las avenidas Colón y Patria, las cafeterías, restaurantes, tiendas, hoteles, oficinas públicas y privadas, y otros locales la convertían en una vibrante arteria urbana de movimiento incesante.
Mientras la mayor parte de Quito dormía, la avenida Amazonas vivía al ritmo de la música de moda y bares que nacían, en la década de los noventa, para ofrecer alternativas de diversión a los jóvenes. Todo esto junto a grandes edificios de oficinas y hoteles con casinos.
Este auge, sin embargo, empezó decaer desde la década de 2010, según cuentan los moradores y comerciantes que se asientan entre las avenidas Patria y Colón, el tramo más intenso que tuvo la avenida Amazonas.
Las razones son varias explica Marco Silva, quien vive en una casa antigua ubicada en la esquina de la avenida Amazonas y Joaquín Pinto desde 1983. Para el, "todo cambió con el crecimiento de la ciudad, la inseguridad y el aumento de la delincuencia, sobre todo en el sector de la Plaza Foch" y en general a la zona de La Mariscal.
En esto coincide Julio Cifuentes, propietario de un puesto de venta de libros en la intersección de la calle Jorge Washington y avenida Amazonas. "Antes cerraba pasadas las 21:00, pero ahora hay días que me voy a las 18:00. Hay nostalgia de ver cómo ha decaído la Amazonas", se lamenta.
Una noche en la Amazonas
Son apenas las 19:20 del miércoles 2 de julio de 2025. Los locales están vacíos y hay decenas de letreros de 'Se vende o 'Se arrienda'. Los pocos transeúntes van a paso ligero y el silencio reina en una imagen de soledad que evoca los peores días del confinamiento por la pandemia de Covid-19.
En las 12 cuadras que separan las avenidas Colón y Patria hay contados locales abiertos. La mayoría son peluquerías, una que otra tienda, un par de cafeterías, tres restaurantes de cadena y muy poco más. Es difícil que esa soledad atraiga visitantes.

El poco ruido que se escucha proviene de los autos, motos y buses que pasan por el sector y de los trabajadores de las peluquerías que cantan reguetón. "Hay que trabajar porque sino, no se come", dice uno de ellos mientras le corta el cabello a una mujer.
Los 10 grados de temperatura y la llovizna que cae pasadas las 20:00 obliga a que dos habitantes de calle improvisen un techo con fundas de plástico y cartón junto a un local abandonado. Por ese lugar también pasa un cabizbajo vendedor de caramelos que asegura que "no se ha vendido nada en todo el día".

Los pocos locales que permanecen abiertos hasta esa hora empiezan a cerrar. Sus trabajadores corren para alcanzar los últimos buses que los lleven a sus hogares. Aunque también lo hacen por miedo, porque en el sector no hay policías para socorrerlos en caso de emergencia.

Cerca de las 21:00 no queda nada. El desértico paisaje que se observa retrata la agonía que enfrenta la avenida Amazonas desde hace varios años.
Cambio de administrador zonal
El 1 de julio de 2025, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, anunció cambios en algunas dependencias municipales. Uno de ellos ocurrió en la Administración Zonal La Mariscal, a la que pertenece gran parte de la avenida Amazonas.
Desde ese día, administración zonal está presidida por el chef Leandro Buratovich. Según el Alcalde, "hay un elemento fundamental para haber confiado en el perfil de Leandro: fue por algunos años presidente de la Agremiación de Restaurantes de Pichincha (Agrepi) y del Centro de Formación y Capacitación Turística (Capacitur)",
Además, cree que el hecho de que Buratovich haya sido presidente de Agrepi "le da conocimiento de uno de los elementos más importantes de La Mariscal: la recuperación, que pasa por cuatro elementos: urbanístico y de vivienda; desarrollo del sector diversión y gastronomía; el sector cultural; y el distrito de innovación".
Precisamente, Muñoz dice que el plan para este distrito es que sea un espacio que impulse la ciencia, la tecnología, el emprendimiento y la creatividad en La Mariscal y en toda la ciudad. Su apertura está prevista para octubre de 2025.
"Este centro nace gracias a una alianza público-privada: el Municipio de Quito invertirá USD 2 millones, y el sector privado aportará una cantidad similar. Además, cuenta con el acompañamiento técnico del Gobierno de Corea", detalla el Municipio.
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