"Si hay un robo del patrimonio, nos toca buscar de dónde generar recursos para reponerlo", dice director del Instituto de Patrimonio de Quito

Uno de los mayores problemas que enfrenta el patrimonio cultural de Quito son los daños y robos que sufren las esculturas, edificios y demás bienes considerados como patrimoniales.

Tras las constantes denuncias ciudadanas por los actos de vandalismo registrados en diferentes bienes  históricos, el Municipio de Quito llevó estos casos a la Fiscalía para buscar una sanción en contra de los agresores.

En entrevista con PRIMICIAS, el director del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), Fránklin Cárdenas, reconoce que Quito no cuenta con un presupuesto para restituir los bienes robados. Además, reconoce que generar recursos para restaurar el patrimonio vandalizado no es una tarea fácil.

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¿Por que el patrimonio de Quito es blanco de constantes ataques? 

El patrimonio siempre es un elemento susceptible de ser afectado. No solamente por temas de vandalismo, sino también por temas naturales. La última agresión que sufrió la ciudad se dio por una afectación a unas paredes del Centro Histórico que son parte del inventario patrimonial, según la resolución 114 del Instituto Nacional de Patrimonio.

"Tengo que decir que el patrimonio siempre está en riesgo, siempre ha estado en riesgo por eventos antrópicos y agresiones físicas"

Fránklin Cárdenas, director de IMP

Hay que decir que, cuando hablamos de vandalismo, ya no es un deterioro común y corriente, es un daño a propósito que se realiza en un bien.

Para esto, el Municipio tiene una serie de instancias que generan una política de cuidado, de custodia, de manejo y de intervención para poder conservar ese patrimonio. Por ejemplo, la Secretaría de Seguridad y Riesgos tiene cámaras en varios puntos críticos. Pero, si vemos que existe una afectación grave, la Policía Metropolitana, los agentes de control, incluso la Policía Nacional, tienen la obligación de actuar.  

Nosotros, como equipo técnico, emitimos los informes correspondientes para que el caso llegue a la Fiscalía. Tras el proceso legal correspondiente, se emiten las diferentes sanciones, de acuerdo al nivel de afectación.

¿Qué tipo de daños son los que más afectan al patrimonio de Quito?

Los más comunes son los grafitis y los robos de los elementos decorativos. También se pueden considerar como agresiones a las intervenciones y obras arquitectónicas que no cumplen con un proceso de aprobación. Hay algunos propietarios que realizan trabajos sin tomar en cuenta el valor que tienen sus edificaciones y la responsabilidad que tienen como custodios de este patrimonio.

Si bien hay sanciones que se pueden mediar, hay otros niveles de destrucción en los que difícilmente se puede llegar a un conceso. Este es el caso del monumento de la Independencia, que sufrió la pérdida de algunas de sus partes.

Más allá del valor económico, es el valor histórico y simbólico que tienen estos elementos. Las personas que realizaron esta agresión están cumpliendo una sanción penal, de acuerdo a lo que establece la Ley de cultura y patrimonio.

Es importante decir que no se prohíbe la intervención en estos bienes, ya que existen normas para hacerlas adecuadamente para que su valor se mantenga en el tiempo.

¿Qué hace el Municipio para evitar los robos al patrimonio?

Tiene que ver mucho con la situación económica del país. Muchos de los elementos decorativos que tienen los monumentos son de bronce, un material muy comerciable y apetecido. Pero, más allá de eso, no se dan cuenta de la pérdida del valor histórico que sufre la ciudad.

Nosotros podemos generar una partida y hacer una reposición del elemento, pero la conformación total, la escultura original, poco a poco va perdiendo sus características. Creo que lo importante es una buena difusión de lo que significan nuestros valores y lo que significa el cuidado y la protección del patrimonio. Esto es algo que venimos trabajando permanentemente para que las personas cuiden una parte de nuestra identidad.

Además, el Instituto se encarga de dar mantenimiento continuo y permanente a los bienes patrimoniales. Hacemos revisiones y verificamos si hay procesos de deterioro para aplicar los tratamientos adecuados. 

Por otro lado, la Empresa de Obras Públicas se encarga de dar mantenimiento a los elementos ornamentales que están en zonas no patrimoniales. 

"No podemos poner guardias en todos los sitios, ni podemos forrarlos con vidrio porque la responsabilidad recae en el ciudadano".

Fránklin Cárdenas, director del IMP

¿Cuánto ha invertido el Municipio en el arreglo de los bienes patrimoniales?

Nosotros tenemos proyectos que se aprueban con el presupuesto municipal y que sirven para dar mantenimiento, tanto al espacio público como a los elementos ornamentales.

Este presupuesto está dentro de nuestro plan operativo y nos sirve para el mantenimiento del Centro Histórico y de las 33 parroquias que tienen áreas históricas. También usamos ese presupuesto para los monumentos patrimoniales, para los sistemas de iluminación decorativos y para los procesos que implican arreglos, limpiezas y protecciones.

Pero, para un proceso de sustitución de elementos por temas de robo, no podemos tener un presupuesto porque contamos con el apoyo de la ciudad y el cuidado que realiza el Municipio. No podríamos decir: "vamos a destinar un presupuesto para reponer el monumento", porque se trata de valores de reposición y estos valores tienen costos que dependen de la obra o del artista que lo haga.

Por ejemplo, cuando a usted le roban su casa, tiene que buscar de dónde sacar la plata. Esto nos ocurre a nosotros. No es que ese rato tenemos el dinero para ejecutarlo. Es un tema que siempre nos generará un conflicto porque los recursos no los tenemos al momento.

"Si hay un robo, nos toca buscar de dónde generar recursos"

Fránklin Cárdenas, director del IMP

¿No sería mejor tener un presupuesto para estos casos?

La ley tiene marcos regulatorios para generar fondos de emergencia. De hecho, este tipo de fondos se dan solamente cuando hay temas que vinculados con una emergencia, es decir, cuando hay un robo o vandalismo porque es la única manera que podemos llegar a determinar cuál es el valor de reposición.

Entonces, yo no puedo tener unos valores que me permitan intervenir de manera inmediata, sabiendo que a lo mejor no los utilice. En ese caso, lo que ocurrirá es que nos quedemos con ese dinero y parezca que no lo hemos ejecutado.

¿Para el mantenimiento hay algún presupuesto?

Los programas de mantenimiento existen. Más o menos tenemos un presupuesto de USD 300.000 anuales (para bienes patrimoniales), a los que se suman unos 100.000 dólares para el mantenimiento de los monumentos ornamentales.

¿Cuántos actos de vandalismo registra esta administración municipal?

Hemos identificado alrededor de 10 o 12 procesos relacionados con daños a elementos patrimoniales. Todos han tenido denuncias a través de la Fiscalía, en coordinación con la Procuraduría Metropolitana, para que tengan un adecuado mecanismo legal.

Los costos de los arreglos varían mucho y pueden ir desde los USD 50 hasta más de USD 5.000, como pasó con el monumento de la Independencia. En ese caso, las hojas de acanto tuvieron un largo proceso de reparación que duró más de tres meses. 

Es necesario aclarar que el tiempo que dura la reparación o sustitución de los elementos varía de acuerdo al nivel de afectación.

¿Cuántas personas han sido juzgadas por dañar el patrimonio?

Un número exacto no tengo, pero yo diría que un 40% o 50% de las personas que han sido detenidas está en proceso de juzgamiento.

"Otros  robos se han cometido en la madrugada. Ahí, ni los mecanismos de control ni la Policía han podido determinar quién generó la agresión".

Fránklin Cárdenas, director del IMP

¿Algún bien patrimonial ha sufrido daños irreparables que han obligado a que el Instituto los dé de baja?

No. Afortunadamente la mayoría de daños han sido parciales. La acción municipal y de la Policía han evitado que se lleguen a la destrucción total o a la pérdida total.

Esperamos no tenerlos porque sería muy doloroso para la ciudad perder uno de sus elementos históricos.